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Advertencia:
Consumo de drogas + palabras altisonantes.
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°La mañana en que Aonung contempla el rostro cansado de su madre, con los brazos extendidos y ligeramente tembloroso, es el día en que su mundo vuelve a inclinarse sobre su eje una vez mas.
Hace años, había asumido que convertirse en hombre sería la experiencia más grande y satisfactoria de su vida.
Se había equivocado, por supuesto.
Conocer a Neteyam y desnudarle su alma pieza por pieza había sido más grande que eso, y más doloroso al final.
Todavía se sentía en carne viva, escocido por dentro y por fuera cada vez que alguien simplemente mencionaba el nombre del chico mayor, cada vez que miraba a los ojos de Neytiri.
No habían tenido noticias de Toruk Makto o Neteyam desde su partida, y él reconocia en ella el mismo dolor angustioso que experimentaba todos los días.
Pero cuando Ronal le tendió el pequeño bulto de tela y piel azul claro que chillaba, no pudo evitar alargar la mano y acercar a su hermanito, abrazándolo cerca de su pecho de manera protectora.
Contemplar aquella pequeña carita arrugada y llorosa, mueve algo dentro de él.
Aonung lo arrulla en voz baja, respirando el olor a bebé y a piel caliente mientras lo mece de un lado a otro.
Sólo pasan un par de minutos, y entonces unos pequeños ojitos pálidos y llorosos lo miran.
— Hola — susurra suavemente. — No llores, pequeño. Soy yo, Aonung. Deberías mirarme bien la cara porque vas a verla mucho de ahora en adelante.
Tsireya soltó una risita y él la miró, sonriendo genuinamente por primera vez en semanas.
Sentía los músculos de la cara extraños, como si hubiera olvidado cómo usarlos.
Pero mientras estaba allí, con Lo'ak mirando a su hermanito por encima del hombro de su hermana y Tuk acariciando los suaves ricitos negros de su cabeza, Aonung pensó que, después de todo, un día podría estar bien.
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°Max lo llama un exoesqueleto.
A Neteyam le parece una trampa mortal con una forma perfecta para adaptarse a su cuerpo.La primera vez que los científicos se lo presentaron fue el mes en que por fin empezó a sentir un cosquilleo en los dedos de los pies.
Había sido durante una de las muchas sesiones de estiramientos a las que le había sometido su padre, una sensación tan envolvente y maravillosa que Neteyam había jadeado en voz alta.
El hormigueo se había transformado en ardor al concentrar toda su energía y fuerza de voluntad en mover los pies, y para cuando sus piernas se habían crispado, las lágrimas habían corrido por sus mejillas.
Pero se sentía bien.
Increíblemente bien.
Se sentía como el primer progreso real que había hecho en meses.
Y una semana después, le siguieron las manos y los hombros.
Neteyam se esforzó, empujándose hasta que los músculos de la parte superior de su espalda gritaron, y sintió que los codos se le iban a caer como piedras al abismo.
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«Aftermath» - Aonung x Neteyam.
Fanfiction-¿Qué pasó con tu collar? - susurra con la voz entrecortada. La distancia entre ellos se siente como un abismo, creciendo más por segundo. Aonung podría decirle que había enhebrado la concha en su propia cuerda de canciones el día que Neteyam lo dej...