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El día había llegado, tanto tiempo esperando por Craig y por su ayuda, ya era la hora de jugar una partida final. Stan y Token ahora se encontraban junto a mi, con ayuda de Donovan y mi control mental logré hacer que se comportarán decentes. Nuestros uniformes ahora eran blancos. Tenía entendido que el resto había sido movilizado a otra área, tomaron las precauciones necesarias, pero yo mismo iría por ellos una vez fuera.

Apenas levante la mirada me percaté de la presencia de Randy, se miraba nervioso y apreciaba a su hijo, ¿Cómo accedió a que su propia sangre terminará de este lado? Stan no tenía ni idea, seguía pensando si decirle o no sobre esto, Stan no parecía ser el típico chico que se tome las cosas a la ligera... Lo puedo describir como explosivo y si es literalmente. Por lo que observé puede su cuerpo completamente ser una bola en llamas y se si molesta aquello puede ser más peligroso. No tenía idea de porque me importaba sinceramente, solo debo destruirlos...

Mi atención se dirigió a la compuerta ahora abierta, entro un hombre bien vestido de saco y corbata, detrás de él venía un joven de cabello azabache y una bata blanca, una placa color plata deslumbró por la luz artificial "Craig Tucker" y antes de poder decir una palabra el hombre de saco Intervino.

—Bienvenido, Craig. Tienes frente a ti el proyecto p.h y ahora renombrado por ti como "el proyecto venus" — Se dirigió el de saco únicamente a Craig.

Un nombre menos estúpido pensé mientras estudiaba a las nuevas presencias. Craig asintió y se acercó a nosotros, un rostro apático, cada parte de él era perfección, no logré ver una sola arruga en su bata, cada cabello muy bien peinado, ni un solo indicio de cansancio y su rostro libre de ojeras.

—Esta bien, me voy a hacer cargo desde ahora — Su voz autoritaria y nasal me hacían querer reírme, no lo tomarían enserio... ¿O sí? Al parece era muy importante y solo tenía que ordenar una vez.

A primera vista podías decir que era como todos aquí, pero este parecía más obsesivo. Después de estudiar de cerca a Stan y Token se quedó de pie junto a mí, suavizó un poco su mirada y me atreví a indagar en sus pensamientos.

—"K-17... Segundo hijo de la familia McCormick, 17 años de edad y de un desarrollo prematuro... Tiene un rostro demacrado, habilidad base... Control metal y telequinesis" — Prestaba atención a lo que hacía, con su bolígrafo me golpearía sobre la nariz, pero mi mano fue más rápida y sostuve su muñeca antes de que si quiera levantará el brazo. —Predicción de movimiento — soltó con una sonrisa en el rostro, estaba jugando conmigo y eso no lo vi venir.

Sentí un poco de vulnerabilidad tan solo por unos segundos, sin notarlo había retrocedido un poco y eso alimento el ego del azabache. No, no iba a tener una batalla final todavía, primero tenía que enfrentarme a mi propia pieza de ajedrez, no dejaría que él ganará ventaja sobre mis capacidades.

—Desde hoy las cosas cambian, nos moveremos un piso más arriba, por eso sus trajes. Cada uno de ustedes estará en una habitación diferente y condicionada para soportar sus habilidades, lo que trabajaran será el control de las mismas — Comenzó a caminar en dirección al ascensor, me quedé observando como Stan y Token le seguían.

Me estaba enfrentando a un líder por naturaleza, no necesitaba una habilidad para imponerse y no necesitaba ordenar para que se hiciera lo que él quería. Detrás de aquella sonría amable se escondía una cínica llena de arrogancia, ¿Nadie es mejor que, Craig Tucker? Eso piensas, ya lo veremos.

Comencé a seguirlos con pesar, me limité a escuchar que nos hablaba como a niños de una edad corta, hablaba lento y pausado, se divertía viendo mis expresiones y lograba la manera de confundirme o hacer lo que quería. Me estaba frustrando la idea de tener que aguantar esto por mucho tiempo.

Extremely dangerous - CrennyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora