Stockholm Syndrome (Camren)

1.

 Tres horas. Tres horas eran las que separaban a los Jauregui de uno de los golpes más importantes que habían dado. Esta vez iban a ir contra la hija de una de las familias más ricas de Miami, Camila Cabello,  ese era el nombre que daba vueltas en la cabeza de Lauren desde hacía días, desde el momento en que su padre lo había mencionado había sentido que algo iba a salir mal pero a medida que se acercaba el momento del golpe el sentimiento se iba intensificando, probablemente si le preguntaban qué sentía no podría responderlo, pero nadie le hizo esa pregunta. Michael,  su padre, depositaba toda su confianza en ella, por lo tanto en él  no había la más mínima duda de que Lauren no pudiera estar cómoda con la situación. Habían hecho esto muchas veces. No era nada nuevo,ni para Lauren, ni para Chris,  su hermano un año menor. Clara, la esposa de Michael y madre de sus hijos siempre se mantuvo ajena a la situación, ocupándose de las tareas del hogar. Michael tenía una empresa constructora con la que justficaba la buena vida que le daba a su familia, si bien la empresa ganaba lo suficiente para subsistir nunca podría darle la vida de lujo que los Jauregui tenían. Lauren y Chris obviamente sabían de dónde provenía el dinero en sus cuentas bancarias, lo cual su madre no. La empresa era suficiente para convencer a Clara y a las autoridades de que todo el capital de la familia provenía de esta.

 Habían hecho esto por primera vez cuando Lauren tenía quince y por lo tanto Chris, catorce. Él menor sólo había podido contribuir pidiéndole un paseo a su mamá para mantenerla ocupada. Si bien Lauren sólo era un año mayor siempre había sido más madura, su padre le había hablado del tema con cuidado, claro está que no quería que ella se asustara y hablara con su madre. Michael necesitaba dinero para salvar la empresa, que iba directo a la quiebra. En ese momento su vida no era de lujo pero no les faltaba nada. Esa había sido la única solución que pasaba por la cabeza del mayor de los Jauregui, aunque mucho tuvo que ver el deseo de venganza contra, en aquel entonces, su socio y mejor amigo Gordon Hansen, que había tenido mucho que ver en la mala situación de la empresa, y no sólo eso sino que también vendió la parte que le correspondía y dejó la empresa, casi en quiebra, a Michael. 

 El objetivo había sido secuestrar a la hija de la familia Hansen y pedirle el dinero del rescate, obviamente nunca se le hubiese cruzado la idea de lastimarla. Pero Lauren se opuso a esto, ya que mantenía una excelente relación con la chica, en cambio terminaron secuestrando a su madre, Lauren también había intentado oponerse a esto, pero cuando Michael le dijo que si no lo hacían la empresa iba a quebrar y ellos se iban a quedar sin nada decidió hacerlo. Habían dado su primer golpe exitosamente, el primero de muchos, todos y cada uno de ellos sin ningún error, con todo perfectamente calculado. El capital de la familia cada día crecía más, al igual que la empresa, todo gracias al dinero que las familias más ricas de Miami pagaban por salvar a sus seres queridos. Nunca habían lastimado a nadie, y no lo iban a hacer tampoco, sabían que si en algún momento algo se complicaba o la familia se negaba a pagar simplemente iban a liberar a la persona, eso siempre fue así.

 El momento se acercaba y Lauren cada vez estaba más nerviosa, ahora sólo dos horas la separaban de Camila. Camila, pensaba, qué culpa tenía ella en todo esto, una chica normal que en este caso sólo tuvo la mala suerte de nacer en una familia con dinero. Lauren no entendía por qué seguían haciendo esto , si la empresa estaba en buena situación hace mucho tiempo y ellos tienen todo lo que necesitan, pero de alguna manera su padre siempre termina haciéndola aceptar para seguir. Su cabeza daba vueltas, quería que el reloj se detuviera y el momento nunca llegara, pero sabía perfectamente que eso no iba a pasar y en cambio veía la aguja girar cada vez más rápido. Una hora. Tenía la cabeza contra la pared mientras trataba de tranquilizarse.

"Hija, ya tenemos todo listo" escuchó la voz de su papá llegando hasta ella.

"Bien" contestó intentando mostrarse segura.