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Llegamos a la casa de Lauren y no había cerrado la puerta que ya me estaba besando. Caímos en el sillón y comenzó a besar mi cuello.

"Laur" mordió mi hombro y suspiré. "Vamos a tu cama" gruñó pero se alejó un poco y estiró los brazos hacia mí. La besé y salí corriendo. No tardó mucho en rodearme por detrás. Apretó mi cuerpo contra el suyo. Metió la mano por debajo de mi remera y recorrió todo lo que le fue posible. Por fin llegamos a la habitación y me hizo acostar en la cama. Se deshizo de mi ropa y comenzó a acariciarme, suspiré cuando rozó cada parte de mi cuerpo con sus labios.

"Lauren"

"¿Tienes calor?"respiré hondo y asentí. Deslizó un dedo desde mi cuello hasta mis pies y volvió hasta mi entrepierna. "Voy a quitarte el calor" dijo con voz ronca. Volvió a acariciar mi entrepierna y luego ocupó la zona con la boca. Agarré las sábanas y mordí mi labio. Su lengua me estaba quemando. "Vamos Camz, relájate" dijo besando mi muslo. Su voz ronca no hacía más que calentar mi temperatura. No aguanté más y coloqué mi mano en su nuca . Rió pero luego se dedicó a lo que tenía que hacer si no quería matarme. No necesitó mas de cinco minutos para hacerme retorcer. "¿Sigues teniendo calor?" asentí con los ojos cerrados y sentí sus dedos entrar en mí. Ahogué un grito. "Mírame" pidió agitada. La miré y me sonrió. No había tiempo para hablar, así que no dije nada. Tampoco sonreí, mi cabeza estaba en otro lado. Su cabeza estaba nuevamente en mi entrepierna. Suspiré cuando la vi. Su lengua y sus dedos me hicieron delirar, varias veces antes de quedar rendida en la cama. "¿Estás bien?" preguntó besando mis labios. Asentí.

"Es mi turno"

"¿Ya? ¿No quieres descansar?" preguntó guiñando un ojo.

"¿Crees que me dejaste tan cansada?"

"Tengo mis atributos" sonreí.

"¿Quieres apostar quién cansa a quién?"

"No tienes chances"

"Espera aquí" dije y me puse la remera para bajar.

"¿A dónde vas?" No contesté y salí de la habitación, fui a la cocina y me encontré a Clara, por suerte la remera era larga porque no tenía ropa interior.

"Camila" dijo mirándome de arriba a abajo.

"Clara"

"¿Pasa algo?" preguntó dudosa.

"No, sólo vengo a buscar helado, Lauren me mandó" mentí, ni siquiera sabía si había helado.

"Bien.. en la nevera hay" dijo y se corrió para dejarme pasar.

"Gracias" dije y tomé el helado y una cuchara lo más rápido que pude.

"¿Camila?"

"¿Si?"

"¿Y tus pantalones?"

"Yo..están"

"Déjalo" habló riendo. "Traten de no hacer mucho ruido ¿Está bien?"

"Si" dije y desaparecí, no sabía cómo iba a volver a mirarla a la cara. Subí y encontré a Lauren desnuda en la cama leyendo, o fingiendo que leía un libro. Puse el helado detrás de mi espalda y me acerqué. "¿Qué lees?"

"El kamasutra" dijo sin mirarme.

"¿Tan poca imaginación tienes?" Cerró el libro de golpe y me miró sonriendo.

"No sabes todo lo que estoy imaginando ahora" tragué saliva y sonreí.

"Es mi turno, bebé "

"¿Crees que vas a poder guardar energía para que yo la consuma después?"

"No creo que tú tengas ganas de moverte luego"

"Ya veremos"

"Necesito que cierres los ojos"

"¿Qué vas a hacer?"

"Cierra los ojos"

"Bien, ya" cerró los ojos y destapé el helado, usé la cuchara y puse un poco en su pecho. Saltó cuando sintió el frío. "¿Qué haces?" preguntó abriendo los ojos.

"Shh" puse mi mano sobre sus ojos y deslicé mi lengua en su pecho. El helado empezó a bajar por su pecho así que tuve que apurarme. La escuché suspirar y sonreí. Volví a poner helado pero esta vez un poco mas abajo, no se quejó. Probé helado prácticamente de todo su cuerpo, antes de ir a su entrepierna puse un poco en sus labios y la besé, me devolvió el beso y quiso profundizarlo pero me alejé. "Tal vez esto te moleste al principio" dije mirando entre sus piernas "Pero luego debería gustarte"

"¿Debería?"

"Se supone que sí, eso leí en internet" bromeé.

"Camila" gruñó.

"Lo siento, no se me ocurrió leer el kamasutra" rodó los ojos y yo volví a lo mío. La escuché gemir cuando el frío hizo contacto con la zona sensible. "Aquí vamos" dije mas para mí que para ella y deslicé mi lengua primero por su muslo y luego hice desaparecer todo el helado de su entrepierna, su mano hizo presión en mi nuca y decidí dejar de jugar.

"Camz.. " escuchaba su respiración. Aceleré el ritmo de mi lengua, empezó a temblar e igual no dejé de moverme hasta que ella soltó mi cabeza y se quedó inmóvil. Me alejé y sonreí al verla con los ojos apretados. No perdí tiempo y me acerqué a besarla, al principio no me respondió el beso, pero luego volvió a entrar en calor. "Esto.. podríamos apostar más seguido" dijo sobre mis labios.

"Me encanta apostar" dije antes de volver a descender por su cuerpo.


Stockholm Syndrome (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora