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En el pasado Bakugo había despertado antes que ella y se había marchado ya que no quería verla por casi haberlo vencido...

Pero aquel día...
Cuando despertó no pudo evitar mirarla desde la camilla donde estaba acostado.
Inconsciente se veía tan delicada y frágil que nadie pensaría que su don fuera tan destructivo.

Se levantó y camino hasta ella quedando a un lado de su camilla.

Era tan hermosa como el último día que la vio en su vida pasada, se veía tan tranquila e incluso más feliz de lo que se veía generalmente en clases.

Aunque se llevaba bien con todos, no recordaba verla sonreír seguido, quizá por qué no le ponía mucha atención, pero aún así era muy diferente a su versión futura.

El entrenamiento de héroes a veces era demasiado y aquel fue el día en el que ella se había hecho una cicatriz en la frente. Solo una cortada que accidentalmente se había provocando por el derrumbe pero que le había importado poco ya que en aquel entonces no le llamaba suficiente la atención.

No pudo evitar quedar perdido en las facciones de su rostro. Retiro suavemente un mechón de cabello de su rostro dejando a la vista aquella herida que en su futuro serían cicatrices le encantaba besar.

Robarle un beso cruzo por su mente hasta que la puerta se abrió interrumpiendo cualquier acción del rubio.

Tomura: No le gusta que la toquen sin su consentimiento.

Al instante Bakugo giro y se encontró de frente con el peliazul.

No había parecido alguno entre la chica y su padre salvó por su don, fuera de ello,cualquiera dudaría que aquel empresario fuera su padre.

Tenko Shimura, conocido como Tomura Shigaraki, era uno de los empresarios más importantes de Japón por sus negocios de restauración y reconstrucción.

Si su don se dedicaba a destruir, tomaría la responsabilidad por reparar lo que se perdía.

Era importante entre los héroes y el gobierno ya que aunque no pertenecía a ninguno de los dos grupos, su intervención en desastres contra algunos villanos permitía que todos los daños materiales fueran restaurados en poco tiempo.

En su momento, se cruzó con el al salir por la puerta de la enfermería y la estar en la oficina de Aizawa justo después de que le dieran su castigo, el peliazul entro con la chica y Bakugo se retiro. Por lo cual nunca habían hablado.

Bakugo no sabía que decir pues ese momento nunca ocurrió en su pasado y no sabía si tenía repercusiones a futuro.

Había Sido cuidadoso intentando no mover el pasado con el fin de garantizar su futuro pero aquel día todo iba cambiar.

Pero... No sabía si a su favor o en su contra....

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