ADELE {Libro II y III} ✔️

Capítulo 5

Spencer.

Mi padre y yo nunca nos llevamos de la mejor manera, ni tampoco de la peor, solo no congeniábamos, excepto cuando se trataba del proyecto Darkness, me introdujo en ese mundo desde que tenía quince años, se encargó de enseñarme todo, si algún día no estaba sabía que sus opositores destruirán todo lo que había construido, él sabía que tenía que protegerse, protegernos y lo que habíamos creado, aunque no estaba del todo listo, ese líquido amarillento era capaz de ocasionar guerras, guerras como las que nos trajeron aquí en primer lugar, pero también el proyecto era la validación de que mi padre nunca se equivocó, que era el mejor científico, que había abierto una puerta invisible, una puerta que todos habían evitado cruzar por miedo a las consecuencias.

Que mi padre muriera fue el detonante para que todo fuera en una dirección contraria, el proyecto, pero también su falta trajo consigo discusiones sobre a donde debería dirigirse el proyecto, todos sabíamos que había un problema por resolver, cientos de miles de personas continuaban muriendo, siempre ha sido así, aunque suene frio, cien mil personas morían al día antes de que todo empeorara, es parte de la vida, todos moriremos, pero en promedio nacían más de trescientos mil niños, ahora la tasa de mortalidad es mucho más grande que la de natalidad, es un desbalance, cada día hay menos personas, cuando cayó Asia y parte de América, millones también, eso ocurrió en días, un caos total.

Los presidentes del consejo sabían que no podían solo detener el proyecto Darkness, las ideas de otras personas no eran lo suficiente eficientes, además, ya habían desperdiciado casi diez años en el proyecto Darkness, la opción más correcta era continuar con el proyecto, pero, aunque pareciera muy fácil y claro, no lo era. Lo principal era decidir quién se haría cargo del proyecto Darkness, además el papel de mi padre era fundamental, nadie a excepción de Bingham, no había otra persona que conociera tanto el suero, nadie, además mi padre está fabricando un suero que lograría borrarle los recuerdos a las personas por al menos un día, de esa manera cuando tengamos que hace prueba dejaríamos de inventar nuevas enfermedades y cuando la persona muriera no la vincularan con nosotros, también estaba en proceso un nuevo suero, con todos los fallos estaban seguros que funcionaria, demasiadas cosas estaban sucediendo al momento de su muerte.

Cuando me presente frente al consejo para pedirles que me dejaran a cargo del proyecto Darkness estos se negaron por completo, sus palabras exactas fueron "Un chico de veinte años no dirigirá un proyecto de tanta importancia" pero no soy solo un chico de veinte años, quizá no tenga todo los conocimientos del resto de científicos y doctores, pero lo que si tenía era que había trabajado en el suero con mi padre, nadie más lo había hecho, eso me daba ventaja, Bingham sabía que él solo podía trabajar en el suero sin ninguna dificultad, no me necesitaba, pero una de sus mayores debilidades era que no tenía cualidades de líder, no podía llegar a ser tan frio como yo lo era, nunca lo conseguiría, la muerte del niño lo afecto también en gran manera. Él sabía que la mejor opción para el proyecto era yo, así de sencillo, yo podría manejar todos los aspectos sin mucha dificultad.

Con el apoyo de Bingham otros que antes apoyaron a mi padre me apoyaron para que dirigiera el proyecto ahora que él no estaba, los del consejo están en contra, querían un hombre, no un joven, pero a falta de alguien más capacitado y que no intentara destruir el proyecto me terminaron eligiendo, los que están en contra solo permanecieron en silencio trabajando en otra forma de solucionar todo, pero aun hasta el día de hoy sus ideas siguen siendo eso, ideas, mientras que lo inicio mi padre es real.

Inmediatamente regresamos a Neilfoll después de la reunión con los del consejo, dicha reunión duro más de dos semanas en la indecisión sobre quien debería dirigir el proyecto, cuando llegamos le pedí a Bingham que terminara el nuevo suero en el que estaba trabajando, antes de que ir a la reunión con el consejo me había dicho que faltaba muy poco para que estuviera terminado.