Solo anhelo tus feromonas [ABO]

Capítulo 48

"¡Por supuesto que es porque me gustas!"

Profesor Mu, ¿le gusta?

¡¡¿El profesor Mu dijo que le gustaba?!!

Una vez más, Tong Che se convirtió en un pequeño hombre de madera, incapaz de hablar o moverse, y esta vez ni siquiera pudo apartar la vista, solo miraba a Mu Hanfeng.

No es que Tong Che no haya pensado en esa razón, al contrario, lo había pensado muchas veces. Pero la diferencia entre pensar en ello y escuchar a Mu Hanfeng decir estas palabras era, obviamente, demasiado grande.

De lo contrario, ¿por qué los pensamientos delirantes se llamarían pensamientos delirantes?

No sabía qué pensar, pero Tong Che no emitió ningún sonido. De repente cerró los ojos y se dejó caer de espaldas sobre la cama.

Mu Hanfeng acababa de revelar sus verdaderos sentimientos y era imposible decir que no estaba nervioso.

Había algo de nerviosismo, pero, por supuesto, había más anticipación. Estaba ansioso por saber qué tipo de respuesta le daría su pequeño gatito.

Pero Mu Hanfeng nunca había esperado tal respuesta...

Se quedó atónito por un momento, luego volvió a sus sentidos y gritó: "¿Tongtong?"

Al escuchar su voz, Tong Che abrió los ojos abruptamente y se sentó de nuevo.

Después de eso, de repente soltó la mano que había estado agarrando el gordo trasero del osito de peluche y le dio un giro feroz al dorso de su mano.

Sus movimientos fueron demasiado repentinos y Mu Hanfeng no lo detuvo por un tiempo. Cuando reaccionó, el dorso de la mano blanca de Tong Che ya estaba rojo.

"¿Qué estás haciendo?" Mu Hanfeng se apresuró a sacar la mano y la sopló suavemente, "¿Te duele?"

"Duele", Tong Che asintió sin comprender y murmuró para sí mismo: "Duele, así que no estoy soñando..."

Al escuchar las palabras de Tong Che, la respiración de Mu Hanfeng se cortó y finalmente entendió de qué se trataba la serie de reacciones del pequeño omega, e instantáneamente sintió que su corazón se hundió en una amarga suavidad.

Mu Hanfeng bajó la cabeza, besó el dorso de la mano de Tong Che y frotó su frente contra la suya, "Mírame. No estás soñando. Soy real. Todo es verdad".

Los ojos de Tong Che se pusieron en blanco y finalmente se despertó sobresaltado.

"Maestro Mu..." sus labios se movieron y preguntó suavemente, "¿Qué acabas de decir?"

"Dije que todo es verdad", Mu Hanfeng le respondió con voz cálida y lo dijo nuevamente, "Dije que me gustas, y es verdad".

Al escuchar estas palabras nuevamente, Tong Che todavía sentía como si su alma hubiera sido escaldada. No sabía lo que había sucedido, pero sus pestañas temblaron levemente y una gran lágrima rodó repentinamente de sus ojos.

Mu Hanfeng entró en pánico, inconscientemente estiró los dedos para recoger las lágrimas, mientras seguía persuadiendo: "Gatito, no llores. Si todavía no te gusto ahora, está bien. Puedes decirlo, no llores, ¿bueno?"

Tong Che frunció el labio inferior con fuerza y ​​sacudió la cabeza, el viejo problema de no poder hablar cuando estaba emocionado regresó nuevamente. Trabajó duro para abrirse paso y se obligó a salir una palabra de su garganta. "No."

Mu Hanfeng dio un respingo y rápidamente siguió sus palabras para completar la oración por él, "¿No a no gustarme?"

Tong Che asintió con la cabeza.