capítulo tres.

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Al día siguiente, después de pasar tal vergüenza con aquel desconocido, Taehyung llegó bien temprano como de costumbre a la oficina. Presentía que sería un excelente día para él, no tenía que fingir ser alguien que no era, no iba a estar rodeado de gente ultra millonaria que lo iban a observar de forma despectiva, ni mucho menos volver a ver a los Jeon. Aunque, en realidad, ahora que lo pensaba... Solo logró ver al hermano mayor junto a su padre. No tuvo la dicha de conocer al menor de ellos, al contrario, pasó la mayor vergüenza de su vida con un completo desconocido. Aunque estaba bien, ¿No? No lo volvería a ver.

—Buenos días, Tae —saludó su compañero de trabajo.

—Buenos días, Hoseok. ¿Todo en orden?

Jung Hoseok era uno de los abogados de la empresa, quien siempre andaba rondando por ahí sin trabajo que hacer. Generalmente, sus horas de trabajo empezaban después de las dos de la tarde, donde los accionistas se reunían y comenzaban a dar ideas para innovar. Claro que todo tenía que estar bajo supervisión de un abogado para saber que todo sería legal. Mientras tanto, las primeras horas de la mañana, Hoseok las aprovechaba para coquetear con cuanta persona bonita se le cruzara. Eso incluía a Taehyung en su lista.

Cabe aclarar que Taehyung y él tenían una buena relación de amistad, después de todo, Hoseok fue quien lo había recomendado a la empresa una vez que terminó con los estudios en la universidad. Kim Taehyung siempre fue uno de los mejores de su clase.

—Todo bien. ¿Qué te parece si te invito a un cafecito de la cafetería? Este clima lo apetece.

Kim arrugó el rostro y negó.

—Sabes que odio el café —contestó, haciendo una mueca de disgusto, a lo que Hoseok rió.

—¿Ni porque soy yo quién va a invitarte? —sonríe coqueto.

Hoseok era así con todos. Al menos con los que el consideraba una bella pieza de arte. Taehyung era su amigo, pero eso no evitaba que le diese cumplidos de vez en cuando o tratara de seducirlo. Por supuesto, Taehyung dejó en claro desde el principio que no estaba interesado, pero Hoseok era así. Su filosofía era que todo lo bello merecía ser apreciado. Y por supuesto así era como se llevaba a la cama a muchos chicos y chicas de la empresa.

—¿Qué pasó con el chico de ayer? ¿Lo abandonaste ya? —Taehyung enarcó una ceja mientras se cruzaba de brazos, divertido.

—No me los vas a creer pero... ¡Él me abandonó a mí! ¿Cómo es eso posible? Nadie me rechaza... Excepto tú, claramente —Hoseok dramatizó un poco mientras ponía una mano en su pecho—. ¿Qué haré, Taehyung-ah? No lo conocía muy bien, pero me ha dejado con él corazón roto.

Taehyung soltó una carcajada. Casi siempre era al revés, él era el rompecorazones.

—¿Y qué puedo hacer yo?

—Dame cariño, necesito cariño de alguien —dice con los brazos extendidos—. Un beso estaría bien.

—Ni lo sueñes.

—Por eso digo que no... —Hoseok se dio por vencido mientras daba unos pasos hacia atrás, suspirando profundamente.

Taehyung se sintió mal por él, aunque sabía que pronto iba a conseguir una nueva presa y lo llenaría de flores y dulces con tal de tenerlo en su cama. Lo cierto es que, después de todo, era su amigo, y no era tan desalmado para negarle una salida.

—... Podía considerarlo si me invitas a un té verde. Si quieres ganarme, cómprame té; mucho té —sonrió amistosamente mientras lo codeaba.

—¿Y después viene el beso?

Taehyung agarró un folder que tenía en su escritorio y con el golpeó su cabeza. Un golpecito suave, puesto que sólo eran hojas y papeles. A lo que Hoseok solo soltó una risita.

—No soy uno de tus ligues.

—Que cruel eres, Taehyung-ah. Ni siquiera te apiadas de esta pobre alma en desgracia.

—Ya, ya. No seas llorón. Vamos de una vez. Esta vez será yo quien pague lo de la cafetería. Dejame invitarte por esta "gran decepción amorosa" —Taehyung rió y lo jaló del brazo, arrastrandolo por el pasillo.

—Te burlas por ahora, Taetae. Pero cuando estés realmente enamorado, vamos a ver si me dirás lo mismo —comentó.

—Bah, no tengo tiempo para buscar pareja, hyung. Además... Presiento que mi pareja será alguien como yo, de gustos sencillos, humilde, carismática. Ah, no tengo prisa por encontrarla aún, supongo que aparecerá gracias al destino —Hoseok sonrió, pero no dijo nada.

Para ser sincero, Taehyung aún tenía un muy bonito concepto de lo que era el amor. A como lo veía, él era el típico chico que deseaba encontrar la indicada para casarse con ella y tener hijos, su sueño a futuro era formar una familia y un hogar. Lo conocía lo suficientemente para saber que él se enamoraba con el corazón. Y desgraciadamente, así no eran las cosas.

Taehyung en algún momento tendría que sufrir y arrastrarse por alguien, solo así encontraría el significado de amar. Que envuelto de todas esas palabras bonitas y paisajes hermosos sobre la persona destinada, se encontraba el sufrimiento, y la tristeza. Solo así se apreciaba el verdadero significado de la palabra amor.

Por el momento, esperaba que siguiese así de feliz y carismático. Aunque nunca se lo dijera, él era la persona que le daba vida a la empresa, y la mayoría de empleados concordaban con ello.

who are you in the dark? ¡ kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora