Capitulo 1: Competencia y rivales

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Pov Kentin 

Siempre le he tenido temor al rechazo.

De pequeño recuerdo que solía huir de las niñas solo porque no quería que estas se enamoraran de mi, algo engreído, lo se, pero en la mente de un niño de aproximadamente 5 años era algo lógico que pasara, digo éramos un chico y una chica conviviendo de manera muy cercana ¿Qué mas podría ser si no era un romance?, Si ya lo se una amistad, quizás, pero de cualquier manera siempre existía ese temor de que si generaba una relacion con alguien del genero opuesto esta  acabara enamorándose de mi, y es que, como le iba a decir que no a una niña que viniera con  flor en mano y ojos de gatito regañado a decir que realmente le interesaba, y que quería un futuro conmigo. No quería rechazarlas, pues temía que luego me pasara lo mismo a mi, como si fuera un mal karma fruto del destino, ridículo si, pero que mas se le podía pedir a un niño a esa edad. Realmente y por esto nunca me enamore o tuve una relacion amistosa con una mujer hasta que la conocí a ella. Sucrette, la razón por la que quise cambiar, la amiga por la que vine a este instituto en primer lugar y la única mujer por la que he sentido algo, cuando me fui a la milicia lo único que estuvo en mi mente todo el tiempo fue ella, y es que, quería ver su rostro al volver, que me viera con ojos de enamorada y callera rendida ante mi, deseándome de la misma manera en la que yo la deseo, ese era el futuro que esperaba al regresar, y es que, quien se resistiría a mi, mas ahora con esta apariencia, vamos que hasta Amber me beso al no reconocerme, mas sin embargo eso no fue lo que recibí, mas bien todo lo contrario, y he de decir que no me agrada para nada la situación en la que me encuentro actualmente. 

Sentado en una mesa en la sala de delegados, con mis nuevos y "amistosos" compañeros de clase, de quienes, por cierto, apenas si he memorizado sus nombres, si no es que ya los he olvidado claro, ugh a mi derecha, y para mi buena suerte, se encuentra un pelirrojo, ojos grises, cabellera greñuda, aspecto de motociclista y con una cara de culo que ni el se la aguanta, este idiota me trajo aquí en primer lugar, al parecer todos los presentes deseamos hablar de la "situación" en la que nos encontramos.

   -Bueno- se decide a hablar finalmente el único que no se hecha miradas de odio con todo el mundo desde que llegamos, Nathaniel si no me equivoco- estoy seguro que todos sabemos la razón por la que estamos aquí, ¿me equivoco?- Hasta la pregunta ofende.

-Si, si, delegaducho, lo sabemos -responde el pelirrojo imbécil a mi lado, mas por burla que otra cosa-   Además no tienes porque hacerte cargo de esta situación, siendo que fue mi idea en primer lugar- dijo con odio, murmurando lo ultimo entre dientes, aunque para su desgracia todos los presentes lo oímos.

Ohh si las miradas matasen definitivamente mi querido compañero ya estaría bajo tierra, pues la mirada que le hecho Nathaniel no se puede ni describir con la palabra odio. 

-Bueno- dice lysandro en un intento de evitar una pelea entre estos dos nuevamente- Kentin ¿verdad?- asiento a modo de respuesta, la verdad a este punto solo quiero marcharme de aquí, y si respondiendo sus preguntas lo logro no tengo de otra- encantado, mi nombre es lysandro, no se si lo recuerdas ya que solo hablamos pocas veces durante el asunto pasado- esto lo dice incomodo, supongo que por la presencia del pelirrojo rockero, que según parece es su amigo y quien aparenta no querer recordar el "incidente" con su ex novia loca -  de cualquier manera, queremos comentarte el porque estas aquí aunque por tu cara al vernos estoy seguro ya tienes una idea, ¿verdad?-  solo me limito a asentir, no quiero hablar con estos chicos, y mucho menos convivir, después de todo el pelirrojo ya se encargo de dejarme bien en claro que no quiere ser mi amigo- caballero de pocas palabras- intenta bromear con esto pero realmente se nota la incomodidad, tanto para el como para mi.

 "No solo no quiero hablar con ustedes", pienso mas no lo digo, me parece ridículo pelear a estas alturas, y estoy seguro de que sucrette no lo aprobaría, así que evito el conflicto.

- Déjalo lyss se ve que el señorito no quiere hablar con nosotros o escuchar razón, así que mejor deja que me encargue yo- Lysandro suspira, supongo que entendiendo que el pelirrojo tiene razón, aunque no se ve muy convencido con dejarlo hablar a el termina cediendo- muy bien Ken- dice con burla, el sabe que no me gusta que me digan así.

Tuerzo mi cara en una mueca de molestia, parece que esta reacción le agrada pues sonríe con arrogancia y continua con su monologo. 

- A ti no te interesa mi nombre, y a mi no me interesas tu, por lo que dejemos las presentaciones a un lado- como desearía poder borrarle esa estúpida sonrisa a golpes, sin duda seria un espectáculo que no olvidaría- como te dije allá afuera no estoy aquí para ser tu amigo, o siquiera un compañero, ya que al parecer estamos yendo por el mismo camino, y eso no me agrada-  "¿y tu crees que mi si?" , realmente no veo al punto que quiere llegar- bueno en pocas palabras todos estamos interesados en la misma persona y queremos evitar darnos a golpes como imbéciles cada vez que nos veamos, y para ello nosotros ya teníamos una  solución.

Alzo una ceja esta vez con curiosidad, e interesado de verdad en lo que tiene que decirme "¿Como que acuerdo? ¿a que se refieren? y ¿Qué tiene que ver eso conmigo? " , lysandro parece notar mi curiosidad y repentino interés por lo que contesta mis preguntas como si de un adivino se tratase.

-Vera joven Kentin, sin duda para nadie de aquí es un gusto el tener que enterarse de los sentimientos, que para nuestro infortunio, tenemos hacia la señorita Sucrette, créame que todos tenemos la mejor intención del mundo y no deseamos intimidarlo, mas bien queremos que se una a esta pequeña guerra silenciosa en la que convivimos para así no afectar a nuestra amada.

-¿guerra silenciosa?- pregunto, al fin dignándome a dirigirles la palabra, pues esta vez si que lograron captar mi total atención.  

-Así es, le explico- responde lysandro, se podría decir que hasta emocionado de que al fin muestre interés por lo que esta pasando, algo raro la verdad- vera, nosotros al estar interesados en la señorita y al mismo tiempo no querer meterla a ella en el asunto como tal, hemos decidido de manera silenciosa, que la conquistaríamos cada uno a nuestro modo sin interferir con los demás, para que así el caballero mas apto se lleve el corazón de la joven dama.

"okey un trato extraño la verdad, aunque al mismo tiempo beneficioso ".

-Oh- comento con la vista gacha, "si me uniera a su trato esta claro que yo ganaría, pues no solo se mas de sucrette que ellos, si no que además me los quitaría de encima, e incluso podría cortejarla con total libertad, eso sin mencionar que tengo otro haz bajo la manga", sonrió al instante al recordar a cierto peliazul amigo de sucrette, estoy seguro que para el será un honor ayudarme , después de todo siempre se la pasa persiguiéndome a todos lados, finalmente levantando la vista confiado hacia las persona frente a mi-  acepto el trato- digo finalmente con una sonrisa segura.

Desde otra perspectiva [CDM/BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora