⁹Cuidado

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Mingi estaba analizando las pistas más recientes sobre Yunho cuando sintió un inexplicable pero tortuoso dolor en el pecho.

El aire literalmente se le fué.


—¿Gi?¿Todo bien...?—preguntaba San desde afuera. El dolor lo invadió estando en su estudio.


El policía al no escuchar respuesta entró con preocupación y vio al Detective agarrarse al pecho respirando con dificultad.


—¡Mingi!¿Qué pasa?—exclamó asustado.

—N-No lo sé... solo... me empecé a sentir así...—habló entrecortado.

—¿Así como...?¿Como si... te ahogaras...?—preguntó con temor—¿Cómo un piquete?

—¡S-Si! Pero... mierda... ¡No para!


San tragó saliva, no sabía si explicarle o no que era ese sentimiento.

Recordaba el día que persiguió a Mingi hasta el hospital, cuando escuchó el impacto del coche sintió ese mismo dolor implacable. Sintió eso a pesar de que no sabía que Mingi fue la víctima.

Si Mingi sentía eso de la nada significaba que algo muy malo le había pasado a Yunho.


—Debe ser por el estrés... aparte no has dormido, mejor ve con Hyeongjun.


Al escuchar el nombre de su hijo, el detective por fin se calmó y fue con el niño en otra habitación, ya dormido.

Cuando entró al cuarto vio al niñito dormido como un angelito completamente ajeno de la angustia de su padre, de ambos.

Caminó hasta la cama y se sentó al borde, acarició los cabellitos de Hyeongjun y se acercó para darle un besito en la frente.


—Bebé, Papi Yuyu volverá... ahora estoy seguro...


No mentía.

San si que se merecía el puesto de Jefe de la policía. De eso estaba seguro luego de las grabaciones de las cámaras.

Grabaciones que Mingi creía perdidas, no podía creer otra cosa cuando vio la USB ser apachurrada por un policía estatal.

Para su suerte San si que había utilizado sus atributos como policía. Había llevado una USB extra el día del robo y aunque destruyeron hasta el disco duro de la computadora, ahora tenía en sus manos las grabaciones.

Pero obviamente no fue gratis; luego de ser noqueados despertaron en el consultorio de Yunho y descubrieron que cuando Mingi se refirió a que el detective asignado no estaba haciendo nada, era que realmente no había hecho nada.

El consultorio estaba intacto, como si ni siquiera hubieran entrado a ver. El celular de Yunho seguía allí estrellado, hasta polvo tenía.

Al tener tantas pistas en sus manos ni tuvo tiempo de enojarse, simplemente las tomó y las llevó a casa.

Descubrió tantas cosas... desde el nombre del secuestrador hasta la dirección de la huida que emprendió.

Todo esto fue gracias a múltiples sobornos porque no tenía una orden judicial para revisar las cámaras, ni el registro de médicos del hospital y mucho menos para ingresar a la localización de las placas que había visto con anterioridad en el auto donde se llevaron a su novio.

En la mira II  ❥╹Yungi╹❥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora