Capítulo 14 - El chico de la foto

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Cuando Minho se despidió de Jisung honestamente no fue capaz de reaccionar, solo lo dejó ir y se quedó en total silencio esperando que su cerebro volviese a funcionar.

En cualquier otro momento, hubiese lanzado una broma o incluso pudo reír descaradamente, pero no fue el caso.

Quizás la razón es porque nuevamente recibió un dulce beso de Jisung o talvez por la forma tierna en la que salió corriendo avergonzado. Sin querer dar una repuesta a ello, observó incrédulo lo que estaba en su mano, el dinero que el menor le había obsequiado… Ese dinero era suficiente para sobrevivir un mes entero sin problemas, o al menos bajo su condición lo era.

Estaba seguro de que no iba a desperdiciar dicho dinero y por esa razón no se tomó la molestia de pedir un taxi, prefirió caminar a su casa como de costumbre. Pero algo no lo dejaba estar tranquilo, ¿Por qué le había obsequiado ese dinero? ¿Cuál era la razón? ¿Acaso le estaba pagando por algo específico? ¿O en algún momento dio a entender que necesitaba ese dinero?

No entendía el porqué y realmente quería saberlo, necesitaba saberlo, era importante pues dependiendo de su respuesta sería capaz de entender que era lo que rondaba por su la cabeza del pequeño chico.

Sinceramente, le preocupaba el hecho de que Jisung llegase a pensar que solo le ofrecía su amistad por algo a cambio o que de verdad considere que Minho era el tipo de persona que cobraba por portarse bien.

Debía preguntárselo lo más pronto posible.

Sea como sea estaba agradecido, no es fácil admitirlo, pero necesitaba ese dinero, ahora más que nunca. Con todos esos pensamientos por su cabeza caminó a su casa a un paso apresurado, evitando correr peligro en aquellas calles inseguras de su barrio.

El camino fue más corto de lo usualmente, al parecer el sumergirse en sus pensamientos lo distrajo más de lo esperado, tanto así, que había olvidado por completo el lío en que se había metido por desobedecer a su madre. Con suerte y ella no se encontraría en casa, normalmente a esa hora ya estaría afuera en sus actividades “Importantes”.

Minho mantuvo la calma y decidió entrar con confianza.

Al llegar a la puerta pudo observar como su hermana había cerrado todo tal y como le indicó, ella ya sabía cuidarse sola, pero siempre le preocupaba que, alguien de ese peligroso barrio entrara en búsqueda de Minju… No debía dejarla sola por mucho tiempo, eso lo tenía claro.

El mayor se aseguró que no hubiese nadie cerca y llamó a la puerta gritando su nombre, lo cual le significaba a su hermana que estaba a salvo y podría abrir la puerta tranquila.

Después de unos segundos apareció Minju y comenzó a abrir los candados para por fin poder abrir la puerta dándole paso a su hermano — ¡Bienvenido hermanito! Por fin llegaste —Exclamó con alegría — Pensé que no vendrías pronto

Lo siento, intenté no tardarme mucho, pero terminé distrayéndome un poco — El mayor se disculpó mientras entraba y se dedicaba a cerrar la puerta correctamente como lo estaba antes.

Está bien, sabes que yo no me enojo, pero mamá está furiosa...

Lo sé, pero es ahora no quiero hablar sobre eso… — Evitó el tema agobiado — Mejor dime, ¿Ya cenaste?

Sipi comí una sopa instantánea mientras pasaban mi BL

Eso no es suficiente como para considerarse una cena, voy a prepararte algo adecuado — Una vez el peli morado se aseguró de que la casa estuviese totalmente cerrada, se dirigió a la cocina en búsqueda de algunos ingredientes para preparar pasta.

Jisung Es Perfecto ➻ Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora