CAPITULO 24:DEBILIDAD

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Y es ahí donde se hallaba, en esa habitación de mala muerte donde los prisioneros eran torturados y pasaban sus últimas horas, no quería estar allí, pero el insoportable perfume de la piel de su mate lo había arrastrado a ese lugar, como un perro faldero ,como un muñeco que era manejado a su antojo.
La princesa por su parte estaba mejorando, Bastian recordó los minutos en los que ella abrió sus hermosos ojos pidiendo agua y fue en ese momento que después volvió a caer dormida, era probable que no supiera que pasaba ,más él si.
Si algo sabía Bastian era que ella manejaba un gran poder. Criaturas de lo más horribles,a su entender lo atacarían sin dudarlo si no hacía lo necesario,fue así como se le ocurrió suministrarle mediante el agua una especie de sedante que no la mantenía totalmente inconsciente pero sí bastante desorientada ,lo que le hacía difícil la comunicación y concentración, era algo que debía hacer, si deseaba obligarla a quedarse en Lycaria.

¿Pero es que quería que se quedara?

Él estaba seguro que no, pero su testarudo lobo, la traería de vuelta, millones de veces más si hacía falta.

   quiso razonar con su lobo.
 

 
« Jamás nuestras otra mitad en el mundo podría hacernos débiles» exclamó Zeus convencido.
 

 
Zeus estaba completamente enterado del plan, sabía que cuando llegara el momento Bastian se planteaba dos posibilidades, una era devolver a su mate a Apur,después de todo le correspondía ser Reina allí, pero la realidad es que también se había planteado la debilidad que ella planteaba para él,para su reino, así que no le quedaría más remedio que......asesinarla de una vez por todas.
 

 
Sería el fin para su lobo,la condena a una eternidad sin compañera, sin lo más valioso que tenía su vida, seguramente moriría de la tristeza.
 

 
No se dió cuenta cuando recostó su cuerpo a su lado mirándola con ira,ella tan durmiente como se veía estaba destruyendo su mundo, su conexión con su lobo, nada quedaría en pie.
 
Sus dedos tocaron la piel de la princesa,y sus respiraciones acoplaron sus ritmos.
 

 
—Si tan solo Lucas no hubiese fallado— habló de manera suave.
 

 
Una punzada se instaló en su corazón, haciéndolo acomodarse en su lugar para que pasara el dolor.
 
—No puedo permitirme ésto —su nariz rozo su oreja, generandole una mínima tranquilidad que agradeció por un minuto, el dolor de rechazar a una compañera era difícil de soportar,casi imposible,un riesgo que él tomaría, por no creer en el amor y querer preservar el bienestar de su manada antes que nada.
 

 
—No se que haré contigo—se sinceró,porque de a poco no quería ver qué todo lo que lo hacía sentir débil también lo hacía sentirse dichoso, la amaba, a pesar de negarlo, solo que su lobo era más valiente que él,aunque no lo admitiera.
 

 
Decidió colocarse en una de las esquinas oscuras de la habitación, el fuego se había apoderado de su cuerpo y lo único que ansiaba era unirse con ella a pesar de todo,la razón lo abandonaba y si no tomaba distancia terminaría cometiendo un gran error.
 

 
—Zeus...— exclamó una voz débil pero deliciosa,que lo hizo abrir los ojos ,la piel le pedía seguir sus instintos más puros,saciarse con ella y nadie más.
 

 
—No entiendo cómo se le ocurrió traerte a estas tierras— respondió Bastian,porque sabía que ella reclamaba a su otra parte, el leal Zeus, aquel salvaje capaz de matar una manada entera,pero ser el más suave de las bestias por su mate,a quién había esperado hacía tanto. Si lo pensaba era justo, los años habían sido crueles casi alejándolo de los sentimientos para con los demás.
 

La Reina Bruja y el Rey Alfa [BueNovela]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora