"Ahora sí, adiós Freen". Becky dijo mientras picoteaba los labios de Freen y juguetonamente golpeaba su trasero.
Freen observó que sus caderas se balanceaban hasta que ya no estaba en su campo de visión.Se dejó caer contra el casillero, suspirando pesadamente. Becky definitivamente la estaba volviendo loca. Ella solo está actuando tan caliente y fría a la vez, Freen resopló con frustración mientras recogía las cosas de su casillero.
Se ajustó el abrigo, inhaló profundamente, tratando de prepararse para el inminente impacto del aire frío. Freen odiaba el invierno, y especialmente esas cosas blancas y heladas que caían del cielo. Metiendo la nariz en su bufanda, aceleró, queriendo llegar a casa lo antes posible.
Afortunadamente, no tuvo que trabajar hoy, así que tendrá tiempo para hacer su tarea, que por cierto estaba retrasada. No podía permitirse el lujo de flaquear, su beca dependía de sus calificaciones. La beca que me otorgó la fundación familiar de Kit, y me estoy cogiendo a su novia, Freen sacudió la cabeza ante la ironía de toda esta situación.
Estaba un poco frustrada porque Becky demostró estar loca. Freen estaba tratando de romper sus defensas, pero fue más difícil de lo que inicialmente pensó. El mes pasado fue... en una falta de mejor expresión, muy agridulce.
A Freen le encantaba poder besar a Becky y hacerle el amor casi siempre que quisiera, pero necesitaba más. Quería que Becky confiara en ella, que se abriera a ella, que la amara. Seguía recordándose a sí misma que todas las cosas buenas valen la pena esperar, y por Becky definitivamente vale la pena esperar.
Por un lado positivo, aprendió algunas cosas sobre Becky que no sabía antes. Aprendió pequeñas cosas, cosas que algunas personas podrían considerar irrelevantes, pero Freen apreciaba todas y cada una de ellas.
La forma en que Becky comenzó a balbucear en inglés cuando pensaba demasiado en algo, la forma en que jugaba con su collar cuando estaba nerviosa, la forma en que tarareaba en la ducha, la forma en que arrollaba a su perro y la favorita de Freen: la forma en que tocaba el piano.
La forma en que sus ojos estaban cerrados, la forma en que sus labios se estiraban en una sonrisa aturdida, la forma en que sus dedos tocaban las teclas sin esfuerzo, y la emoción cruda que se filtraba a través de cada golpe dejaba a Freen completamente asombrada.
Eran los momentos en que Freen sentía que estaba viendo a la verdadera Becky, esta chica solitaria, hermosa y perdida. Esos fueron los momentos que la hicieron enamorarse profunda y locamente de Becky, y los momentos que demostraron que tenía razón al escuchar sus instintos y perseguir lo que su corazón buscaba. También demostró que tenía razón al ignorar las palabras de despedida de Heng, que lamentablemente pensaba con bastante frecuencia.
Pero por otro lado, Becky tuvo que inventar esas estúpidas reglas. Freen no podía creerlo cuando vino un día y Becky le presentó una lista de reglas, y no solo eso, sino que, como dijo Becky, era un "contrato", y se suponía que Freen debía firmarlo.
Freen estaba completamente atónita ante el comportamiento empresarial de Becky. Dios, ella es simplemente una fanática del control a veces, Freen gimió ante el recuerdo. Pero ella es mi fanática del control, sonrió para sí misma, pensando en la castaña.
El contrato consistía en una larga lista de reglas, que para ser honesta, Freen ni siquiera leyó. Recordó los primeros que Becky le leyó en voz alta con una voz estrictamente profesional:
1. Absolutamente nadie puede saberlo.
2. No podemos quedarnos a dormir.
3. Sin celos.
4. Sin sentimientos, pero no debería preocuparme por eso ya que te odio.Y eso más o menos cuando Freen la hizo callar con un beso. Nunca terminó de leer la lista, pero estaba bastante segura de que rompió las reglas 3 y 4, y también quería romper el 1 y el 2. Cada vez que veía a Becky con Kit, quería estrangularlo, pero no podía. Tenía que recordarse a sí misma que Becky no era suya... al menos todavía no.
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𝙄 𝙝𝙖𝙩𝙚 𝙮𝙤𝙪 | 𝗳𝗿𝗲𝗲𝗻𝗯𝗲𝗰𝗸𝘆
Hayran KurguBecky estaba segura de tener la habilidad para enamorar a sú peor enemiga, pero aún así odiaba la idea que persistía en su mente. La pasión y la lujuria la llevan a descubrir la verdadera razón por la cual los jóvenes hacen locuras al estar enamorad...