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Para cuando Luffy ya estaba vestida y siendo totalmente despreocupada sobre lo ocurrido antes, Nami y los demás se habían encargado de llevar a rastras a los intrusos. Nami y Robin fueron especialmente creativas a la hora de saltar cuentas por defender el honor de su capitán (aun si eso incluía a Zoro y Sanji, y es que aunque ellos no lo hicieron a propósito no quita el hecho de que la vieron en ese estado).

Usopp prendió una velita en honor a las pobres almas en manos de la navegante y arqueóloga.

Chopper tuvo que detener su impulso de atender a los heridos y Franky se cruzó de brazos regañándolos por ser SUPER PERVERTIDOS.

Los piratas y marine yacían en el suelo atados y bajo la atenta mirada de sus torturadoras, pero aún seguían con cara de idiotas cada que recordaban la escena de antes. Luffy estaba en el mismo lugar pero no les prestó atención ya que justo el servicio del lugar les pregunto si querían algo de comer y está por supuesto decidió acabar con la comida del lugar.

Justo cuando Nami iba a seguir matándolos con la mirada y en búsqueda de explicaciones, se distrajo cuando Zoro y Sanji empezaron otra discusión sin sentido.

Para cuando volvió a mirar a todos resulto que los otros habían aprovechado su momento de distracción y decidieron huir.

Nami se puso roja de la ira porque todo fue por culpa de Sanji y Zoro que los otros escaparon y se quedaron sin respuestas. Sanji y Zoro dieron un respingo en su sitio al ver a Nami y la mirada tranquila pero mortal de Robin.
Solo se salvaron porque apareció el oso de la tripulación de Law. Este venia agitado como si hubiese corrido una maratón, y es que eso no estaba muy lejos de la realidad.

Perseguir a su capitán no era tarea sencilla, mucho menos cuando este ni siquiera modero su paso y todo por ir discutiendo con los otros piratas y marine. Para cuando Bepo logro alcanzarlo a las aguas termales este al parecer ya se había ido, y para su mala suerte los Mugiwara lo miraban de una forma que lo hizo sudar.

No tuvo tiempo de dar marcha atrás, y al igual que su capitán anteriormente, quedo amarrado en el suelo.

Nami no se iba a ir por las ramas esta vez y tuvo una "charla" con el oso. Usopp que se apiado de Zoro y Sanji los desato y al no ser regañado por Robin que se dio cuenta de lo que hizo pudo respirar tranquilo.

Bepo no tuvo más opción que decir la verdad. Y eso hizo que los sombreros de paja abrieron los ojos en grande al saber ahora lo que ocurría.

¡Sin duda el abuelo de Luffy había hecho una estupidez!

¿En qué demonios estaba pensando cuando soltó todas esas palabras frente a marines y piratas? Seguramente en nada.

Nami se mordió las uñas nerviosa por lo acontecido, esto solo significaba problemas. Robin rio y empezó a soltar comentarios aterradores sobre posibles secuestros hacia su capitán que hizo que Franky, Usopp y Chopper temblaran y empezaran a pensar lo peor.

Zoro y Sanji estaban completamente boquiabiertos y sin articular hasta el momento ni una sola palabra.

¿Esto era una bendición o maldición?

¿Una oportunidad?

No, por supuesto que no. Esto solo era una tontería del abuelo de Luffy. Aun si lo decía en serio Luffy no lo aceptaría, conocían demasiado bien a su capitana para saber que ella un alma libre sin ataduras, al menos de lo que sabían ella no estaba interesada ni sabía del romance entre parejas.

Aunque Zoro y Sanji guardaban sentimientos, sabían que si lo tenían que decir en algún momento no sería ahora, puesto que lo querían todos ellos eran ver realizados sus sueños. Les bastaba (por el momento) con estar a su lado en sus aventuras, y no iban a dejar que nadie "capturara" a Luffy.

Una sola mirada de toda la tripulación y tuvieron una idea de lo que harían a continuación...debían irse de esa maldita isla cuanto antes.

