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Le divertía, se divertía tanto con mi frustración y fue que entendí que era uno más del montón. No podía descifrar sus pensamientos, no comprendía su comportamiento, ¿Cómo quieres ayudarme, Craig? Lo observe por días enteros, era lo mismo día tras día y nuevamente logro sorprenderme.

Se estaba sacando la vigilancia de encima, mi rechazo hacia él comenzó a bajar las alarmas de los superiores. Era mucho más listo de lo que parecía, pero lograba molestarme aquella arrogancia con la que hacía sus cosas.

Ahora estábamos frente a frente, no decía una sola palabra solo me estudiaba y pensaba, pensaba demasiado, muy rápido para mi capacidad y cuando menos esperaba todo en su mente quedaba en blanco.

—K-17, voy a llevarte al exterior... —Mi atención se la llevó de inmediato, me quedé con los labios entreabiertos sin saber que decir.

—¿Eh? —Solte sin terminar de procesar.

—Si, solo tienes que pasar unas pruebas y eso es fácil para ti.

Le observe con duda y desconfianza, él sonrió un poco y pasó toda su atención en mi rostro.

—¿Que tengo que hacer? —Mi mirada se desvió apenas me encontré con la suya.

—Tienes que llegar a la oficina de la zona norte, esta ubicada en la habitación 203 —Encendio una pequeña radio y dio una señal. —Me reto con su mirada y logro manipularme de nuevo a su antojó.

Use mi capacidad mental para moverme con facilidad entre los pasillos, era como tener a otra persona atada a mi, su vista era más amarillenta que la mía pero podía tener un largo alcance, estaba a nada de llegar, pero un tirón en mi cabeza le hizo regresar a mi de golpe, caí al suelo golpeando con fuerza mi trasero y espalda baja. Craig se levanto, me observo en silencio y luego escribió es su asquerosa libreta, odiaba que hiciera eso, tenía tantos datos de mí y mis habilidades.

—Corto alcance... Aunque puede librarte de una emboscada —Me ayudaría a ponerme en pie pero solo retrocedí y el lo comprendió apartándose. — Puedes descansar, ahora eres libre también de vagar por el lugar.

Me quedé en el suelo un largo rato, lo volví a intentar una y otra vez, pero siempre en el mismo punto y fue ahí cuando me rendí de intentarlo. Una vez fuera busque rápidamente a Donovan, no fue difícil encontrar al estúpido castaño coqueteando con una secretaria del lugar.

—Donovan —apenas escucho mi voz se tensaron sus hombros y se giró lentamente.

—Hey...

—Tenemos que hablar.

No se negó y se despidió de la chica por ahora, caminamos uno al lado del otro en silencio por unos minutos.

—Dijiste que quería ayudar —Mi nariz se arrugo en ese preciso momento.

—Es parte de su estrategia —se limitó a decir — no quiere que sospechen de él por ahora—agrego como extra.

—Quiero que te lo lleves de aquí o ahora sí voy a cumplir con mi palabra de fracturar cada hueso de tu cuerpo.

Donovan se detiene en seco y me mira con su entrecejo fruncido, se atreve a tomarme por lo hombros y presionar con fuerza.

—Escuchame bien, si vas a hacerme algo adelante, ya no te tengo miedo, no pienso jugar al gato y el ratón contigo, se acabó esta mierda donde soy tu espía y marioneta, Craig hace lo que mejor puede y si tienes un problema con él dicelo tu mismo. —Con eso me soltó dando un empujón y se volvió sobre los pasos.

La estaba empezando a cagar de sobre manera, Craig había demostrado que no éramos tan peligrosos como creían, pero es que tampoco sabían sobre nuevas habilidades que iban apareciendo. Apreté los puños con rabia y me dirigí a la habitación de Stan, entre sin tocar la puerta y me tope con el azabache arrinconado.

—Stan... —Apenas noto mi presencia se levanto y limpio sus lágrimas. —¿Quién fue?

Pareció asustarse, a veces él olvidaba que podía meterme en sus pensamientos, era un intruso para todos y eso les enojaba. Comenzó a nublar sus pensamientos con la intención de sacarme de ellos, negaba rápidamente.

—¿Quién fue? —Stan comenzó a llorar de nuevo y en un susurro dijo "Randy" —Me di la media vuelta y fui hasta la secretaria exigiendo que llamara al científico estúpido.

Estaba de acuerdo que probar en mi, pero la condición era que dejarán en paz a Stan y Tolkien. Que los sometieran a lo que yo pasé a esta altura les dejaba en un estado doloroso a ambos, tenían contracciones en el cuerpo y duraban días sin controlar sus habilidades haciéndose daño.

Comencé a notarle intranquilo con la tardanza del hombre, la secretaria decía que no podía localizarlo y entonces yo mismo bajaría por él. Trataban de detenerme pero por primera vez ataque a otras personas, todo el que se quería acercar a mí era impulsado bruscamente sin necesidad de ser tocados, entre al ascensor y comencé a decender hasta que una alarma comenzó a emitir alerta roja.

Sonreír con descaro, apenas el ascensor bajo caminé entre un grupo de guardias rodeándome y antes de atacarlos negocié.

—Si me dejan hablar con Randy no tenemos que llegar a la violencia —Se mantenían en silencio y comenzaron a retroceder hasta que frente a mi tenía a él encargado de la planta.

—Bien, puedes hablar con Randy, pero debes volver primero —Su voz salía segura, pero su mente gritaba pánico.

—No... Lo quiero ahora.

Antes de que alguien interviniera apareció Randy, el cual tranquilizo la situación y volvió conmigo al primer piso.

—comenzaras a perder privilegios si sigues así.

—Me importan una mierda tus privilegios, dijiste que nos los tocarían. —Le observe con odio de pies a cabeza.

—No son mis desiciones K-17... Yo no puedo controlar nada dentro de este lugar y eso incluye a S-18 y T-17

Quería gritar y decirle que estaba hablando de uno de sus hijos, que no podía ser un hijo de puta y dejar al pobre por su cuenta sufriendo, sufriendo todo lo que yo había sufrido de bebé...

Extremely dangerous - CrennyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora