"Incluso si eres una mala persona no me importa, porqué eres tú".
Shim Jaeyoon, mejor conocido como Jake, tiene una buena reputación, pues es amable con todas las personas, amigable, un buen estudiante, además es el capitán del equipo de basquetbol...
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Octubre, 2022. (Minji)
Mi vida resumida en una palabra sería problema, sin dudarlo por un segundo. Desde que nací lo único que recuerdo son problemas, parece que a cada paso que doy un nuevo problema aparece, incluso yo soy un maldito problema, y ya estoy acostumbrada a ello, a que me digan la verdad de que soy un jodido problema de la sociedad. Un par de veces he pensado que tenerme aquí en este mundo es un error, no es que sea una maldita suicida, o algo así, es solo la verdad. Al menos es lo que las personas piensan de mí, soy un problema. Y quizás de qué tanto de qué te lo repiten, comienzas a ver la verdad de esas palabras.
Sé que para los chicos, incluso para algunas chicas soy muy atractiva, sexy y deseable. Así que simplemente hago que ellos me ansíen aún más, es divertido jugar con los chicos, con ellos no me siento nada mal por ilusionarlos y tratarlos mal, de hecho amaba recibir atención por parte de ellos. Amaba sentirme amada.
Mi reputación es una mierda, eso lo sé bien. Hay cientos de rumores que acompañan mi nombre no me importa realmente, ya estoy muy acostumbrada a que me llamen "perra, zorra, fácil, incluso prostituta". No me importa. Además, gran parte de esos rumores son falsos, los chicos inventan demasiadas cosas, pero las personas deciden creerles a los hombres, por la estúpida razón de que ellos tienen un pene. El mundo es una mierda, y quizás la única forma de sobrevivir a este asqueroso mundo es siendo tan mierda como él. Eso me ha funcionado, sigo aquí.
—Hoy tengo que ver a Heeseung, en el parque. No quiero ir— confesé.
—Lo lógico sería decirte, no vayas. Disfruta de tu libertad, de la poca que aún te queda— respondió el señor Han.
El señor Han para mí era una de las pocas personas que yo quería. Que yo realmente estimaba. Hasta el momento solo dos personas, o quizás tres, se habían ganado mi cariño sincero. Aunque, bueno, una de ellas ya no está, y la tercer persona, mi madre, era difícil describir lo que sentía por ella. Había ocaciones que yo la amaba demasiado, cuando ella verdaderamente se comportaba como mi madre. Pero, en otras ocasiones era la persona que yo más odiaba en el mundo. Mi relación con mi madre era extraña y mucho.
Por otro lado estaba el señor Han, a él lo podría catalogar como mi niñero, me cuido desde que tengo memoria. Él me ha demostrado un gran cariño y yo también he generado un gran cariño hacia él. Con el tiempo entendí que el señor Han perdió a su esposa e hija cuando la mujer una iba a dar a luz. Así que él necesitaba una hija y yo necesitaba un padre, ambos nos complementábamos.
—Sí, pero tengo que ir, quiera o no. A veces me siento como en una cárcel.
—¿Realmente no has intentado que él te llegara a gustar?
—No lo he intentado. Aunque, supongo que esa emoción llega así, sin más. No lo sé.
—Lo entiendo. Pero, ¿crees que tanto tiempo pueda durar un encaprichamiento?— preguntó.
