Spreen ama la música, ama crear playlist, ama utilizar au computadora para crear música y también ama escribir la letra de las canciones que le gustan en su cuaderno viejo, aún cuando puede acceder fácilmente a la letra de las canciones con tan solo un clic desde su celular.
Sí le preguntas por su género de música favorito, seguramente no sabrá que responder, porque la mayoría le gustan. Sin embargo hay uno en particular que no le llama tanto la atención y ese es el rock alternativo.
No critica a las personas por sus gustos musicales porque eso sería muy inmaduro y estúpido, pero sí se suele preguntar porque hay personas que defienden ese género a capa y espada, como su mejor amigo por ejemplo.
Carrera está sentado frente a la computadora, buscando en Youtube una banda que nunca antes había escuchado solo para demostrarle que algunas canciones pueden ser buenas sin necesidad de pertenerser a un género que no es de su agrado.
-Ponte guapo casita, hoy vas a vivir la mejor experiencia de tu vida.
La ansiedad y el pánico inundan el cuerpo de Spreen, luego de esas palabras, su mente le muestra los peores escenarios, dejandole claro que sería un error salir de su casa. Nunca es buena idea salir a conocer el mundo y mucho menos salir a un bar rodeado de personas llenas de sudor, cantando, bebiendo o simplemente existiendo.
No es fan de las multitudes y las pocas veces que salió de su casa fue para asistir a las convenciones de video juegos. Ahí podía socializar con personas igual de apasionadas que él, participando de torneos de Call of Duty o Valorant.
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Respira hondo, contando hasta tres antes de mirar a su amigo, quien le brinda una sonrisa de comprensión, tomando su manos para hacerlos entrar al pequeño bar. Carrera no lo apresura, permaneciendo a su lado mientras el asimila todo su alrededor; reconoce a muchas personas, porque después de todo la ciudad en la que viven es muy pequeña.
-Están por salir-. Carrera susurra a su lado, dando pequeños saltitos antes de volver a tomar su mano y guiarlos al frente de una pequeña plataforma, donde varios chicos acomodan su espacio para tocar.
Las luces se apagan, exceptuando la que ilumina a la banda, una voz cuenta hasta tres para dar comienzo y el sonido de una guitarra no tarda en aparecer, seguido del teclado y la batería.
-El del teclado es Quackity-. Murmura su amigo y el se ve en él deber de memorizar sus palabras. La emoción en las palabras de Carrera le dejan en claro que esto es algo que le gusta y él quiere darle toda su atención, demostrarle que le importa. -Es un capo con la música.
El chico lleva un gorro de lana gris, haciendo que únicamente las puntas de su cabello largo y negro fueran visibles, tenía lunares en forma de constelaciones en su rostro, los cuales se veían perfectos contra la luz roja del lugar.
-¡Hola a todos!-. Habla un chico de lentes. -Somos Last day y hoy tocaremos para ustedes. Espero lo disfruten.
Las personas aplauden, quizá por respeto o porque de verdad están entusiasmadas, como es el caso de Carrera, quien se encarga de presentarle a todos los miembros de la banda y ahora sabe sus nombres y sus especialidades.
-Entonces ese es Aldo-. Murmura Spreen, observando al chico de la batería, quien se acomoda los lentes una vez termina de dar un pequeño solo con la batería. -Espera ¿quién es ese?
Ambos observan a un chico bajito caminar hacia él micrófono tímidamente, sus mejillas se tornan rojas cuando observa a su alrededor y Spreen no duda en pensar que se debe a la cantidad de personas que hay en el pequeño lugar. Si él se siente incómodo no quiere ni imaginar lo que se debe sentir estar frente a todos.