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Estaba en un muy gran predicamento. Ese día, Nada estaba saliendo como el recordaba.

En aquel instante estaba sentado en el sofá de la sala, de la chica.

Luego del incidente de su uniforme la tormenta empeoró y ambos tuvieron que correr.
Para colmo Bakugo se resbaló al doblar una esquina y T/N al seguirle el paso no tuvo tiempo de frenar, chocaron y se calleron en un charco.

Si, todo estaba cambiando.
Y el rubio cenizo estaba sumamente nervioso.

Toma— la chica le extendió una toalla y un cambio de ropa— el baño está allá, deberías darte una ducha o te enfermaras—.

T/N se negaba a verlo a la cara, estaba sumamente apenada.

No hace falta idiota, me iré en cuanto pare de llover— se levantó dispuesto a irse, pero solo abrió la puerta la volvió a cerrar pues el aire empujó la lluvia empapandolo nuevamente— Dame eso!!

Inexpresiva dejo que el chico tomara la ropa de sus manos
Entro al baño para ducharse notando algo peculiar.

La pelinegra estaba en la cosina  preparando algo de  comer cuando...

—Por qué tienes ropa de hombre?—

La ojicafe desvío su atención la chico solo por un instante y luego continuo con su tarea

—La ropa de hombre es un poco más cómoda que la de mujer a veces— dijo sirviendo en dos platos— esa sudadera solo la use una vez y el pants es nuevo... Lamento lo de tu saco, enserio no fue mi intención—

De solo recordar el momento en el que vio los ojos carmín del chico no pudo evitar sonrojarse por los nervios que la invadieron al igual que en aquel momento.

Había Sido un accidente causado por la sorpresa que le causó el que el chico que unas horas hizo un desastre con ella hubiera aparecido para tener tal gesto con ella.

Se sentía tan apenada por perder el control que no quería ni verlo a los ojos y derrepente Pufff ahí estaba... Y no lo pudo evitar... Adiós saco...

Bakugo se mantenía inexpresivo por fuera pero por dentro se estaba cagando de risa al ver lo nerviosa que la ponía.

Siempre había Sido así de linda en la academia?

—Tsk, cómo sea, pediré otro más tarde— ambos empezaron a comer.

El carmín de sus ojos brillo cuál rubí al sol. Era el mismo sazón que ella le ponía a cada comida que preparaba cuando era su esposa.

Su corazón se aceleró y ahora era el quien estaba sonrojado.
La tenía ahí con el, comiendo como en aquellas meriendas luego de un largo día.

Cómo extrañaba esos momentos... Llegar y besarla... Que lo abrazara y hablarán de su día... De cuando llegaba la noche y dormían juntos...
Dos meses enteros sin tenerla cerca y solo Dios sabría cuánto añoraba tenerla para el solo...
La extrañaba

Bakugo, estás bien? Está muy picante?— Sus pensamientos se fueron al instante— No sabía si te gustaba el picante, lo hice como a mí me gusta. Te puedo preparar algo más si qui-...

Esta bien así, come y calla— Sus nervios estaban abflor de piel y su corazón no bajaba el ritmo. Cómo mierda había logrado enamorarla antes?— Tu padre no tiene problema con que este yo aquí?—.

—Mi padre no vive con Migo, se la pasa viajando, vivo sola desde los 14 así que no te preocupes—

—Crei que el había ido por ti a la escuela—

—Solo paso a despedirse y encontró un caos... Te dolió cuando...—

—Cuando me tiraste un edificio encima? A qué idiota no le dolería?—

—De hecho fueron dos (susurro)... Aahg lo siento—

—Ya déjalo, no soy tan débil como para no resistirlo, la pregunta es si tú estás bien luego de que yo te tirará un edificio encima— no estaba mintiendo, ahora sí estaba preocupado aunque en su vida pasada no.

—Jejeje estoy bien, recovery hace un trabajo increíble—.

Terminaron de comer y limpiaron todo.

La tormenta no paraba ni un poco... Al contrario empeoraba todavía más.

Ambos tomaron sus cosas y comenzaron a hacer sus deberes de la escuela.
Cuando la luz se fue.

El gris del cielo y la obscuridad que de la noche empezaron a dificultar su vista y la chica tuvo que sacar algunas velas para ponerlas en la mesa y que siguieran trabajando.

Bakugo había tenido que llamar a sus padres para avisarles dónde estaba y que volvería cuando pudiera pero a ese paso quizá no volvería.

Terminaron sus deberes y T/N le mostró un cuarto donde podría dormir.

Los teléfonos se habían quedado sin batería y llevaba una vela consigo para iluminar el lugar.

—Te puedes quedar aquí, si necesitas algo, estoy justo enfrente—

—Es mucha casa para ti sola, no?—

—Está casa solo es de alquiler, me iré en cuanto acabe el semestre—

Dijo ella dejando que Bakugo se instalará para aquella noche.

Por qué tenía ese trato con su padre?

¿No se suponía que eran héroes juntos en el futuro?

Realmente no sabía que estaba pasando, ahora sabía más que en el pasado y aún así se sentía perdido.

Eran las 11 de la noche y no podía dormir ya que sentía que muchas cosas se le habían escapado al conocerla.

No quería perderla, no otra vez...

Quizá podría haberla dejado ir en el pasado pero pensar en no tenerla en su vida otra vez era algo horrible.

Sentía que sería como si fuera a morir sino volviera a verla nunca más.

Tenía que pensar en algo. YA!!

Y una idea llegó a su cabeza en el momento que un trueno y un grito sacudieron la casa.

Se levantó y corrió hacia el cuarto de ella y la vio hecha bolita en su cama...
Otro recuerdo a medias... Y otro trueno le recordaron mejor que ....

⚡⛈️Ella le tenía miedo a los truenos ⚡⛈️

No pudo evitarlo, desde que conoció su secreto, el siempre lo hacía...

La abrazaba y consolaba hasta que la tormenta pasará o hasta que se quedará dormida.

Sus actos estaban cambiando todo y por más preocupado que estuviera, no podía dejarla sola cuando más la necesitaba.

—Tranquila, todo está bien... Estoy con tigo—

La chica se aferró a él enterrando su cabeza en su pecho...

—Katsuki, no me dejes, por favor... quédate con migo—

Extraño tanto escuchar su nombre de sus labios que lo único que pudo hacer fue estrecharla más fuerte sin llegar a lastimarla o estrujarla.

Cerro los ojos conteniendo sus emociones y dijo ...

—🧡 Siempre 💧—



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