Facturas

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Hola ¿Me extrañaron? Kinda rushed at the end, queria terminar lo mas rápido posible.

NO PROOF-READ SI ESTA MAL AVISENME JIJIJIJI

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Las tardes familiares que, básicamente, consistían de Julian y vos merendando, era lo mejor que podía pasar un aburrido domingo por la tarde, porque no habia mejor forma de pasar el rato que tomar mate (amargo como le gusta a Juli) y con facturas; dos medialunas y dos facturas de dulce de leche, porqué siempre, eran ustedes dos.

Mate amargo, truco y medialunas, algo mas dios patria y familia no se consigue.

—Gorda– Puso una mano en tu muslo, se sentabas en las reposeras del patio, en la mesita de vidrio estaban su merienda mientras veian como bajaba el sol y se hacia la noche, a Julian le gustaba la noche, le hacía acordar a su primer beso con vos, aunque, claramente, nunca lo admitiría, el es muy orgulloso para eso.

—¿Qué paso, mi vida?– Tomaste un sorbo del mate.
—......– Miro al piso y después tímidamente te miro a los ojos. —Nada gorda, deja–

Reíste.

—No gordo, me tenes que decir ahora ¿Que corno te pasa?– Pusiste tu mano encima de la de el, la tuya estaba tan fria y la de el calentita, peleabas contra el impulso de tirarte y envolverte en sus brazos calentitos, porque el preveía el calor que tanto asechabas.

Mientras vos peleabas con tus instintos animales, Julian tenia un lio echo la cabeza, porque el, peleaba con la batalla interna de decir 'Te amo'.

No era que no lo sentia, porque claramente, el te amaba mas que nada en el mundo, el simplemente no podía decirlo, quería, pero las palabras no salian de la boca.

—Gorda. Yo...– se volvio a descarrilar, no sabiendo como decirlo, su mirada volvia al piso, intentando cesar los pensamientos que le venían volando por la cabeza, a mil por hora.

—¿Queres comer pizza hoy?– Y se puteo internamente por no poder decir lo que tanto anhelaba que escuches.
—¿Pizza? Dale, lo que vos quieras, mi vida– Le sonreiste. —Voy a guardar las cosas y me pego una ducha, sabes? Vos anda pidiendo la comida-Te levantaste y con vos te llevaste las facturas, y el momento que buscaba Julian.

—Dios soy un pajero- murmuró para el mismo, y marco el numero de la pizzería, aunque, lo de las pizza era mentira, queria lomitos en realidad.

[...]

Saliste de la ducha con unos pantalones (porque en Manchester hace mas frio que la mierda) y una remera de Julian, la del city, no ibas a usar la de river.

—Gordo ¿Ya vino el de las pizzas?- Pegaste un grito desde el baño
—Si gorda, veni a comer-

Una coca fresquita, pizza de mozzarella, ver GH ¿Qué mas podia pedir alguien que ya lo tiene todo? Julian de vez en cuando turnaba su mirada entre la tele y vos, yendo y viniendo, su nerviosismo aumentando.

[...]

Julian se sentia para la mierda, porque no podía entender como a todo el mundo le parecía salir con facilidad, como vos la decias con facilidad y el simplemente, no lo lograba.

No podia forzar las palabras de su boca, cada vez que las trataba decir era como si su cerebro se apagase y se olvidara de hablar, pero sintiendo en cada fibra de el cuanto te amaba, en cada nervio, en cada respiración y en cada pestañeo. Simplemente no sabia como decirlo.

Pero cuando te dormiste viendo la tele, cuando te acurrucaste contra sus brazos, usando su remera, cuando buscabas sus caricias incluso cuando dormías.

El se sentia que era correcto, que estaba bien.

—Dios gorda, como te amo-

Igual, medio al pedo porque no lo escuchabas.

Cafe Mañanero. Julian Alvarez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora