Solangelo: la pimera cita

Esto es un sueño, tiene que serlo

Narra Nico

En el momento en el que Will me besó, yo no sabía como reaccionar así que simplemente dejé que me besase.

Mi mente estaba confusa, era mi primer beso así que no sabía como sentirme.

Mi estómago daba vueltas, mi mente se sentía a punto de explotar, mis manos temblaban por los nervios.

El beso se sintió genial.

Cuando nos separamos, lo único que pude hacer fue sonreír.

Will estaba rojo como un tomate pero, al ver mi sonrisa, él también sonrió.

Tenía una sonrisa preciosa, sus dientes blancos contrastaban con su piel bronceada y con su pelo rubio.

Ya le habían visto sonreír antes, pero nunca de esta manera.

En ese momento arrancó una fresa y me preguntó- ¿Estás seguro de que no quieres una?-

Yo simplemente sonreí y volví a negar con la cabeza- Dioses, Will, Miranda y Katie te van a matar cuando descubran que has estado comiendo las fresas.- Él se rió.

Yo seguía sin creer lo que había pasado, ¡Will Solace me había besado!

Esto debía ser un sueño, no podía ser cierto, era demasiado bueno para ser verdad, Clovis, el jefe de la cabaña de Hipnos, debía de estar manipulando mi sueño porque no creía que esto hubiese pasado.

-¿Will?- Pregunté, nervioso- ¿Si?- Me respondió mi novio.

Tomé aire, nervioso, antes de responder con otra pregunta- ¿Acabas de besarme o es todo un sueño?-

En ese momento, Will sonrió, me sujetó suavemente la cara, acercó su rostro al mío y me volvió a besar suavemente en los labios.

-Si, te besé, y dos veces por si una no era demasiado.- Dijo él, sonriente.

Yo sentía que estaba muy sonrojado, de verdad yo no creía que eso estuviese pasando.

En ese momento, lo único que pude decir fue -Tus labios saben a fresa, Solace.-

Ahora lo pienso y no se ni porque lo dije, pero fue lo único que pude decir.

Él solo se rió y me dijo- Lo se, Calaverita, lo se.-