Te conocí

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Algo que nunca estuvo en su lista, fue encontrar a un pequeño niño frente a su local, desnudo y cubierto de lodo

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Algo que nunca estuvo en su lista, fue encontrar a un pequeño niño frente a su local, desnudo y cubierto de lodo. Algo en el se ablandó por un momento decidiendo cerrar su local y dejar pasar al niño invitandolo a comer.

El niño se mostraba confundido pero no parecía mostrarse molesto, solo estaba tranquilo. Pigsy le ofreció un baño ya que estaba muy sucio, el niño acepto siendo guiado por el demonio cerdo hacia un departamento justo arriba de su local.

Teniendo al niño listo y con ropa cómoda que había encontrado en su closet, agradeciendo internamente la confusión que su amigo tang tuvo hace ya un tiempo haya Sido útil después de todo.

El pequeño seguía sin mostrar alguna emoción, observaba todo con detenimiento pero de vez en cuando parecia pensativo.

Cómo principalmente era su objetivo, dejo un plato de fideos recién preparados frente al niño. No parecía reaccionar por lo que acercó más el plato sonriendo cuando el niño volteo a verlo.

—La casa invita niño—no pudo evitar reír ligeramente ante la pequeña sonrisa que se formó en el rostro ajeno, sintiendose reconfortado por alguna razón.

El niño parecía indeciso pero decidió empezar a comer. Supo por sus expresiones que le había gustado aquel razón de fideos, sonriendo orgullosamete antes los ojos brillante del niño.

Su rostro sonriente fue cambiado por uno de sorpresa al ver cómo aquel chico comía como si fuera su primera comida en toda su vida, su corazón se partió ante ese pensamiento pero dejo que el niño comiera tranquilo.

Terminado de comer, un suspiro satisfecho salió de la boca ajena sonriendo ligeramente, pigsy volvió a reír ante la escena frente a el, el niño tenía toda alrededor de su boca manchado con los condimentos de aquel tazón de fideos pero mostrándose satisfecho.

—Valla que tenías hambre jeje—recogio el plato frente a el, llevando al lavadero para dejarlo ahí y volver con el niño, agarrando un pañuelo antes de salir para limpiar la boca del menor.

—Eres y serás la única persona a la que le daré tazones gratis de fideos cuando quieras muchacho—termino de limpia al menor, quien en respuesta sonrio.

Era extraño desde que le ofreció  entrar a su negocio el niño no había articulado ninguna palabra. Pero ha de tener sus razones pensó para el mismo.

—...gracias...—se escucho levemente salir de los labios del niño, su voz parecía desgastada y ronca, seguro por la falta de utilidad que esté le daba.

—No es nada pequeño—sonrió una última vez antes de apenas darse cuenta de que el niño habia articulado una simple pero generosa palabra.

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ℓєgσ мσикєу кι∂ - σиє ѕнσтѕDonde viven las historias. Descúbrelo ahora