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Aizawa: Sentados!!

Todos en sus lugares más quietos que estatuas estaban emocionados por el nuevo ciclo.

Empezarían la segunda mitad del curso de héroes.

Aizawa: Bien, entra ya.

El cabello negro de la chica se movía al compaz de sus pasos al dirigirse alfrente de la clase. 

Bakugo recordaba aquel momento por qué no le ponía atención a la recién llegada, pero ahora todo era diferente.

Su corazón se aceleró al verla de nuevo, era más joven al igual que él, tenía menos cicatrices pero los mismos ojos hermosos y la su sonrisa brillaba por su ausencia.

—Mi nombre es Shimura T/N, me transfirieron de la Shiketsu. No fue voluntario pero espero no tener problemas con ustedes.
Los ojos cafés viajaban de un lugar a otro en el aula hasta encontrar a aquel que parecía querer matarla con la mirada aunque la realidad fuera otra completamente.

Aizawa: Explica tu don.

—Es muy necesario?— El pelinegro asíntio— Mi don es "Deterioro" y "Deseo". Puedo deteriorar lo que toco a voluntad y cumplir deseos de otras personas— todos la miraban como si aquello fuera lo más extraño del mundo— es suficiente?.

El azabache mayor asíntio y le indico dónde podía sentarse.

En su momento Bakugo no le había prestado atención pero ahora después de todo lo que había pasado odiaba la idea de que se sentará al otro lado del salón.

A la hora del almuerzo todos salieron y Bakugo busco con la mirada aquella chica que tanto amaba.

Pero no estaba en la cafetería... No en el patio... Ni en el salón...

Bakugo: Dónde mierda te metiste idiota?

Subió a la azotea pues era el único lugar donde no había revisado y al abrir la puerta la escucho hablar por teléfono por lo cual se detuvo en el marco de la puerta para no interrumpir.

—Si papá... Tendré cuidado... Yo no quería venir aquí!!! Tu fuiste el que-... Pero no quiero ser un héroe... Si logro controlarlo antes de fin de curso puedo irme?... Bien, es un trato... Adiós pa' te quiero...— un suspiro salió de los labios de la chica que miraba hacia el patio— Vas a salir o te quedarás ahí todo el almuerzo?

Bakugo nunca se había topado con ella hasta mediados del curso pero en aquel momento quería aprovechar cualquier oportunidad para volver a su antigua vida.

Si podía hacer que ella nuevamente le cumpliera un deseo podría lograrlo...

Bakugo: Oye idiota, debo pedirte algo...

Lágrimas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora