⁸¿Bebé...?

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—¡¿Qué he hecho mal?!¡Hice todo lo que me pidieron!¡¿Por qué carajo me hicieron esto?!


La voz rota y enojada de Yunho se hizo presente, su mente no podía recordarle o advertirle que gritándole a un mafioso solo iba a firmar su sentencia de muerte.

Ya llevaba 3 semanas en este lugar, durante todo este tiempo se dedicó a mantener la raya entre seguir el mismo juego de Minhee y asegurarse en que regresaría con su familia.

Al parecer nada de eso fue útil, frente a él estaba Minhee enseñándole unas fotos donde se podía ver a un Mingi noqueado y un hilo de sangre saliendo de su boca. También estaba el Jefe Choi, un amigo de su novio.


—Primero que nada, o le bajas al tono de tu voz o realmente le hacemos algo a tu Detective, Doctorsito—declaró Minhee con una voz que aterrorizó a Yunho.

—B-Bien...

El menor sonrió —Para empezar te tengo que aclarar que como tal... No les hicimos nada, al menos no por tu culpa. A diferencia de ti... tu noviecito si que sabe hacer su trabajo, aunque hasta el punto que llegó ya parece estar loco.


Oh mierda, Yunho sabía lo obstinado y necio que podía ser su novio, cosa que realmente no le había generado un problema grave. Hasta ahora.

No quería que algo le pasara a sus amores, no por él. Si eso llegara a pasar no sabría cómo vivir con esa culpa.


—¿Sabes? Te dejaría hablar con esos dos si no fuera porque tienes un detective como el padre de tu mocoso—dijo Minhee de la nada—En fin, te has portado bien así que sigue así; si te llegara a traer otra foto del Señor Song es porque él mismo se lo buscó—finalizó con una sonrisa.


Salió de su réplica de consultorio y el doctor se quedó estático.

Necesitaba salir de allí, ahora.

Sabía que Mingi no se rendiría nunca hasta tenerlo de vuelta, incluso si arriesgaba su vida en el proceso. Él debía de detener a ese gran idiota, Hyeongjun era muy pequeño para quedarse solo.

Con el tiempo que llevaba ahí ya había logrado saber en qué tipo de estructura estaba.

Era un edificio abandonado en condiciones precarias pero estable, estaba prácticamente en medio de la nada. Seguir el juego de Minhee le permitió sacarle información.

Ahora mismo estaba en un tercer piso, no había red telefónica por lo que la gente del mafioso se comunicaba con radios, una vez lo escuchó en los pantalones de Minhee.

Aquí había una de dos; si lograba escapar se encontraría con una autopista o en todo caso en un pequeño pueblo con calles de terracería.

Esperaba que fuera la primera opción, si se encontraba en un pueblo sería mucho más difícil pedir ayuda. A lo mejor estaría en control de estos mafiosos.

Pero no podía irse así de la nada. Actuar de inmediato solo haría sospechar a sus secuestradores.

Así que durante 3 días fingió estar tan asustado para siquiera dirigirle la mirada al Señor Kim y a Minhee, así no levantaría ninguna sospecha.

El segundo día lo pusieron a prueba dejándole la puerta abierta por accidente y "sin vigilancia", en ese instante Yunho sacó de sus mejores lágrima falsas y golpeó su cabeza contra la pared varias veces fingiendo demencia.

Eso solo generó las risas de ese par de locos.

Hoy era el cuarto día, hoy era el día en que Yunho finalmente saldría de este infierno.

En la mira II  ❥╹Yungi╹❥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora