La Reina Bruja y el Rey Alfa [BueNovela]

CAPITULO7:Malas decisiones

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Entre los árboles que rodeaban la casa de la princesa , los primeros rayos del sol se habrían paso entre las ramas, entre hojas y profunda vegetación, la calma se apoderaba de un día de frío y seguramente nevadas intensas.
Lucas el enviado del alfa rey, no había dormido nada, y aún así se hallaba vigilante y expectante.
La noche no había sido para nada gentil con él, al llegar la medianoche una flores distintas a las demás presentes en el amplio verde, desprendían un olor tan dulce y embriagante que solo lo ponían tan caliente que no podía pensar en nada más que devorarse a una mujer para saciar una sed que lo hacía impune a la vergüenza, a su conportamiento tranquilo habitual en él, era lo más similar a su celo que había experimentado, un entorno tortuoso lo hizo transpirar sin descanso, sus músculos se marcaban y dolían esperando a una hembra que jamás llegaría, incluso ninguna del reino, al llegar visitantes estaban prohibidas las invocaciones carnales hasta el formal retiro de los visitantes.
La situación era difícil y debía arreglárselas solo.
El amanecer mando a callar los lujuriosos pensamientos,llevandose las flores con él ,el calor del agua de la laguna que se encontraba allí , la cual despedía vapores , e incluso un clima cálido fue brutalmente disipado, abriendo paso al frío y a los primeros rastros de nieve incluso.
Estos cambios dejaron atónito al lobo que no podía entender cómo las cosas cambiaban tan rápido, más que mágico para él ese lugar estaba maldito.
No pudo evitar recordar a su hermano que a carcajas, tantas veces, había contando los misterios de esas tierras que invitaban a entregarlo todo como ofrenda, incluso el deseo por el cuerpo, la unión de los cuerpos.
En cuánto a la vigilancia que realizaba de la casa con hermosas flores,hasta ahora lo que sabía era que una mujer rubia de ojos miel había ingresado a la propiedad, en absoluto aparentaba la imagen de realeza, todo parecía indicar que sería alguna mujer empleada del lugar, y bien que no se equivocaba porque Lucy había llegado para ayudar a Kira a vestirse y quedar impecable para el banquete, era importante que los líderes la vieran con la mayor seriedad y el respeto posible, después de todo sería la próxima Reina de los brujos.
Lucas había escuchado de la sencillez de la realeza en ese reino, no usaban joyas ostentosas, ni coronas o tiaras, en eso se parecían bastante a ellos,excepto que los Licántropos debían permanecer cómodos, por si debían de un momento a otro transformarse en lobos.
Sabía que la princesa saldría hacía el palacio, era cuestión de tiempo, a pesar de ser las primeras horas de la mañana, la oportunidad se daría, y por eso evitaba distraerse todo lo que su pobre mente desgastada le permitía , sentía que las horas en vela y de intenso calor,sobre todo corporal, le estaban cobrando, porque cada minuto que pasaba se sentía más cansado e incluso enojado.

«Es un error, el alfa nos matará» Susurró Max su lobo, quién estaba en completo desacuerdo con semejante error, a diferencia del Rey que llevaba cientos de años vivo, le costaba tomar posesión del cuerpo de su humano, aquello sería una tarea que tardaría años de práctica.
pensó Lucas, y lo comunicó a su lobo.
Aquella idea de muerte contra la princesa se había instalado en su cabeza como un pensamiento razonable en tiempos delicados, de una manera u otra perdería, al menos ahora libraría a varios de un destino por demás conflictivo, nadie aceptaría a una humana portadora de algunos trucos mágicos como La gran Luna de la manada de Lycaria.
Un bostezo lo tomó de improviso, ya casi sin verlo imaginaba que el Rey Bastian estaría despertando, por suerte había encargado a Libian la tarea de vestir y asistir en todo lo que necesitará a su alfa, la parte más dura se la llevaría él, pues pensaba asesinar a su mate, la futura Luna.

