Jennie preguntó mientras se abrigaba lo poco que podía con su suéter color marrón, aquel día después del trabajo Lisa tomó a la fuerza a la omega y la llevo con ella, ambas estaban en el centro comercial y Jennie no entendía porque la había llevado ahí.
ㅡVoy a pagar miles de dólares para que te hagan una transformación, eso hacemos aquí ㅡdijo la Alfa sonriente y muy convencida de su plan.
ㅡ¿Qué? ㅡJennie preguntó sin entender.ㅡ A ver, no, no, Lisa acepté ayudarte, pero no, nada de eso.
Se negó una y otra vez, sí, estaba dispuesta a ayudarla, iría con ella a una cita para conocer a la tal omega de nombre Jihyo, le explicaría lo de su divorcio y listo, sólo eso. Pero no veía el porqué hacerse un cambio de look.
No sé sentía fea y tampoco sentía que no pudiera causar una gran impresión, no quería desperdiciar dinero en algo tan tonto.
ㅡNo te preocupes, yo pagaré todo ㅡafirmó la Alfa, imaginando que tal vez Jennie no era esa clase de personas codiciosas.
ㅡExactamente, ¿qué le dijiste sobre tu ex esposa a Jihyo? ㅡpreguntó haciéndose una idea, antes de que Lisa contestara a su pregunta se adelantó a decirㅡ Por favor, dime que no le dijiste que me llamó Roseanne.
Lisa frunció las cejas al escuchar aquello y lanzó una risa.ㅡ Por supuesto que no, fuiste la primer persona que se me vino a la mente así que le dije tu nombre.
Jennie suspiró, soportaría ayudarla, pero no soportaría fingir ser Rosé, no había conocido de todo bien a esa chica, es decir, se conocieron en la universidad, se veían y hablaban muy poco. Jennie conoció a BamBam a través de un trabajo escolar, pero aquel chico y ella nunca congeniaron como tal, también lo mismo con Lisa, se veían, se saludaban y todo lo normal, pero nunca le presto atención como tal ya que la Alfa estaba demasiado ocupada amando a Rosé.
Y Jennie nunca admitió que siempre despreció ver a la parejita en su nido de amor, pues a ella le parecía exagerado ver la manera tan empalagosa en la que ambas chicas se daban amor.
ㅡTambién le dije que eras una cazafortunas, que me obligabas a darte mucho dinero y eras arrogante ㅡJennie la miró boquiabierta e indignadaㅡ Ah, y que me engañaste con mi hermano.
ㅡ¡Lisa! ㅡgruñó alterada, ¿cómo era posible que la haya puesto en una mala posición?ㅡ ¿Por qué dijiste todo eso?
ㅡTenía que hacerlo creíble, por qué, ¿quien se divorciaría de una omega que la ama, la trata bien y le da mucho amor? efectivamente tenía que hacerte ver como Cruella de vil ㅡdijo sonriente y como esperó, un golpe se impactó en su hombro derecho.ㅡ Auch.
ㅡMuy bien, pero sacaré provecho de esto, es tu precio a pagar por hacerme ver como una tonta ㅡdijo mientras apresuraba su paso a cualquiera de las tiendas.
Lisa sonrió fugazmente, al inició creyó que tal vez convencer a Jennie sería difícil y que tal vez le costaría una patada en los bajos, aunque no sabía exactamente la razón por la que la castaña había aceptado sin tanto esfuerzo, le estaba eternamente agradecido.
Lisa juraba sentirse atraída por Jihyo, era una omega muy linda, de mejillas lindas, no tan lindas como las de Jennie, pero sus mejillas se notaban mucho más cuando sonreía, aquella noche en el bar las pocas horas que estuvieron hablando la hizo sentir cómoda.
La tarde fue agradable, con una Jennie comprando varias cosas, desde que zapatos, vestidos, pantalones, chaquetas y medias, las cuales Lisa no admitiría que se le veían muy bien.
ㅡ¿Qué se supone que es eso? ㅡLisa preguntó viendo como la pequeña omega de cabellos castaños salía mostrando un Kimono de color verde pistache.ㅡ Es alguna clase de trapeador ¿o qué?, mi abuela cabe en esa cosa.
ㅡEs un kimono, mucha gente lo utiliza, deberías expandir tus horizontes ㅡregañó la omega.
ㅡAy si tu, expandir mis bolas, esa es exactamente la razón por la que nos estamos divorciando ㅡcontestó Lisa.
La empleada abrió la boca impresionada por la respuesta de aquella Alfa, jamás le había tocado ver a una mujer que fuera tan grosera con su omega, principalmente alguien que venía junto con su omega y le compraba demasiadas cosas caras.
ㅡSabe, tengo un bolso que combina con ese Kimono, debería llevarselo ㅡdijo la omega.
Lisa rodó los ojos al escuchar aquello y también al ver como Jennie aceptaba con gusto, vio la pequeña sonrisa de la castaña, la cual se miraba triunfante.
ㅡGenial, las omegas se unen para acabar con mi dinero, muy bien pensado ㅡJennie lanzó una carcajada al escuchar aquello mientras cubría con sus manitos sus dientes.
ㅡTú te metiste en esto, Lisa ㅡdijo riendo mientras se sentaba su lado y su sonrisa no cesaba.
Eran de esos momentos en los que ambas se la pasaban bien, entre bromas y malos tratos. Lisa descubrió que las mejillas de Jennie tomaban un color rojizo cuando sonreía de más y le agradó verla así de feliz.
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