La Reina Bruja y el Rey Alfa [BueNovela]

CAPITULO 17:Secuestro

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POV ZEUS
Mi hocico chorreaba la sangre del enemigo, aquel que hacía poco había destripado sin piedad, no fue fácil, me repetía a mi mismo,asesinar a un no vivo,nunca me había enfrentado con algo así, era magia antigua, que se creía extinta, yo de todos modos no era alguien que tuviera contemplaciones a la hora de la pelea.

Dos de mis costillas aún se recuperaban debido a ser rotas , por ese ser, sin manada,sin linaje aparente,no respondía a ninguna jerarquía, ya que al haberme reconocido como el alfa, debió mostrarme sumisión,pero para nada fue así.
Ver a mi mujer desmayada,a merced de esa criatura me hizo decidir algo que tenía pensando para más adelante, imaginaba que le iba a costar perdonarme ,pero debía arriesgarme, rogaba que fuera así por lo menos.
La tomé y ubicandola sobre mi lomo,la acomodé lo mejor posible para que el viaje fuera lo más suave posible,y huí con ella.
Corría peligro, este lugar se había convertido en un lugar inseguro después de lo ocurrido y yo no podría estar tranquilo hasta identificar las amenazas, al rostro que estaba detrás de todo, y los secuaces, por supuesto, gente que cotidianamente no daba signos de ser parte de nuestros enemigos, pero ahí estaban planeando a nuestras espaldas, está era la única opción que veía segura para mantenerla a salvo.

Entendía que mi huida con la princesa no sería tomada nada bién, pero nada me importaba menos ahora, más adelante cargaría con las consecuencias, que de seguro serían muchas, y dolorosas.

«Ni se te ocurra llevarla a nuestro territorio, acaso no sabes que no será bien recibida,la pondrás en peligro de todos modos» exclamó furioso Bastián,aquel humano con el que compartía cuerpo, se creía más listo que yo y eso no escapaba de mi conocimiento.

 

 
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Cruzamos la frontera de Apur y por nuestra conexión interna avisé a Lucas y Libian que volvieran a Lycaria lo más rápido que pudieran, a estas alturas Lucas estaría recuperado, los Lobos sanabamos rápido,de todos modos los dejaría a su suerte.
 

 
Sentí el cuerpo de mi princesa removerse sobre mi lomo y decidí parar a inspeccionarla, dormía exhausta, aquel poder que tanto nos había ayudado, le cobraba ahora haciéndola descansar para compensar el sobreesfuerzo.
 

 
Me tomé el atrevimiento de tocar su piel al descubierto, mi lengua áspera repaso su hombro y mejilla, quedando el sabor de su ser en mi paladar, debí evitarlo, aquella acción me hizo sentir que quería más, una voz interna me rogaba que no parara.
 
Era bellísima, era todo lo que hubiese soñado, sin embargo, el estúpido de Bastian se negaba a lo que sentía,estaba seguro que luchaba contra esos sentimientos que a mí me ponían de rodillas a sus pies.
 

 
Mis ojos brillaban por demás y si no me hubiera convencido que estábamos en peligro hubiera seguido en esa tarea de recorrer su piel hasta sentirme completamente impregnado de su esencia,ansiaba tenerla en mí cama, mimarla como ella quisiera, pero sobre todo desnuda, y yo devorandola.