jungwon no podía detener las lágrimas fugándose de sus ojos, paseando por sus mejillas y acabando en el suelo.
el dolor en su cuerpo, el rechazo, la grieta en su corazón y el ardor al sus prendas rozar con las heridas lo enloquecían, lo llevaban al borde.
solo podía pensar en su única cura. solo podía pensar en llegar al parque y oír la voz de jay interrogarle la cosa más estúpida existente.
tomó asiento en su tan conocida y amada banca y se dedicó a cuestionarse por qué sus padres no lo querían.
desde niño sus padres le recordaban que no aportaba nada bueno a sus vidas, que vivir con él sólo era un desperdicio de dinero, pero que lamentablemente no podían echarlo por miedo a una denuncia.
le dolía; ¿tan mal hijo era para no lograr provocarle sonrisas y felicidad a las personas que le dieron la vida?
pero no le dolían las palizas o las quemaduras con los cigarrillos, le dolía despertar y no recibir unos buenos días, almorzar o cenar solo o ni siquiera llegar a hacerlo debido a que sus padres se desquitaban con él prohibiéndole el alimento, ir al colegio pocas veces y llegar solo para que su mochila sea arrojada hacia alguna parte de la casa para proseguir con los gritos de su padre siendo dirigidos hacia él.
desde pequeño supo que sus padres tenían razón, que él solo servía para arruinar vidas, es por eso que no tenía amigos, ¿verdad?
de reojo pudo ver a una persona ocupar una banca ubicada al lado de la suya, pero estaba tan enfocado en sus asfixiantes sentimientos y pensamientos que oscurecían su mente que no pudo formular palabra alguna.
━ hola, jung... ¿jungwon? ¿qué pasó? ━ jay no supo si lo que lo asustó fueron las lágrimas descendiendo por sus cachetes o la grande marca de una mano en su cuello. ━ jungwon, dime qué fue lo que ocurrió.
y solo bastaron esas palabras, esa primera y única vez en la que una persona demostró una sincera preocupación por él.
no soportó más y salió de su comoda posición para refugiarse en los brazos del rubio. escondió su cabeza en su cuello y soltó todo lo que había mantenido dentro de sí por tanto tiempo.
jay pasaba sus manos por la espalda del menor, sobando y otorgándole dulces y suaves palabras, dándole a entender que podía dejarse llevar y que iba a estar para él. pero cuando colocó una mano en su brazo con el objetivo de acomodarlo mejor y jungwon soltó un fuerte quejido comunicando su dolor, fue que finalmente se hartó de mantenerse quieto por tanto tiempo y decidió accionar de una vez por todas.
━ ven, won. vamos a mi casa.
jungwon no tenía fuerzas ni ánimos para negarse o siquiera para dar su opinión al respecto.
jay estaba al tanto de las multiples veces que visualizó marcas de golpes, e incluso quemaduras, en el cuerpo de su pequeño amigo. ya sea en su rostro o cuerpo, siempre estaban. pero lo que más le dolía, lo que partía su corazón en miles de pedazos, era ser cómplice del bajo ánimo y ojos llorosos con los que llegaba jungwon al parque.
desde el primer momento supo que todo era a raíz de su familia, o al menos de su casa.
cada día estaba más desesperado que el anterior por ayudar al menor, o por al menos lograr que se desahogue con él, pero al ver que el pelinegro nunca tuvo intenciones, decidió no presionarlo hasta que sea por su propia decisión. sin embargo haberlo visto llorar por primera vez frente a él, lo llenó de valor y decisión por lo que iba a realizar, por protegerlo aunque sea una vez.
llegaron a su casa y dejó sentado a jungwon en el sillón del comedor para pasar a ir a buscar un botiquín. una vez con la caja en sus manos, se colocó de rodillas para estar a la altura del menor y comenzó a sacar objetos y terminar por agarrar una botella de alcohol y algodón.
━ bien, jungwon. esto dolerá, avisame si necesitas que me detenga. ━ lo único que recibió fue un asentimiento por parte del niño con los ojos perdidos y sin brillo.
con un cuidado que nunca se vió aplicando alguna vez con alguien, limpió la sangre seca del labio inferior de jungwon y después repitió lo mismo con el pómulo, solamente oyendo bajos quejidos. luego pasó su vista a los moretones y no supo qué más aplicar que no sea una pomada que encontró en el botiquin. rogaba internamente para que eso logre aliviar el dolor de su niño.
━ jungwon... ━ no estaba seguro de qué manera iniciar. ━ por favor, dime la causa de tus golpes, y en especial de tus lágrimas. sé que no fuiste tú y, joder, perdóname por nunca haber preguntado, por haber sido tan estúpido al no haberte siquiera ayudado con tus heridas ━ un suspiro molesto escapó de los labios del rubio. ━. ahora, necesito que me cuentes bien lo que sucede, porque realmente ya no soporto ni un segundo más así, wonnie.
jungwon estaba avergonzado, es decir, que su único amigo sepa de su miserable situación le causaba la necesidad de esconderse y nunca dejarse ser visto por nadie, en especial por la persona que más valoraba en el mundo.
━ yo... no lo sé, jay. vivo esto desde que soy niño, estoy acostumbrado, pero supongo que hoy me afectó de otra forma.
━ y, won, ¿por qué fue distinto esta vez?
━ estaba listo para salir al parque, como estoy acostumbrado a hacer, pero él quiso impedirme dejar la casa. ━ sus heridas ardieron de solo recordar el dolor de las acciones de su padre. ━ me defendí, claro, me opuse, porque... eso significaba que no te vería hoy.
en el corazón de jay una grieta nació, cada segundo aumentando en profundidad y tamaño.
━ oh, cariño, ven aquí.
el chico de dieciséis apresó al pelinegro entre sus brazos y solo pudo pensar en por qué nunca tuvo el valor de salvar a jungwon de aquel infierno.
porque jungwon se había convertido en el mundo de jay. su sonrisa, su risa, sus labios, sus ojos, su cabello, sus gestos, todo de él le causaban un lindo calor en su corazón y su cabeza solo podía maquinar alrededor de él.
━ te agradezco por contarme, wonnie. te pido perdón por no haberte ayudado desde el primer momento, pero necesito que sepas que tú no te mereces nada de esto. jungwon, eres la persona más linda y pura que he conocido, todo de ti es el significado de la belleza y tus intenciones siempre son buenas con las demás personas. lo único que mereces en esta vida, es el mundo entero y únicamente lo bueno que hay en él ━ depositó un casto beso en la mejilla del menor y se alejó para verlo directamente a los ojos. ━. te adoro, jungwon, desde el primer momento que te hablé aquel día en la plaza. te prometo que de hoy en día, todo será mejor y que yo mismo me encargaré de colorear tu vida con mis mejores útiles.
jungwon solo pudo asentir embobado y completamente agradecido de contar con jay en su vida, de contar con el chico que vivía en su cabeza día y noche, con la única persona que lograba sacarlo de sus pensamientos y de su dolor.