My prince (AmonxLart)

III

Los reyes habían decidido de poner a ambos niños en cuartos separados, ya que a pesar de se a penas unos revisan nacidos, necesitaban privacidad.

Una vez dejaron a la pequeña Adellai en su cuarto durmiendo, fueron hacia la habitación de Lart, que seguía con su nueva mascota ardilla.

Una vez lo dejaron y con varias doncellas y guardias en la puerta, tal como la de Adellai. Se retiraron a hacer sus trabajos como gobernantes.

•omnisciente

Se podía ver a un pequeño príncipe pensativo.

•Lart

Ya han pasado unas semanas desde que reencarné, ya me he acostumbrado bastante a decir verdad, tengo una nueva hermana, una nueva familia.

Estoy Feliz por una vez en mi vida.

Ahora al parecer tengo un nuevo amigo, aunque me parece un poco raro el hermoso diamante color alba en su pecho bastante curioso a decir verdad.

Por lo que puedo ver, este pequeño amiguito, en realidad es hembra, y es una ardilla bebé, al parecer.

Le tengo que poner un nombre...

Que tal...¿Ada?,no...¿Camila?. Tampoco...Me gusta Laguna.

Si...Se llamará Laguna.

—"pues, bienvenida a la familia Laguna"—penso el bebé mientras se dormía con el pequeño animal en el pecho.

Al día siguiente

Cuando me desperté, puede ver a madre sonriendo tranquilamente con mi ahora hermana, ambas tenían un cabello rubio como el sol en verano, y Sus ojos son azules que encierran el mar.

Cuando mi madre me agarró entre sus brazos para darme de comer. Solo me deje, tenía hambre pero no tanta, una vaz ya me llene, fuimos como de costumbre con mi padre.

•omnisciente

Mientras la hermosa mujer y ambos pequeños iban de camino el despacho del gobernador de esas tierras.

Se podía ver al pobre emperador con papeleo.

Ya que dentro de poco se organizaron un gran banquete en honor a las dos estrellas del imperio.

Estaba feliz, si. Después de todo, hizo su familia con una hermosa mujer, y con ella tuvo dos hermosos hijos.

Aunque todavía se acordaba de su viejo amor, Lily, no sabía que había Sido se ella después de irse, pero tampoco le importaba demaciado, no ma amaba tanto como a su ahora mujer.

Pero vivió buenos momentos con ella.

Y aún así, casi no lograba recordarla.

Ahora era feliz, no iba a vivir en recuerdos del pasado, ya tenía a una familia, una hermosa mujer que lo amaba, dos pequeñas crias de fénix.

Sus pequeñas y adoradas crías. Juro que los iba a amar tanto y cuidarlos como nunca.

Tanto que si le preguntarán qué daría por ellos, les daría el mundo entero le compraría un diamante, y si lo piden también un risueñor.

Tanto así los amaba.

Dejaría a Lily atrás y miraría con su nueva familia adelante.