Stockholm Syndrome (Camren)

35.

"¿Puedes apurarte?" preguntó mientras la secaba. Negué y reí al ver su cara. "Lauren" 

"Ya, ya" 

"¿Lauren?" preguntó nerviosa. 

"¿Mmm?" 

"¿Crees que puedas venir hoy a casa?" dejé mis manos quietas en su cuerpo y la miré. La verdad es que yo había insistido en ir a su casa pero ahora veo que en realidad yo tampoco estaba preparada. 

"¿Hoy?" asintió. "¿Crees que.. digo, estás segura?" sonrió y negó con la cabeza.

"¿Tienes miedo?" reí nerviosa y negué. "No parece, y dame esto" dijo sacándome la toalla de las manos. 

"¿Es en serio, Camila?" encogió los hombros.

"No falta mucho para que me vaya y creo que lo tienen que saber, ya esperé lo suficiente" 

"Bien.. "

"Si no quieres podemos no hacerlo" habló dudosa.Negué rápidamente.

"No, no es eso, es que no sé cómo vayan a reaccionar tus padres y de ahí cómo vayas a reaccionar tú" suspiró y se sentó en la cama.

"¿Tienes miedo de que me aleje de ti?" no respondí. "Lauren, por favor" la miré y me senté a su lado. "No importa lo que digan mis padres hoy, estoy contigo y no voy a dejarte" apretó mi pierna y yo me moví incómoda. "¿No me crees?" 

"Son tus padres, Camila" 

"Te prometo que nada va a cambiar después de esta noche" suspiré y apoyé mi cabeza en su hombro. "Tranquila" dijo y se levantó. "Voy a vestirme, me llevas y si quieres te quedas a cenar o  vuelves aquí" asentí y me levanté para cambiarme. Estaba tan nerviosa que ni la miré mientras se vestía. Me puse ropa que me hiciera ver como gente normal y me senté en la cama a que terminara de arreglar su pelo, yo el mío lo sequé un poco y lo dejé como quedó. Habitualmente me molestaba esperar pero en este momento podía tardarse todo lo que quisiera que no iba a molestarme. "Listo" dijo sonriendo. 

"¿Va-vamos?" entrecerró los ojos y volvió a sonreír. 

"Nunca te vi tan nerviosa, y eso que estuviste a punto de ir presa" fruncí el ceño, no me gustaba acordarme de eso, me hacía sentir mal de algún modo. "Lo siento" dijo y negué con la cabeza.

"Tienes razón" le sonreí y respiré hondo. Me levanté y tomé su mano para salir de la habitación. Bajamos y me encontré a mi papá hablando por teléfono en el living. Nos miró sonriendo e hizo un gesto para que esperáramos. Miré a Camila que parecía muy tranquila, papá cortó la llamada y se acercó. 

"Camila" dijo soriendo. Ella sonrió y se acercó a darle un beso. "¿Todo bien?" preguntó viendo mi cara. Camila rió y golpeó mi hombro.

"Lauren hoy cena en mi casa" él abrió la boca pero no dijo nada. 

"¿En serio, hija?" asentí. "¿Respiras?" ambos se rieron. 

"Está nerviosa" dijo Camila y tomó mi mano. "Cualquier cosa si algo sale mal, va a estar aquí temprano" dijo y se volvieron a reír de mí. No dije nada y papá abrió los brazos para mí. No dudé en abrazarlo.

"Todo va a estar bien" dijo en mi oído. Asentí mientras me alejaba. "Espero verte mañana" dijo cuando empecé a caminar de la mano de Camila. 

"Adiós, Michael" saludó ella. Salimos y subimos al auto. Me senté y me quedé mirando al frente sin moverme. "¿Quieres que conduzca yo?" preguntó divertida. La miré mal y encogió los hombros. Arranqué y salimos despacio, di un par de vueltas mas de las necesarias ella pareció no darse cuenta, estaba muy ocupada jugando con el estéreo. 

"Ya estamos por llegar, deja una canción" me quejé.

"Ya, tranquila" dejó una canción que yo no conocía y se puso a cantar, sonreí porque se veía feliz. "¿Te gusta?" preguntó cuando me vio mirándola. 

"¿Cómo cantas?" negó. 

"La canción" 

"No, tú me gustas" sonrió y se acercó a mí, besó mi mejilla y siguió cantando. No pasaron ni cinco minutos que ya estábamos llegando. Estacioné en la esquina como de costumbre.

"¿Vas a hacerme caminar?" se quejó. Me encogí de hombros y bajé del auto. Abrí su puerta y ella seguía sentada con los brazos cruzados. 

"¿No bajas?" negó y sonreí. Me acerqué y la quise mover pero estaba muy incómoda como para hacer fuerza. "Vamos" dije extendiendo mi mano. Volvió a negar. "¿Quieres que te deje en la entrada?" Negó y esta vez salió sola. 

"¿Me cargas?" Cerré el auto y reí. 

"¿Quieres que te lleve , bebé?" no me dio tiempo a reaccionar que cuando giré ya había saltado encima mío. Por la fuerza golpeé la espalda contra el auto y me quejé. 

"Lo siento" dijo acariciando el lugar del golpe.

"Lo que digas" empecé a caminar mientras ella iba con la cabeza en mi hombro y las piernas cruzadas en mi cintura. Hacía formas en mi espalda y eso hacía que me tranquilizara a medida que me acercaba a la entrada. Una vez en la puerta quise bajarla pero se apretó más a mí. "No creo que sea buena idea entrar así" 

"Shh, toca el timbre" le hice caso y mis piernas casi temblaban. Me di vuelta para respirar una vez más y quedé de espaldas a la puerta. No deben haber pasado ni dos minutos pero para mí eran años. La puerta se abrió e inspiré para darme vuelta. Una señora con el ceño fruncido nos recibió. 

"Mamá" dijo Camila ahora sí bajándose. Ella sonrió y besó su frente. "Ella es Lauren" 

"¿Es ella..?" 

"Sí, mi novia" la mujer sonrió y me tendió la mano. 

"Puedes decirme Sinu" apreté su mano y sonreí nerviosa. "Tranquila, yo no muerdo, con el que tienes que tener cuidado es con Alejandro" dijo negando con la cabeza. Respiré hondo y miré a Camila. Sinu era tan simpática porque no tenía idea de quién era yo. "Pueden ir pasando, yo voy a estar en la cocina" entramos y Camila se sentó en un sillón.

"¿Estás bien?" preguntó mirándome desde abajo. Negué.

"Tu padre va a matarme y lo sabes" 

"No creo, sólo hay que tener paciencia, tú sabes que él sigue convencido de que-" no pudo terminar de hablar porque alguien gritó. Mejor dicho Alejandro. 

"Camila" aún no lo veíamos pero se estaba acercando. "Hija" cada vez estaba más cerca y Camila se levantó para tomar mi mano, antes de que Alejandro entrara besó mi mano. "¿Ya llegó tu..." dejó de hablar cuando me vio y posó su mirada en nuestras manos. "¿Tú?" preguntó más confundido que otra cosa. 

"Papá, Lauren es mi novia"