Jennie estaba enojada e incómoda, no podía hacer nada más que pensar que todo se estaba saliendo de control, ya no era una pequeña mentira, ya no era un pequeña salida para conocer a la omega de Lisa, no, ahora tendrían que fingir ser una ex pareja de esposad por dos semanas en un hotel en Hawái.
No había nada peor que eso.
ㅡOye, no me culpes a mi ㅡhabló Lisa mientras la observaba igual de incómodaㅡ Si alguien no hubiera abierto la boca para decir lo de Hawái, no estaríamos aquí.
ㅡVi la oportunidad y la aproveché ㅡdijo Beomgyu con una tierna sonrisa, su madre en realidad nunca tenía tiempo para ellos, estaba demasiado ocupada haciendo cualquier otra cosa.
Les había prometido llevarlos a Hawái para hacerlos nadar con delfines y habían pasado ya dos años desde aquella promesa, y nunca los llevo.
ㅡNo culpes a mis hijos, ¿de acuerdo?ㅡ sentenció Jennieㅡ La única que tiene la culpa aquí eres tú.
Lisa rodó los ojos sintiéndose abrumada con toda la situación, porque Jennie tenía razón, la pequeña mentira se había salido un poco de control. Y ahora estaban todos juntos en el aeropuerto esperando por su avión para llegar a Hawái.
ㅡVamos, Jennie, perdón ㅡdijo la Alfa mientras hacía un puchero viéndose adorableㅡ Algún día te lo recompensaré, además... no podríamos estar peor.
ㅡ¡Jennie, Lisa! ㅡel grito de BamBam los sacó de su pequeña plática, ambas voltearon rápidamente hacía el lugar en el que venía el omega, Bam venía con una maleta y unos extraños lentes redondos, los cuales hacían resaltar sus ojos como unos platos.
ㅡAy no… ㅡJennie frunció el ceño mientras hacía un puchero, había olvidado el pequeño detalle de que BamBam era su "amante" ahora.
Justo en ese momento, Jihyo llegó encontrándose con aquel otro omega.
ㅡ¡B-BamBam...! ㅡLisa fingió emociónㅡ Que bueno que llegas.
ㅡ¡Por supuesto! tenía que venir, no sería un viaje familiar sin el esposo ¿o sí? ㅡdijo sonriente ante la pelirroja, el cual no entendía lo que pasaba.
ㅡOh, Jihyo, él es... BamBam, el nuevo esposo de Jennie y mi hermano por supuesto ㅡLisa dijo.
El omega saludó muy alegremente a la pelirroja, quien también le dio una linda sonrisa.
ㅡSí, es muy importante... que los niños sientan que somos una familia muy unida, así el dolor disminuye poco a poco y se van adaptando ㅡBam dijo mientras tomaba la cintura de Jennie. La rubia rió cínicamente y apartó la mano del otro omega de su cintura.
ㅡEh si, si... yo... voy a llevarlo un segundo ㅡtomó la mano del omega y la jaló hasta un lugar más apartado de donde estaban Lisa y Jihyoㅡ Mierda, BamBam, ¿por qué estás aquí?
ㅡLo siento, yo... necesitaba venir, si me quedo ahí me matarán...
ㅡ¿Por qué? ㅡJennie chilló en forma de queja.
ㅡEs que yo, me metí en un pequeño problema ㅡcontestóㅡ P-pero prometo que nada se saldrá de control.
Jennie lo miró confundido al ver que ni siquiera lo estaba viendo y estaba hablando con las maletas. Tomó su mentón e hizo que lo viera.
ㅡ¿A quien carajo le estás hablando?
ㅡ¡Lo siento! no veo nada con estos lentes ㅡEl castaño se quitó aquellos lentes redondos.
La rubia lo soltó mientras se cruzaba de brazos y miraba amenazante a la Alfa pelinegra, la cual le sonría con fingida inocencia. Ahora tendría que aguantar al hermano de aquella Alfa, no era ningún secreto que BamBam podía acabar con su paciencia en menos de un minuto, y fingir que eran esposos no estaba dentro de sus planes.
Las horas pasaron en aquel avión, Jennie tuvo que aguantar las mil y un preguntas que BamBam le hacía y sus ocurrencias, tanto que quiso cubrir su boca con cinta adhesiva. Sin embargo, hubo un momento exacto en el avión en que su mirada no se apartó de la Alfa.
Lisa estaba sentada junto con Jihyo, pero la omega estaba dormida sobre su hombro, y sus hijos estaban justo al frente de ellas, observó cómo la mayor en un intento de querer dormir terminó jugando con sus hijos. Una sonrisa sincera se asomó por sus labios al ver aquella escena.
Lisa era temperamental, un momento estaba feliz haciendo bromas y divirtiéndose, y al otro estaba regañándote y enojada.
Pero se sintió tan feliz de ver como Lisa hacía incluso sonreír a sus hijos, siempre que esos dos niños se encontraban con la Alfa terminaban molestándose mutuamente. Eso de alguna manera alivianaba a sus hijos y podían llegar a considerar a Lisa como una segunda madre, la cual los regañaba y les hacía bromas pesadas.
Porque sus hijos siempre necesitaban de su madre, pero lamentablemente aquella alfa ya no se acordaba de ellos.
Poco después sintió a alguien sentarse a su lado, en el asiento vacío. Jennie miró la pelinegra la cual sin problema alguno llevó una de sus grandes manos al cabello rubio de Jennie y acarició con ternura aquel lugar.
ㅡ¿Ahora qué tienes? ㅡJennie preguntó confundida.
ㅡNada... sólo quería venir a decirte que lo siento ㅡdijo sonriéndole tranquilamenteㅡ Te he metido en un gran problema, pero si todo sale bien, en unas cuantas semanas todo se resolverá.
ㅡLisa no es necesario que pidas disculpas todo el tiempo ㅡrespondió la menorㅡ Sólo... cumple tu promesa y lleva a mis hijos a nadar con los delfines. Es lo único que pido que hagas.
Lisa le sonrió suavemente mientras asentía, ella entendía perfectamente que a Jennie le dolía demasiado que la alfa olvidará a sus hijos y de las mil promesas que les había hecho, sabía que para Jennie era todo un martirio ser una madre soltera.
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