Cafe Mañanero. Julian Alvarez

Labial

Julian puso su mano en mi nuca, me acerco mas a el,y me beso. Era un beso dulce, me estaba besando lentamente, pero también se lo notaba desesperado. Bajo su mano de mi nuca hasta mi cintura para acortar la distancia entre nosotros.

El claramente era mas alto que yo, puse mi mano en su nuca y lo atraje a un mas, no había distancia entre nosotros. Podia escuchar como su corazón latia fuertemente, lo podía sentir. Sentía su colonia, tenia olor a vainilla, era una colonia cara. Pude ver lunares que tenia en la cara, pequeños puntos rojos por la cara. Podia ver todo lo que lo hacía bello desde cerca.

Mientras mas tiempo pasaba mas intenso se volvía el beso y menos queríamos separarnos, cada vez se estaba saliendo mas de control. Podía escuchar pequeños suspiros que salian de la boca de Julian. Los dos necesitaban esto, los dos se necesitaban.

Cuando se separaron para tomar aire, se miraron a los ojos, ojos llenos de necesidad, ojos llenos de deseó. Pero el momento fue interrumpido por un ruido repentino, que causó que ambos se separen de forma repentina.

—¿Qué fue ese ruido– Pregunto Julián mientras se acercaba a uno de los pocos Arboles que había en el parque un flash lo sorprendió.

Era unos paparazzi, en realidad una, con una sonrisa victoriosa sabiendo que le iban a pagar demasiado por la fotografía. Ya que lo tenía enfrente comenzo a cuestionarlo, preguntando quien era yo, hace cuanto nos conocemos, que somos. Un montón de preguntas tipicas que Julián no contestó, agarro mí mano y corrimos hacia el auto de el.

Cuando entramos al auto, Julian me pido la ubicación de mi casa, la cual le concedí y el comenzó a manejar.

Todo el transcurso desde el parque hasta mi departamento fue silencioso e incómodo, yo intentaba preguntarle a Julian si estaba bien, si queria que averigüe quien era la chica y quienes la mandaron pero el no respondió, solo manejo hasta mi casa y me dejo ahí, sin despedirse.

—(____) ¿Vos llamaste al paparazzi?–