Prólogo

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Siempre pensé que mi vida sería perfecta.

Calificaciones perfectas, familia perfecta, amigos perfectos

Una vida perfecta.

Creo que me confíe demasiado.

- Dices que.. ¿Renuncias?

- Así es, Señor.

- ¿Puedo saber la razón?

- Prefiero no revelarla, es privado.

En realidad solo quería mantener la cabeza baja. No me agrada llamar la atención ni mucho menos causar un dilema. Es mejor simplemente callar y caminar hacia la meta.

Aunque no tengo ninguna.

- Comprendo, señorita 𝑆𝑎𝑦𝑎 - Respondió aquel hombre.

Me despedí formalmente y salí del edificio.

No tenía un camino que seguir ni un lugar al cuál llegar.

Estaba sola en esto.

Finalmente caminé hacia el metro. Era mi primer y única opción por ahora.

Me corrieron de casa, renuncié a mi empleo y mi novio me engaño con mi mejor amiga.

Gran vida.

Creo que normalmente las personas encuentran su propósito con apoyo de alguien en quien confían.

El problema es que no tengo ese apoyo.

Me tengo a mi misma y con eso es suficiente. O al menos para mí lo es.
Prefiero llevar a cabo una vida pacífica y sin preocupaciones presentes.

Pero estamos viviendo.

Siempre habrá preocupación, decepción y sobre todo; Errores.

No existen las vidas perfectas.

Nadie es perfecto es este patético mundo.

Me gustaría creer que hay una diminuta posibilidad de que pueda conseguir aquel deseo imposible.

Pero no es así.

No debemos ilusionarnos ni creer en fantasías sin sentido.
Sería un castigo para nuestro cerebro.

Llenarlo de ilusiones.

𝑈𝑛𝑎 𝑣𝑖𝑑𝑎 𝑝𝑒𝑟𝑓𝑒𝑐𝑡𝑎 𝑒𝑠 𝑎𝑞𝑢𝑒𝑙𝑙𝑎 𝑒𝑛 𝑙𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜 𝑣𝑖𝑣𝑒𝑠

Y puedes estar consciente de eso.

The Art Of Loneliness Donde viven las historias. Descúbrelo ahora