Para cuando voltearon a ver a la victima de todo el desastre, Luffy, esta donde se suponía que debería estar acabándose toda la comida del lugar ya no estaba. Buscaron a su alrededor y notaron también que el oso había escapado.

Un camarero que aprovecho el momento en que la tensión pareció romperse se acercó a quien creyó era la más calmada del lugar, Nami, con una cuenta gigantesca de la comida.

El grito que dio Nami después fue recordatorio al camarero de que no debía dejarse llevar por las apariencias o volvería a toparse en el futuro con una mujer histérica por el dinero a pagar de la cuenta.

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Aokiji con sus gafas desde lo alto de un edificio, del que había instalado una silla muy cómoda y bebidas y bocadillos, vio el momento exacto en que los "cazadores" de la nieta de Garp salían lo más rápido que podían de los baños termales.

Su aspecto daba a entender que recibieron unos cuantos golpes, seguramente de los Mugiwara. Aokiji supuso lo que había ocurrido al ver su estado y rostros algo rojos.

Parece que vieron algo...bueno al menos tendrán un buen recuerdo de por vida en caso de que fracasen.

Estas si eran vacaciones...vacaciones que no le dieron pero que eran vacaciones y con entretenimiento.

Tuvo la idea de mirar hacia el puerto y lo que vio fue sin duda interesante.

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Se suponía que Coby se encontraría con el vicealmirante Garp por algo muy importante...debió suponer que no se trataría de algo "importante" sino que el mayor quería divertirse un rato y tomarse unas vacaciones, y pensó que sería bueno arrastrarlo a eso a él también.

Garp-san era su maestro y la segunda persona que admiraba, estaba agradecido de haber sido tomado en cuenta en sus planes, pero agradecería que no lo metiera en el ojo del huracán cada vez que lo hace.

Ha llegado escuchado comentarios de otros marines respecto a cómo el vicealmirante parece tenerle favoritismo.

Coby no se sentía bien con eso, y aunque sabía que no era necesario aclarar el asunto, pues en más de una ocasión se demostró que si llego tan lejos fue por su propio esfuerzo, eso no quitaba que le molestaba que esos marines que nunca hacían el esfuerzo por mejorar soltaran comentarios así sin más.

Este era un tema muy personal para Coby, si llego hasta donde estaba fue gracias a que se esforzó y Garp-san no se rindió con él y decidió entrenarlo (que parecía más un intento de asesinato pero el mayor le decía entrenamiento). Pero la principal causa de enojo en Coby era que al menospreciarlo era como si menospreciaran primero a quien le permitió realizar su sueño, esa persona no era nadie más que Monkey D. Luffy, la nieta de Garp y la primera persona a la que admiraba.

Fue gracias a ella que pudo ingresar a la marina y fue ella quien lo salvo del tormento de Alvida. Pero también, secretamente en su corazón Luffy era de quien estaba enamorado.

Luffy no solo era increíblemente hermosa sino la mujer más amable y fuerte que Coby haya conocido. Aunque en su trabajo se le asigno en algunas ocasiones a escoltar personas importantes, como princesas y una que otra mujer importante, hasta conocer a otras compañeras marines. Nunca su corazón latió rebosante de amor como lo hizo cuando conoció a Luffy ni las veces posteriores a esa que la vio.

Aún era el mismo chico tímido de antes que se sonrojaba cada que la veía, en verdad quería cambiar eso pero era difícil cuando esta le sonría tan casual tan ajena a lo que esa sonrisa le hacía a su corazón.

Helmeppo incluso se burlaba de él por como no podía disimular sus sentimientos, y cuando lo pillo guardando secretamente su cartel de recompensa y periódicos donde salía.

Fue después de escuchar la discusión entre Sengoku y Garp que Coby sintió que si por primera vez no hacia algo rápido se arrepentiría por el resto de su vida.

No sabía si al final se armaría de valor de decirle a la pirata lo que sentía, pero al menos no dejaría que ningún pirata, marine o quien sea se entrometa en el camino de Luffy, mucho menos si el objetivo era capturarla...él se lo prometió, él sería quien lo haría.

Todo es culpa de Garp FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora