★# 𝗠𝗮𝗶 '𝘀 𝘀𝘁𝗼𝗿𝘆 !¡
Aún recuerdo cuando me di cuenta que Sam Thomas me gustaba.
Era un día normal en invierno, cuando ambos teníamos 8 años, ambos habíamos decidido entrar a un club de una pista de hielo; el se decidió por hockey y yo por patinaje artístico, al principio apestábamos, pero con la ayuda del otro, fuimos mejorando.
Yo iba a ir a mi primera competencia de patinaje, el estaba a una semana de su primer partido oficial de hockey. Ambos estábamos emocionados.
—¡Estoy muy emocionada! Hoy será mi primera competencia y podré concursar con una canción de One Direction.—hable emocionada mientras guardaba mis cosas en la maleta deportiva que había convencido a mi mamá de comprarme.
—Seguro lo harás genial, Mai.—me dijo Sam con una sonrisa que hizo que me derritiera por dentro.
Desde hacia algunas semanas llevaba sintiendo algo raro cada vez que veía a Sam, y eso es raro. Siempre ha sido mi mejor amigo, desde que tenemos pañales. Al principio pensaba que era molestia, ya que había empezado a volverse más alto que yo y eso le daba motivos para burlarse de mí, a la semana siguiente me di cuenta que no era eso, ya que quería estar más cerca de él, seguia sin saber que me pasaba, solo sabia que me gusta tenerlo alado, mucho más que antes.
—¡Mai y Sam, ya es hora de irnos!—gritó mi mamá desde el piso de abajo.
Me apuré a cerrar mi mochila y colgármela en el hombro mientras agarraba el suéter de lana que me había regalado Sam en mi último cumpleaños; según el, él mismo lo había tejido, aunque se veía la etiqueta de la tienda en donde la había comprado, decidí no decirle, ya que se que al menos el la compro con sus ahorros y pensó en mí.
Bajamos corriendo y riendo, ya que Sam se había caído un poco antes de que bajemos por las escaleras.
En el camino a la pista, íbamos hablando sobre como sería la mejor patinadora, aunque no le creía, el me decía que ganaría la medalla de oro, que en realidad era una moneda de chocolate ya que aún no empezaban las verdaderas competencias, el club hacía este tipo de eventos para entrenar a los niños y adolescentes.
Bajamos apenas mamá estaciono, entramos corriendo ya que yo era de las primeras en participar e íbamos un poco tarde.
Antes de entrar a los vestuarios Sam me abrazó, a lo que yo le correspondí confundida.
—¿Y eso por qué?
—Porque eres mi mejor amiga y te estoy deseando suerte, boba.—me dijo con una sonrisa antes de irse corriendo.
Me quedé embobada mirándolo irse hasta que oí mi nombre y desperté de mi sueño.
Después de que unas 3 chicas participaron, era mi turno. Estaba nerviosa, pero pensé en la sonrisa de Sam y me puse mucho más nerviosa.
Decidí dejar mi mente en blanco y entrar con una sonrisa a la pista, busqué disimuladamente con la mirada a Sam y ahí estaba, con mi mamá a un lado y la suya al otro mientras su hermana menor, Kristy, estaba sentada con cara aburrida mientras jugaba con sus pequeñas manos.
Conectamos miradas durante unos segundos y el me dio una sonrisa encantadora, le sonreí devuelta y empezó a sonar la música.
Todo iba bien hasta que, en un giro, la cuchilla de mis patines rozó con mi pierna contraria y rompió mi malla, incluso me logro hacer un corte algo profundo. Por la impresión, caigo mal y mi pie se dobla, inmediatamente siento un dolor terrible en el pie.
La música para y siento como alguien me carga, el dolor era tanto que me desmayo.
-★-
Al despertar, sentí como alguien estaba tomando mi mano, era mi mamá, que tenia la cara preocupada y los ojos un poco rojos.
—¡Hija! Por fin despertaste.—dice con una sonrisa aliviada
—Tranquila mamá, solo fue un susto, ahora lo único malo es que no pude ganar esa medalla de chocolate.— ella soltó una risita, sabiendo que yo nunca dejaría mi lado competitivo, aún así me haya fracturado mis dos piernas.
