Las bromas pudieron haber parado, pero fue algo que ninguna de las dos quería. Y a Jennie no le importaba en absoluto que Jihyo estuviera ahí viéndolas con una sonrisa apenada en el rostro.
ㅡSólo imagina que estás tratando de aventar dardos ㅡJennie dijo mientras movía sus manos simulando las lanzadas. ㅡ Pero en vez de eso lo único que obtienes es un espagueti remojado.
Jihyo rió bajito, tratando de no romper en carcajadas por las explicaciones de Jennie. Lisa llegó a su límite en esos momentos y observo con una mirada de advertencia a su "ex esposa".
ㅡSolo que, a mi espagueti no le gustaba las albóndigas que le servían eran algo... ásperas ㅡdijo mirando a Jennie, quien desde luego había quitado la sonrisa en su rostro al escuchar a Lisa decir eso.
ㅡAh, que raro, muchos alfas han dicho que les he servido las mejores albóndigas ㅡcontestó en forma desafiante la pequeña omega.
ㅡPues debieron ser muchos vagabundos, ya sabes, ellos se comen lo que sea ㅡLisa contestó sintiéndose ganadora de aquella batalla. Pero era algo que ninguna de las dos iba a dejar pasarㅡ Lo gracioso es que todavía recuerdes a todos los hombres con los que tuviste algo, con tantas pastillas en tu sistema.
Jennie entrecerró sus ojos lanzando una mirada de amenaza a la Alfa, la cual sin pena alguna comenzó a decir imprudencias haciéndola ver como una adicta a las pastillas.
Jennie llegó a su límite.
ㅡBueno, tenía que hacer algo para distraerme mientras está se sentaba en el baño por horas, lidiando con su síndrome de intestino irritable.
ㅡ¿Ahora tengo otro desorden?
Jennie ignoró su pregunta, se volvió hacia Jihyo la cual aún seguía sin decir nada y trataba de aguantar la risa.
ㅡTe digo una cosa, tuve que pasar la noche de nuestra boda en la cama mientras escuchaba una sinfonía submarina de cornos franceses y trompetas ㅡJihyo frunció las cejas al escuchar aquelloㅡ, que venían del baño de la habitación, mezcla eso con el aroma de un gato callejero con unas pajitas y ugh, te mueres.
Lisa también llegó a su límite.
Sin pensarlo dos veces lanzó una patada por debajo de la mesa tratando de parar lo que Jennie estaba diciendo, sin embargo, la patada se estrelló contra la pierna de Jihyo.
ㅡ¡Ah! Lisa ¿por qué hiciste eso? ㅡgruñó la omega pelirroja haciendo un leve puchero.
ㅡ¿Qué? no, no, fue ella, fue Jennie ㅡdijo apuntando a la rubiaㅡ Es uno de sus hábitos por ingerir tantas pastillas...
Jennie abrió la boca dispuesto a protestar, pero la mirada que Lisa le dio lo hizo retractarse y solo volteó a mirar a Jihyo fingiendo pena.
ㅡSi, si, lo siento... es algo que yo hago a veces, es un efecto secundario de las pastillas ㅡdijo, la rubia lanzó ahora una patada la cual le dio cerca de entrepierna a Lisa.
ㅡ¡Ay! Jalisco… ㅡ La alfa no pudo evitar lanzar un grito al sentir aquella patada.
ㅡLo siento mucho, Jihyo ㅡse disculpó la rubia, la omega le sonrió amablemente.
ㅡNo te preocupes, de verdad.
Jennie dejó de sonreír al sentir que todo se estaba saliendo de control, se supone que sería una cita normal, pero todo terminó tomando un rumbo extraño en lo que lo único que hicieron Lisa y ella fueron pelear y crearse anécdotas tontas.
Cuando el final de la cena llegó, las tres salieron de aquel lugar, por supuesto Jennie aprovechó el dinero que Lisa le había dado y no sólo se había teñido el cabello, sino también había rentado una limusina.
ㅡHenderson, sube al auto ㅡle gritó al chófer fingiendo superioridad.
El hombre mayor, el cual era un Alfa se acercó y le susurró ㅡ¿Por qué me llama Henderson?
ㅡSígueme la corriente. ㅡle murmuró.
No sabía su nombre y nunca se detuvo a preguntárselo, así que decidió tomar el primer nombre que se le vino a la cabeza, el chófer algo confundido dio la vuelta para comenzar a encender la limusina.
ㅡJihyo ㅡhabló Jennie sonriente ㅡ, fue todo un gusto conocerte y esperó no haberte asustado con las pequeñas anécdotas, la verdad es que me divertí y no cabe duda que eres la omega indicada para esta alfa.
La pelirroja sonrió enternecida, aquella omega era demasiado amable y linda, sobre todo divertida, para nada comparado con lo que Lisa le había dicho.
ㅡMuchas gracias, me divertí mucho también...
ㅡBueno, ya tienes que irte, adiós ㅡse apresuró a decir Lisa echando con un pequeño empujón a la pelirroja.
Sin embargo, el celular de Jennie comenzó a sonar fuertemente logrando llamar la atención de aquellas dos, la rubia no tenía pensado contestar, pero en cuanto vio de quien se trataba atendió la llamada rápidamente.
ㅡHola... ¿Yeonjun?
Lisa la miró intentando llamar su atención aclarando su garganta sonoramente para que la escuchará.
ㅡMuy bien, pásame a la niñera. ¿Es broma, cielo? ya sabes lo que opino de que vendas cosas de tu hermano por internet, no, no, Yeonjun cuando llegue a casa voy a hablar muy seriamente contigo señorito.
Lisa suspiró, sintiendo en segundos la fuerte mirada de Jihyo sobre ella, si todo el plan estaba saliendo de maravilla, definitivamente ahora se había complicado mucho más.
Jennie cayó en cuenta cuando colgó, miró rápidamente a las dos chicas frente a ella y sonrió con credulidad.
ㅡYo... tengo que irme, adiós.
Y huyó, dejando a un Lisa con un gran problema.
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