VI

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1 día

Ese día, había amanecido como nunca, sentía que tenía energía, la energía que no tuvo la semana entera, se sentía vivo, se miró al espejo y el color de su piel había vuelto, sentía su cuerpo cálido como antes, si ese era un sueño, no quería despertar.

— Cherry, Buenos días! —

Vio por el reflejo del espejo al pelirosa que le devolvió la mirada sorprendido y luego preocupado, por un momento vio al adolescente de 16 años entrando por primera vez al hospital, con una sonrisa inocente y ojos llenos de vida, quería llorar mas no lo hizo.

— Buenos días Kojiro, hoy... Tengamos un excelente día, pediré el día libre, alístate — y si más salió del cuarto, dejando a su paciente más que contento, sin saber que detrás de su puerta el enfermero lloraba en silencio.

...

— Entonces ¿A dónde iremos hoy? —

Caminaban por las calles de la iluminada cuidad, el suave viento primaveral movía sus rizos y los largos cabellos del pelirosa.

— Hoy iremos a un parque de diversiones —

— Genial, nunca fui a uno ¿sabes? — esta era quizá su última oportunidad de estar en uno.

Al llegar lo primero que hicieron fue comprar los boletos para los juegos. 

Primero pasearon por el lugar viendo a subir primero, los carritos chocones fue su primera parada, cada vez que los autos chocaban Koaru sentía que su alma salía de su cuerpo pero la sonrisa contraria valía la pena, luego dispararon pitolas de agua haciendo caer un patos de ule, el menor había conseguido un peluche de mono como premio y se lo regaló al mayor que aceptó gustoso.

Cuando el hambre los atacó fueron a un puesto de comida del parque, comparieron unos emparedados y malteadas, el lugar tenía un ambiente cómodo, había familias y parejas, todas siendo observadas disimuladamente por Kojiro que tenía una mirada llena de anhelo, poco a poco iba oscureciendo así que decidieron gastar los tickets que les quedaba, hasta por último subir a la rueda de la fortuna, el peliverde se veía claramente emocionado, miraba todo con atención y no perdía un detalle queriendo guarda todo en su memoria.

— Es la parte más alta, es- —

— ¡Brillante! Todo se ve pequeño desde aquí, parecen hormiguitas — 

Brillante, eran el destello en los ojos de ambos, en Kojiro por descurbrir algo nuevo y a Kaoru se le acumulaban las lágrimas, disimuladamente se limpio los ojos con la manga de su sueter y sonrió.

— vamos Kojiro, el día terminó por hoy —

Lo tomó de la mano cual niño, y bajaron del cubículo en donde estaban, caminaron cerca de un muelle y viendo la luna y escuchando las olas golpear con la orilla, ni uno hablaba y no era incómodo, bajaron, se quitaron los zapatos y se sentaron en la arena.

— Kaoru, tengo algo que darte —

El pelirosa lo miró y por alguna razón en los orbes color vino se encontró descubierto, se sintió nervioso porque quizá el moreno sabía que ocultaba sus resultados.

— cierra los ojos un momento — a pesar de todo hizo caso y las lágrimas que guardó se desabordaron cuando sintió algo siendo puesto en su dedo, no espero si quiera alguna palabra del contrario y se lanzó a sus brazos, se quedaron un momento así con el arrullo del silencio y las olas, la luna y el sonido lejano de las gaviotas.

Esa noche se marcó una promesa silenciosa, no hubo palabras, solo un anillo de papel entrelazando formando una unión de la cual solo dos corazones silenciosos fueron testigo...








— ¡Cherry! Perdón... por llegar tarde, estaba en una práctica... —

— No te preocupes acabo de llegar —

— No mientas... tus ojos están llorosos... — dijo el joven entrecortadamente.

— No debiste correr de esa manera, respira —

— Tengo... mi... inhalador —

El día era soleado, el se anteponía a las nubes y deslumbraba, habían pasado años, y el anillo de papel seguía intacto en su dedo anular de su mano izquiera siendo un anillo de promesa.

— Mira — 

Miya, el niño que Kojiro conoció se hizo grande, tenía todavía el skate que  le había regalado.

— le agregué algo al diseño del skate —

— Son.. flores de sakura — dijo conmovido — ujum, solo lo vi una vez pero nunca se me va a olvidar quien era, todavía recuerdo su sonrisa y su cabello verde, puse las flores porque me recuerdan a ti, así los tengo a los dos cerca — 

— Eso es muy tierno y considera de tu parte Miya — 

El mayor le acarició la cabeza y en ese momento una mariposa se posó sobre su mano, esta se quedó allí un instante y luego voló cerca suyo.

— Cherry ¿tú crees que Kojiro nos este viendo de donde sea que esté? —

El pelirosa aún viendo el recorrido de la mariposa se las arregló para responder.

— por supuesto, de eso no lo dudes Miya —

Por si no se entendió, intenté aplicar lo que se llama "Lucidez terminal" es cuando un paciente en estado terminal, se siente bien o empieza a caminar, hablar, si no podía, todavía falta un extra así que esperenloo, muchas gracias las personas que...

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Por si no se entendió, intenté aplicar lo que se llama "Lucidez terminal" es cuando un paciente en estado terminal, se siente bien o empieza a caminar, hablar, si no podía, todavía falta un extra así que esperenloo, muchas gracias las personas que leen y votan!

Valentinadeil🍒✨

ANGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora