5.-
Esto no es tan extraño, Chūya incluso se encuentra un poco más confiado de que salga bien, ya que cuando eran adolescentes a veces pasarían a algún lugar a comer luego de terminar una misión, o irían a su ático para pedir algo de comida a domicilio mientras juegan alguna tontería en la consola, por lo que pedirle una cita e ir a un restaurante no es un problema tan grande, tal vez esté un poco nervioso y con las manos sudorosas dentro de los ahora pegajosos e incómodos guantes, pero ya se puso su traje y no se echará atrás ahora, incluso si siente que entrará en combustión.
—Oye, Dazai— llamó, mordiéndose la lengua para recordar no volver a intentar usar apodos cursis —¿Quieres ir a comer a un restaurante? Está cerca... Sólo si quieres, no es que me importe una mierda, pero ya que estoy vestido e hice una reserva ayer, pensé que podría interesarte, incluso tuve que sobornar a un tipo, seguro te habría hecho gracia escucharlo, si tienes algo más que hacer no importa, igual puedo ir solo, aunque por algo te lo estoy pidiendo, idiota, así que... ¿Quieres ir?—
...
Sí, eso definitivamente no funcionará y sólo será alimento de burlas por los próximos mil años, pensó mientras se miraba al espejo, arreglando las arrugas inexistentes en su camisa y dándose un último vistazo antes de salir en dirección a la sala de estar, donde se encuentra Dazai tirado en el sofá con el manual de suicidio en las manos, desviando su atención cuando vio a su novio (¿Lo son, verdad?) vestido de una forma más hortera de lo habitual.
—¿A dónde vamos?—
...
—¿¡Ha!? ¿¡Por qué asumes que irás conmigo!?—
Se cruzó de brazos, con un muy vago e imperceptible tono de rosa en las mejillas; al menos no tendrá que hacer todo el vergonzoso pedido y demás, pero es un poco humillante que sea tan obvio con sus intenciones, además de la infantil molestia que acompañó al hecho de casi no haber podido dormir por pensar en cómo preguntarle para que al final todo resultase de esta manera, aunque no lo esperaría de forma diferente cuando se trata del castaño, este era el resultado más probable.
—¿Empiezo por tu ropa hortera, lo rojo que estás, tus pulsaciones aceleradas, o la evidente búsqueda de restaurantes que dejaste a plena vista en tu computadora~?—
La risa que acompañó a esa declaración fue suficiente para hacerlo querer enterrarse tres metros bajo tierra por su propia estupidez al creer pasar desapercibido, y a Dazai también, por ser Dazai, pero recapacitó al darse cuenta de que es eso lo que este en realidad querría, dejándolo con la única opción de rodar los ojos con un suspiro exasperado y continuar con su plan de salir con el ridículo de su novio (¡Son novios, maldita sea, no debería estar tan nervioso!).
—¿Entonces por qué aún no te has vestido?—
—Estaba esperando que Chūya se arrepintiera—
La burla era clara y el mencionado lo tomó como tal, pero fue una declaración relativamente honesta, sin embargo, no hizo esperar más al chibi para dirigirse a la habitación y cambiarse a un traje negro en su totalidad con una corbata roja, combinando con el rojo en la camisa ajena y el negro del saco, colocándose un par de mechones tras la oreja antes de salir juntos hacia el auto de Chūya.
Todo iba bien, tan bien que tal vez esa debió ser la advertencia principal para el más bajo, pero decidió ignorar todos sus instintos para poder disfrutar con plenitud de toda esta situación, sintiendo calidez al nunca haber imaginado que llegaría el día en que estaría con Osamu Dazai como su pareja oficial comiendo en un restaurante, sin ningún motivo en particular además del pasar tiempo juntos porque se aman, el pensamiento tan repentino y meloso lo hizo avergonzarse por lo débil que es con la caballa, quien probablemente ni siquiera esté pensando demasiado en esta salida.
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I... Love You? I Love You!
أدب الهواةDazai Osamu y Nakahara Chūya han comenzado una relación, sin embargo, no sienten que las cosas hayan cambiado realmente en lo que respecta a su asociación, lo cual es en parte bueno, pero... -"Desean hacer cosas de pareja"- Chūya decide seguir los c...