Extremely dangerous - Crenny

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Pensé que ellos podían ser más débiles que nosotros, pero eran realmente fuertes y lo descubrí de una manera que no me gustaba. Todos estábamos en ese lugar en espera de indicaciones, Craig era el único que sabía lo que hacía en ese maldito lugar, me sentía descolocado del mundo y su realidad.

Me preparaban, yo era el caballo de troya en ese momento, podía ser capaz de realizar lo pedido por él, pero no sabía que tanto mi mente adormecida podía hacer contra ellos antes de que se dieran cuenta de la mentira si quiera sabía que iban a creer y que no apenas todo sucediera.

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El show comenzó, me asegure de que Kenny se quedara dormido antes de salir al frente y comenzar a hablar frente a todos, parecían querer atacar sin escuchar, pero el helicóptero de una noticiero cubriendo nuestras espaldas fue el salvavidas de la negociación. Se negaban a creer que habíamos podido cedar y privar de sus vidas a individuos poco peculiares de una forma tan fácil.

Les expliqué como logré hacerlo, las mentiras podía barajaralas como naipes de juego, no se enterarian que en realidad hacia trampa debajo de la mesa y así fue como poco a poco les hice caer en una red de mentiras que los enrollaria hasta cubrirlos y dejarlos asfixiar.

Minutos que lograron torturarme, volví a dentro para dar la confirmación al resto de mi equipo, caminé hasta la camilla donde de encontraba Kenny, si tenía la certeza que sería a él quien pidieran y así fue. Me acerqué un poco y admire su rostro, sin poder evitarlo mi dedo índice comenzó a deslizarse por su rostro y descubrí que él seguía tibio pese a no estar respirando.

Apoye mi mano en su pecho para corroborar como iban sus signos vitales, cada vez más débiles hasta el punto de dejar de percibirse, seguiría débil cuando despertara. Él tardaría en volver a coordinar sus movimientos, estaba seguro que podía confiar en él y que podría terminar parte del plan. No podía fallar o sería el fin para todos, dependemos de Kenneth McCormick y jamás había sentido tanto miedo de algo.

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Abrí mis ojos lentamente, no tenía idea de dónde carajos estaba y lo único que me rodeaba era nada más y nada menos que una bolsa, ya era un cadáver y me quedé sin moverme hasta sentirme más despierto, no había ruido exterior y Lynx me dejó ver los alrededores desolados. Todas mis alertas se estaban activando al no tener un poco de idea de lo que estaba sucediendo, esperaba que el plan de Craig fuera bien por lo menos hasta ahora que volvía a tener conciencia.

Ponerme de pie fue un gran trabajo, me llevo mucha energía más de la poca que guardaban mis piernas, al primer paso me recibió la fría cerámica, comencé a arrastrarme y eso me trajo recuerdos de cuando salí por primera vez del infierno en el que me tenían.

Gracias a Lynx logré ver más allá y tenía la libertad de moverme por ahora sin captar la atención de nadie pues al rededor se encontraba todo despejado. Tenía que llegar al despacho del director, aquel hombre que nunca logré ver de ninguna manera y era aquel hombre que había ordenado nuestro sufrimiento por años, sería reconfortante darle una visita en este momento y decirle que pagaría por cada segundo encerrado, por cada lágrima derramada.

No estaba siendo del todo lógico, no sabía cómo terminaría esto pero algo me decía que no tendría el final feliz que todos esperaban. Estoy tan agotado de esta mierda y lo sé mediante me arrastró por el suelo como un gato con sus patas traseras dañadas. Logré ponerme en pie aunque tambaleándose, como un pequeño que recién aprendé a caminar con la ayuda de sus padres, salí al pasillo de aquella manera, con la fé puesta en que nadie vendría corriendo y alertaria al resto.

Ya sabía dónde estaba esa oficina, tenía que caminar hasta el otro extremo del lugar, era una misión casi suicida teniendo en cuenta que la vigilancia había aumentado desde que escapamos. Al menos ellos estaban a salvo y tenía la idea en mente de sacrificarme por esas personas, por los únicos que me entendieron y sintieron el mismo miedo que yo. Estoy haciendo todo esto por aquellos que quieren vivir y sentirse libres por primera vez después de casi 20 años.

Podré lograrlo, tengo puesta mi fé en que seré lo suficientemente fuerte para hacer el último esfuerzo de mi miserable vida, no me importa morir si lo hago luchando por la libertad que me fue privada, no dejaré de pelear hasta que de mi último aliento.