1 mesNuevamente había ido a su chequeo y como la otra vez, Kaoru no había querido mostrarselo, solo le dijo que era lo de siempre y terminó olvidándolo eventualmente, las salidas no eran tan recurrentes como el mes pasado, el enfermero pelirosa fue asignado a otros pacientes y aunque se quiso negar, no podía, después de todo, era su trabajo, igual lo iba a visitar y se quedaba hasta que se durmiera, dejando un beso en su frente y diciéndole lo mucho que lo quería.
El invierno partió dando vida a la primavera, Kojiro descubrió algo que le gustaba mucho y eran las flores, verlas florecer luego de la nieve, le había pensar en cuan maravillosa era la naturaleza, cuando Kaoru no podía ir a verlo se quedaba en la habitación viendo televisión o a veces dibujaba, le gustaba dibujar a Cherry y su linda sonrisa.
Y eso hacia justamente ahora, sin embargo se le había acabado las hojas, se levantó y revisó las gavetas esperando encontrar hojas blancas y entre ese tumulto encontró más de lo que buscaba.
...
Si algo que Kojiro no había hecho nunca era convivir con niños, pero esa tarde un pequeño niño de cabellera negra y ojos gatunos se coló a su habitación.
— Hola ¿Te has perdido? — preguntó de forma suave, el niño solo asintió un poco cohibido, pero avanzó hasta la cama en donde se encontraba.
— ¿Te duele?— preguntó el pelinegro curioso señalando la intravenosa que tenía en la mano — bueno, sí un poco, pero soy valiente — respondió haciendo una pose con sus brazos sacando una carcajada al infante.
— ¿Cómo te llamas? Yo me Kojiro Nanjo —
— Miya Chinen, tengo 7 años —
— ¿Qué haces en el hospital Miya? —
— Tengo asma y vine por mi chequeo ¿Y tú? —
El moreno dudó un poco en responder.
— Bueno, estoy enfermo y por eso me tengo que quedar aquí —
Miya no dijo más y Kojiro pensó que se iría, sin embargo no, el bajito fue y se subió a su cama, le sonrió haciendo ver que le faltaban 2 dientecitos.
— ¡Entonces seamos amigos!, vendré a visitarte cada que venga —
Pasaron gran parte de la tarde jugando con las cosas que Kojiro tenía en su habitación, una de esas era su skate, antes de ser ingresado al moreno le gustaba el skateboarding, subió a Miya y le ayudaba con el equilibrio, al niño le encantó, ya que le pidió con ojos llorosos que si se lo podía regalar y quien era él para negarse, esperaba que el pequeño pelinegro le de un buen uso.
— ¡¿Qué haces tocando a mi hijo?! —
Un grito interrumpió el juego de ambos y Kaoru se asomó a ver que pasaba algo aturdido, la señora Chinen sabía quien era el joven que estaba tocando a su hijo, era un enfermo terminal y no quería que este cerca ni un poco de él, se acercó y lo arrebató de los brazos de Kojiro de manera molesta.
— ¡Aléjate enfermo, no toques a mi hijo, quien sabe y ya lo contagiaste! — dijo de manera despectiva, a todo esto el pequeño pelinegro no entendía lo que pasaba y los miraba también pero con ojos tristes, quería volver con su amigo.
— L-Lo siento, pero yo no- — igual el más alto intento explicarle que su enfermedad no era contagiosa y no tenía de que preocuparse.
— No me importa, aléjate, estás enfermo, estás sucio — terminó de decir y sin esperar respuesta salió con Miya en brazos, Kaoru se mantuvo al margen pero ni bien la señora Chinen salió, entró a la habitación, los ojos color vino se vieron cristalizados y no esperó para abrazarlo y acunarlo en su pecho.
— Shh shh, eso es mentira, tu sabes que eso no es verdad —
— Lose pero duele —
Esa tarde Kojiro se rompió un poco y comprendió que no sería visto como alguien normal, no como la gente que veía fuera del hospital, que reía, tenía amigos y... vivía, cada día era difícil sonreír, pero lo intentaba.

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ANGEL
FanficEl tiempo fue injusto para nosotros. - Capítulos cortos - Angst ValentinaDeil🍒✨