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Tras la ardua pelea contra la luna inferior, una temible amenaza hace presencia ante Tanjiro y Rengoku.
Rengoku Kyojuro, en un intento de proteger a Tanjiro, repentinamente cae ante la llegada de su celo.
¿Qué es lo que les espera...
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❂ ENCUENTRO ❂
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El suave crujido de las sábanas se logró escuchar gracias al vasto silencio que reinaba en aquella finca.
Claro que era calmado allí, sobre todo porque solo se encontraba él.
Sus brillantes orbes bicolores contemplaron el paisaje de un lento y apacible amanecer; no le dio tiempo de pensar, ni importancia al hecho de que la ventana estuviera abierta. Quizás en su descuido solo lo habría dejado así, quizás si, o quizás no.
Era extraño; su cuerpo se sentía ligero, sin embargo sentía su rostro levemente caliente.
No entendía el porqué amaneció así, cuando en la noche ni siquiera mostraba indicios de entrar en celo pronto.
Finalmente entró en cuenta del casi imperceptible aroma a sándalo e incienso.
═Es imposible que alguien haya estado aquí...═
Murmuró mirando de nuevo hacia el amanecer.
Sabía perfectamente que habían trabajadores pertenecientes de su familia materna, los cuales aseguraban el área al rededor de la finca; y que ninguno de ellos podría esparcir un aroma así pues todos se trataban de simples betas.
Dejó salir un suave suspiro, no quería quitarle importancia, pero tampoco quería matarse la cabeza pensando en algo así.
Él era fuerte de todas formas, si presentía peligro obviamente reaccionaria de inmediato.
Si, si lo haría.
Agarró su manta y con algo de pereza se cubrió el cuerpo con eso, no estaba desnudo, simplemente sentía un poco de frío en esas horas.
Se levantó de su cama y caminó vagamente hasta la cocina, llevándose una sorpresa al ver unos dangos y ohagis sobre la pequeña mesa.
Curioso se acercó a éstos, olfateando con cautela para comprobar que no hubiera algo extraño en ellos, no había nada a parte del típico olor de los dulces.
