Reencarne siendo un random que resulto ser el protagonista

CAPÍTULO 9

Tres meses era mi tiempo, solo en ese tiempo podría moverme con libertad y planear todo, mientras Tachibana no se metiera en mis asuntos y tenga el camino seguro, podré investigar y mover algunas piezas importantes; mande a Koko para que investigara todo acerca del caso de los gemelos Kawata. 

En la historia original ambos terminaron en distintos territorios, pues Manjiro Sano el tercer príncipe encontraría a Nahoya en el mercado de esclavos en Meereen y lo compraría para volverlo su nuevo soldado personal, Souta fue separado de él a tan solo dos años de ser secuestrados y termino escapando del lugar en el que estaba, terminaría en el norte debido a azares del destino, para ser más exactos en la muralla de hielo donde fue entrenado y puesto como lord comandante a una joven edad gracias a sus capacidades y poder elemental, gracias a el y el protector del norte Kisaki Tetta se pudo salvar a mucha gente antes de que el peligro inminente alcanzara a los salvajes liderados por Hanma, Nahoya y Souta se reencontraron ya casi al final de la obra en la gran guerra, uno de ellos terminó muriendo para proteger al otro.

En un mes, solo pudo encontrar el actual paradero de los mercenarios contratados para secuestrarlos, la mano del rey había sido muy astuto y oculto hasta el mas mínimo rastro de su participación, pero no contaba con que yo no era el autentico Takemichi, sino alguien que ya había leído y revivido algunas memorias importantes del verdadero cuerpo, quien hubiera pensado que una historia que en su principio fue de amor tendría un trasfondo tan oscuro.

Masato Tachibana era un hombre que por poder, se caso con una mujer del norte y vivio ahi llegando a tener tres hijos, Hinata, Kisaki y Naoto, Kisaki fue el hijo que tuvo con una aventura, pero aun asi su esposa acepto al niño y fue educado de la misma manera que alguien de la familia pues se había casado con la hija del que era el lord protector del norte en ese entonces, al enterarse que ninguno de ellos heredó algún poder materno enloqueció y quiso deshacerse de los pequeños, pero aquella mujer que amaba a todos ellos por igual lo impidió, el pareció calmarse y dijo que quería un puesto en el palacio, por tradición tenia que llevarse a su hija con el, Hinata y Masato terminaron llegando al palacio cuando ella tenia solo seis años, nunca la trato bien y usaría a la pequeña como una catapulta hacia el poder de ser necesario, en ese año ella conoció a Takemichi y se hicieron grandes amigos, fue gracias a el que se entero que cuando ella cumpliera la edad adecuada seria casada con un anciano que ayudaría a la carrera de su padre, Takemichi con ayuda del maestro Kawata le informaron a la madre de la pequeña lo que ese hombre trataría de hacer, fue así como ella se separo de el y se llevo a la pequeña Hina de vuelta al norte, mas la pequeña jamás olvido el favor de su amigo y siempre estaba en contacto.

- Koko es hora de poner en marcha el plan

-Entendido jefe, ya la convenciste de ir ahí?

-Si, después de estas dos semana de darle mis razones parece que ya entro en razón

-Ya le había agarrado cariño a la enana 

Ya había transcurrido un mes del tiempo que tenia, llevaba viviendo dos meses en este cuerpo y muchas cosas no siguieron el curso de la trama original, yo fui quien cambio a gran escala esos escenarios, cuando los chicos conocieron a TN no tuvieron ese pinchazo al corazón, pero si le agarraron un gran cariño de hermanos mayores sobreprotectores en este tiempo, los Haitani iniciaron su entrenamiento con Wakasa y no fue fácil para ellos aprender literalmente desde cero como redirigir sus ataques y defensa, con su ayuda ambos mejoraron a gran escala, Inupi y Koko fueron conmigo a la oficina del maestro Sendo para aprender sobre la administración del reino, pero Inupi no era del todo bueno con eso, en una visita al señor Kawata el se quedaría fascinado con su trabajo y termino siendo como su pupilo, en cuanto a Ghost en todo este tiempo no causo problemas y fue aceptando de a poco a la gente, ahora ya no era pequeño y ya no lo podía cargar como antes.