—No paso nada grave, solo tienes una cortada que habrá que cuidar que no se infecte y tu tobillo está torcido, pero nada de que preocuparse.— dijo con una sonrisa. —Ahora creo que alguien quiere verte. -dice e inmediatamente voltee a ver hacía la puerta donde se encontraba Sam, quien tenia la nariz roja y los ojos hinchados.—Los dejo solos.
Mi mamá salió de la habitación y entro Sam. Apenas estuvo alado me abrazo.
—Me asustaste mucho, pensé que jamás te volvería a ver. —dijo mientras una lágrima le empezaba a salir, me sorprendí, ya que nunca había visto llorar a Samuel Thomas en los ocho años que lo llevo conociendo.
—Pues lamentablemente sigo viva. —dije bromeando, cosa que no le causa gracia, ya que me miró serio. —Es una pequeña broma—digo rodando los ojos—,ahora lo malo es que no pude ganar, pero al menos la próxima semana te veré ganar a ti.
—Oh, de eso quería hablar, renuncie al hockey.
—¿¡Qué!?
—No quiero que te sientas sola al yo poder estar sobre el hielo mientras tú estás en tu cama.
—Pero mamá me dijo que no era nada grave, incluso podré volver a patinar. —esa última parte me la había inventado, pero no dejaría que dejará de lado sus gustos por mi culpa.
—No me importa, prefiero estar contigo. —dijo con una sonrisa y vi como buscaba algo en su bolsillo. —Ten, esto es para ti, yo solo lo hice.—extendió su mano y había una moneda de chocolate que tenía pegado un listón rojo con pegamento.
Lo agarré y lo abracé con una sonrisa, el me lo regreso y así nos quedamos durante unos segundos.
En ese abrazo sentí y me di cuenta de muchas cosas, y una de ellas fue la que mas recuerdo, me gusta Sam Thomas, mi mejor amigo.
Después de la recuperación de mi tobillo volví a patinar y él estaba aterrado, pero se tranquilizó cuando gané primer lugar en la competencia. El aún así decidió no regresar al hockey y descubrió una nueva pasión, que es tocar la guitarra, aunque aún sigue jugando algunos partidos en sus tiempos libres.
Tal vez mi ligero crush con el fue aumentando durante los años, mientras el me seguía en mis locuras; como cuando teníamos 12 años y practicamos surf, éramos pésimos, pero al menos nos divertimos, o cuando le convencí que se tatuara mi nombre con henna en la frente y tuvo escrito "Mailover" en el centro de su cara durante todo el verano.
Y cuando cumplí 13 me di cuenta en el real problema que estaba metida, ya que era imposible que me gustara Sam, el nunca me vería como algo más que su mejor amiga, ya que mientras yo esperaba que el me invitará al baile de Halloween, el invito a Susanne Hills y yo me quede en casa durante toda la noche, y al día siguiente me entere que había dado su primer beso.
Intenté de todo, vi todas las películas de crepúsculo y enamorarme de Edward para poder olvidarme de esa sonrisa hermosa, pero no funcionaba, me vi todas las fotos de Instagram de Ross Lynch y tampoco servía para nada
Estoy realmente jodida.
O enamorada, que al final es lo mismo.
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N/A🌷
Holaaa, aquí está un poco de la historia de nuestra protagonista y como sufre por amor jeje.
Quiero aclarar que en esta historia tardará un poco en tener una interacción romántica con Sam, ya que aunque ella ya sabe que le gusta, tiene miedo, poco a poco lo irán viendo jeje.
Espero les haya gustado 💕
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𝗬𝗼𝘂 𝗕𝗲𝗹𝗼𝗻𝗴 𝗪𝗶𝘁𝗵 𝗠𝗲; 𝗌𝖺𝗆 𝗍𝗁𝗈𝗆𝖺𝗌
FanfictionDurante el último año, Mai ha intentado negar que está enamorada de Sam Thomas, su mejor amigo. Todo se complica cuando la hermana menor de este decide iniciar un Club de Niñeras y el conoce a una de sus amigas. ¿Le gustará? ¿Se enamorara de ella? M...