The Art Of Loneliness

Capitulo 11

𝑻𝒉𝒆 𝑷𝒆𝒓𝒇𝒆𝒄𝒕 𝑳𝒊𝒇𝒆 𝑰𝒔 𝑻𝒉𝒆 𝑶𝒏𝒆 𝒀𝒐𝒖 𝑫𝒐𝒏'𝒕 𝑳𝒊𝒗𝒆 𝑰𝒏.

La comida de la cafetería a mejorado estos días. La avena ya no parece vómito y las tostadas no están quemadas, increíble.

- Dios, ¿Hace cuanto no comes? - Preguntó Chaim mientras reía al verme comer desesperada.

- Kalem me obligo a desayunar todos los días, temo que venga y vea mi plato lleno - Respondí y seguí comiendo.

Kalem podía llegar a ser intimidante, me asusta. Shuntaro solo río y siguió viéndome.

- Deja de mirarme y come - Dije y vi su bandeja aún con comida en ella - Me regañas por comer poco y tú nisiquiera has tocado tu comida.

- Está semana a sido un infierno, no tengo apetito.

Supongo que no todas las personas disfrutaron de su semana.

- ¿Sucedió algo? - Pregunté al escucharlo.

- Toda la maldita ciudad quiere que yo sea el puto doctor que los atienda - Respondió - Es frustrante.

- Deberían entenderte, no eres el único médico aquí - Dije y tome una cucharada de la gelatina que el tenia en su bandeja - Abre la boca.

Este me miró con burla y negó.

- Eres una idiota - Dijo.

- Lo soy, ahora come - Seguí insistiendo con la cuchara en la mano.

Sentí la mirada de varias personas viéndonos. Supongo que realmente es humillante tener una cuchara con gelatina en la mano y esperar a que el mejor doctor del hospital la tomé.

- No entiendo cómo Kalem puede ser amigo tuyo - Dijo y tomo la cuchara.

No es mi amigo.

- Lo mismo pregunto - Dije.

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- ¿Desde cuándo eres tan cercana a Shuntaro? - Preguntó Kalem.

- No somos tan cercanos.

- Siempre vas detrás de él, pareces una acosadora.

¿Es en serio? Es decir, aveces lo sigo por los pasillos pero, no soy una acosadora.

- Me parece alguien interesante, es todo - Dije y comí una de las galletas del paquete que tome de la máquina expendedora.

Kalem mi miro fijamente y segundos después soltó una carcajada.

- ¿Qué es gracioso? - Pregunté.

- ¿Te gusta Chaim Shuntaro? Carajo Saya, el está fuera de tu alcance.

Siguió riendo mientras yo procesaba en mi cerebro su pregunta.

- ¿Qué?.

Fue lo único que salió de mi boca en ese momento. Estaba confundida, ¿Por qué me gustaría un chico grosero que se la pasa burlandose de mi?, ¡Es molesto!.

- Tiene sentido, te la pasas en su oficina y almuerzas con el. Claro que ibas a enamorarte, todas lo están al verlo - Dijo y siguió trabajando en su ordenador.

- Oye, no. No estoy enamorada de Chaim, solo es mi amigo - Me defendí con el poco orgullo que me quedaba.

- Saya, ¿Por qué el médico más conocido de aquí sería tu amigo? - Preguntó.

En realidad, tiene razón. ¿Por qué lo sería? No soy alguien importante o alguien que valga la pena. Tal vez solo lo hace por lástima al verme sin compañía o.. Se siente presionado al ver qué lo sigo a todos lados.

- Eres tan ingenua, Saya - Siguió hablando y algunas cosas no las entendí bien al estar centrada en mis pensamientos.

Supongo que es verdad.

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