Un pequeño insecto de alas con patas largas zumbo en su oído, lo que lo hizo alejarlo con sus manos, pequeñas ramas comenzaron a quebrarse, y se dió cuenta que no estaba solo, la idea de trepar uno de los árboles más frondosos se le vino a la mente, era eso o lo descubrirían.
Como pudo logró llegar a una altura adecuada para no ser visto, pero lo que él si pudo ver lo sorprendió y lo hizo incluso tener miedo, no porque no estuviera listo para atacar o incluso entrar en batalla porque eso era moneda corriente para él, sino porque esa cosa que estaba viendo era un animal que jamás en su vida creyó que existiría.
Pies no tenía, más bien pezuñas, como las de una cabra,se encontraba cubierto de pelos hasta cierto punto, su torso era absolutamente similar al de un ser humano, pero en su cabeza dos cuernos se elevaban dándole sin dudas, una apariencia del infierno.
¿Cómo pelearía con algo así? se preguntaba el lobo, por el momento el silencio era lo más atinado, no llamar su atención hasta saber si iba a poder matarlo, porque no sabía que era eso, y porque había nacido así incluso.
Con sus extrañas manos, lo vió tomar unas plantas, comiendolas con desesperación para luego ignorarlas, se dirigió a la laguna y su reflejo fue lo único que vió, el ruido de la puerta de la casa hizo que algunos pájaros salieran volando de improviso,llamando la atención de todo el que pudiera oír.

«Ella salió.. » exclamó su lobo de manera dolorosa, a lo que Lucas no respondió nada solo se limito a observar.
Una hermosa cabellera rojiza se abrió paso lentamente en el bosque, su vestido túnica color verde con finos hilos dorados resaltaban su figura, si antes dudaba de poder encontrarla a solas, ahora sabía que quién tenía ante sus ojos era la princesa de Apur, y no la dejaría escapar.
Ella solo deambuló,sin lugar fijo, hasta pararse en el mismo lugar que lo había hecho esa criatura antes de desaparecer de su vista.
Observó su reflejo en la laguna y de repente sonrió.
Lucas se preguntaba si sabía de aquel monstruo que acechaba la cercanía de su hogar, seguramente le estarían dando caza y ahí estaba ella, ofreciéndosele en bandeja de plata, menuda tonta había resultado.
—Fauno se que estás aquí...—dijo Kira, mientras seguía su mirada en la laguna.—Te he visto mientras miraba por la ventana, muéstrate por favor—rogo, pero nada ocurrió, nadie se acercó.
El lobo no entendía, si el animal era su mascota o tal vez ella tenía un deseo de muerte por esa criatura diabólica a simple vista.
Fue en ese momento que el lobo vió la oportunidad que tanto estaba pidiendo y esperando.
De espaldas,Kira escuchó unos pasos acercarse, y no dudo que sería el Fauno de cuernos grandes que venía para revisar sus cuernos, como hacía siempre, era un animal un poco torpe por lo que siempre tenia hojas enredadas en su cabeza, y a ella le fascinaba cuando encontraba la oportunidad de pedirle ayuda, pero lo que vendría a continuación sería una situación completamente diferente.
Kira se giró y se encontró frente a frente con un hombre lobo, de rostro enojado y desencajado, su cuerpo tembló y su mente viajó al momento en que aquel otro lobo estuvo a punto de asesinar a su pareja, su amiga Diana.
El hombre no trasformado empujó con fuerza a la bruja, que cayó de inmediato a la laguna, la intensidad del empuje era premeditado, aquel sacudon por demás fuerte seguramente la había dejado inconsciente y moriría ahogada, inconsciente era tan solo una débil humana.
Ya en un suelo cubierto por la nieve, pequeñas gotas de sangre destacaban del manto blanco que cubría, y es que con la adrenalina del momento el lobo había sacado sus garras.
Por instinto la mujer había puesto su brazo en defensa del empuje y la habría cortado produciendole seguramente heridas.
Jamás pensó Lucas que al observar ,para darse seguridad de que lo había logrado,como el agua hacia desaparecer los rastro de existencia de la bruja, sería jalado por una Nereida que surgió de la laguna cubierta de escamas verdes, y dientes afilados capaz de desgarrar cualquier carne.
La nueva criatura con cola de pescado tomó su cuello con firmeza y lo hizo perderse en lo profundo de la laguna junto con su guardiana, después de todo no iba a ser tan fácil meterse con una bruja.