💆🏻Hannibal, The Massage Therapist💆🏻

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"Muy bien, querido" Hannibal quitó las manos del rostro de Will. "Ya puedes abrir los ojos"

"Cariño" jadeó Will con deleite. "¡Qué maravilloso!"

"La sala de juegos siempre ha estado equipada con varias formas de relajación y contienen todo, desde un estante para estirarte hasta una dama de hierro. Ahora, como regalo de un esposo cariñoso hacia su esposo amoroso, también coloque una mesa de masajes con un colchón" dijo Hannibal mientras colocaba un cigarro entre sus dientes. "Así que Mischa y yo quitamos esa cosa incómoda y la reemplazamos con púas"

Will sonrió y dijo. "Pensaste en todo"

"¡Pero eso no es todo!" exclamó Hannibal. "Tenía unos cientos de dólares extra para gastar en la tarde, así que le di un buen uso al dinero y tomé una clase de terapia de masaje" se frotó las manos. "¿Quieres ser mi primer cliente oficial?"

Will estaba encantado.

"¿En serio? ¡Sí, por supuesto!"

"Los hombres con los que practiqué en la clase parecían disfrutarlo" dijo Hannibal mientras ayudaba a Will a subirse a la cama. "La mayoría decía algo como '¡Mi espalda! ¡Ohhhh, mi espalda!'"

"Eso es muy alentador, Mon Cher"

"Mylimasis" Hannibal se inclinó hacia adelante y comenzó a besar su cuello.

Will dejó que sus labios se quedarán ahí unos segundos antes de acomodarse.

"Hasta luego, querido"

Hannibal colocó su abrigo en el perchero y se arremangó la camisa. Si pudiera salirse con la suya, Will estaría en sus brazos cada momento de cada día. Pero, por desgracia, había cosas que uno tenía que hacer en la vida, como comprobar las existencias y pagar las facturas.

Esas eran actividades divertidas, por supuesto, pero palidecen en comparación con poder colmar a su esposo con el afecto que se merecía.

Casi listo, Hannibal golpeó la caja en la mesa auxiliar.

"¿Dedos?"

La caja se abrió con un crujido y Dedos apareció con una botella de loción.

"Gracias, Dedos" exclamó Hannibal.

Dedos levantó el pulgar y se retiró a la caja, dejando a la pareja a solas para que Hannibal comenzará su trabajo.

Will sonrió para sí mismo al sentir el hermoso pinchazo de las uñas en su frente y la presión de las manos de Hannibal en sus hombros y espalda.

Su vida era como un maravilloso sueño oscuro, pero de vez en cuando la vida le proporcionaba factores estresantes, como el otro día cuando las niñas exploradoras llamaron a la puerta vendiendo esas horribles galletas (sin embargo, los Lecter no querían decepcionar a las pobres niñas, así que compró una caja e inmediatamente se la dio de comer a las pirañas).

La sala de juegos siempre había incluido maneras maravillosas de aliviar las ansiedades, la inclusión de una mesa de masajes sería una maravillosa adición.

Fiel a su palabra, Will fue testigo de primera mano de la habilidad de Hannibal. Podía sentir la tensión drenarse de su cuerpo, como la cera derritiéndose de la llama de una vela.

¿Cuáles fueron los inconvenientes menores en la vida cuando tenías una familia amorosa por la que harías cualquier cosa?

"Listo" exclamó Hannibal mientras terminaba. "¿Qué te pareció la muestra de cinco minutos?"

Will se dio la vuelta, agarró a su marido por el cuello y tiró de él para besarlo apasionadamente.

La próxima vez, tendría que pedir un masaje de cuerpo completo.

"Fue maravilloso, Bubeleh"

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