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- Déjame tocarte.

Min Yoongi tragó duro. Se sentía como una doncella en apuros, como uno de esos jóvenes hombres o mujeres en esas historias de fantasía que a los niños les gustaba leer siempre que estuvieran de humor para sentirse todos enamorados o algo así.

Había hojeado uno de ellos una vez antes, y no le gustaba cómo se estaba empezando a sentir. Su corazón latía como si estuviera en una historia así. Era casi vergonzoso. ¿Podría Jim oírlo?

Jim, el hombre con las tres cicatrices corriendo en diagonal por su rostro, con la fuerte mandíbula y aquellos ojos azul profundo que parecían sólo añadirse a su fuerza natural, sonrió a Yoongi.

Esa sonrisa volvió las entrañas de Yoongi en una especie de masa temblorosa que no podía juntarse otra vez.

- Quieres que te toque. Déjame tocarte.

Las manos del hombre -no hombre, hombre lobo - se movieron más abajo, su palma descansó entre las piernas de Yoongi, ahuecando su pene, su pene desnudo, porque su ropa había sido robada de él, una manera en que la manada que lo había capturado se aseguró de que no escondía ningún arma.

Yoongi estaba empezando a creer que la única razón por la que Jim lo quería sin ropa era para que pudiera estar tan desnudo como esto. Tan indefenso.

Al mismo tiempo, a pesar de la neblina alrededor de su cabeza, cuán mucho más denso parecía todo ahora de lo que había sido antes, estaba cediendo. Su mente no era tan aguda como debería haber sido, y Yoongi cerró sus ojos y gimió.

- Eso es, - Jim ronroneó en su oído. ¿Los hombres lobo ronroneaban? Debían hacerlo. - Déjame entrar.

Yoongi gimió otra vez, y la boca de Jim cayó sobre la suya, sus labios se unieron cálidos y duros, y gimió otra vez debido al chisporroteo que fue todo el camino a través de su cuerpo, todo el camino hasta su pene.

Demasiado. Era demasiado y no lo suficiente cuando Yoongi comenzó a empujar su pene contra la mano de Jim mientras que la lengua del hombre empujaba dentro de su boca. Quería venirse. Era incorrecto, y no debería hacer esto, pero se sentía tan bien que iba a llegar al orgasmo ahora mismo.

Su hombro se sacudió, y Yoongi abrió sus ojos. Jim estaba allí, justo donde debería estar, inclinándose sobre Yoongi y mirando fijamente hacia él. ¿Por qué diablos habían dejado de besarse? Su pene palpitaba del doloroso placer.

- Estás...mmph..

Jim fue quien hizo un sonido de sorpresa esta vez cuando Yoongi lo agarró por la parte posterior de la cabeza y cuello y lo tiró hacia abajo para otro profundo y prolongado beso. Trató de empujar su lengua hacia adelante, y acababa de hacerlo hasta el pliegue de los labios de Jim cuando el hombre sobre él se rió y se defendió, empujando su propia lengua hacia adelante, asumiendo el control.

Ese dolor, construyendo el placer dentro del cuerpo de Yoongi aumentó, y estaba tan cerca. Ni siquiera se había dado cuenta de que Jim había dejado de tocar su pene. De hecho, su cabeza se sentía mucho más clara ahora, y Jim ya no tenía la expresión de undepredador que está de pie frente a una presa. Parecía más divertido y rosa en la cara que otra cosa.

- Eso fue realmente algo -  dijo, todavía sonriendo abiertamente. Yoongi no estaba seguro de haber entendido.

- ¿Qué? - Todo parecía un poco menos brumoso de lo que había sido hace un minuto, y cuando se miró a sí mismo, se dio cuenta de que no estaba completamente desnudo. Estaba vestido con ropa de dormir.

Horror mortificado se apoderó de él como un balde de agua sucia cuando se dio cuenta de la verdad. ¿Ese nebuloso sentimiento de antes? Él había estado soñando. Había sido su propio deseo trabajando en el interior de su cabeza. La visión de Yoongi se ennegreció en los bordes, como si estuviera cayendo en un profundo hoyo oscuro.

Compañero traidor || JIMSUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora