A Hannibal le pareció una eternidad, esperando que la puerta secreta se cerrará detrás de él y Mischa, aislándolo de su amado esposo, atado, vulnerable y totalmente confiado en su regreso.
Mischa se volteó para hablar con su hermano separado, con una mezcla de miedo y arrepentimiento genuino en sus ojos grandes.
"Hannibal..."
"No"
El tono de Hannibal fue cortante y, sin embargo, de alguna manera logró expresar una cantidad infinitesimal de desprecio en esa palabra corta, mientras giraba sobre sus talones y caminaba hacia el aparato de cadenas que colgaba del techo, el segundo obstáculo a superar.
Mischa corrió al lado de Hannibal, retorciéndose las manos con desesperación mientras la pareja se precipitaba por el serpenteante torbellino. Atrás quedaron los gritos de alegría y la diversión que había emanado de él la última vez que habían descendido juntos.
Ahora el rostro de Hannibal era de piedra, mientras trataba de no pensar en lo que había dejado atrás, y la traición de esa impostora que decía ser su hermana.
Mischa nunca habría vendido a su familia de esa manera. Quienquiera que fuera esa mujer, Hannibal podía estar seguro de que no era su hermana.
Cuando llegaron al final del tobogán, Hannibal se puso en pie de un salto y en dos pasos cruzó hasta la góndola, amarrada contra el embarcadero. Soltó la cuerda y saltó con gracia a bordo, sin reaccionar cuando Mischa cayó torpemente a sus pies.
El gramófono estaba tocando un adagio inquietante, bastante acorde con el estado de ánimo irritable de Hannibal mientras obligaba al bote a navegar a través de los oscuros canales y túneles subterráneos que finalmente conducían a la bóveda.
Una vez más, ignorando apsimetėlis cuando llegaron a su destino, Hannibal se dirigió a la imponente puerta y giró la combinación de la cerradura a 2, 10, 11: ojos, dedos de las manos y de los pies.
La puerta permaneció firmemente cerrada.
"¡Prakeikimas!"
Hannibal lo intentó una y otra vez, sus dedos temblaban. Podía escuchar el chasquido de piezas metálicas sueltas, algo en el mecanismo finalmente había cedido después de tantos años. Miró el antiguo reloj de bolsillo que Will le había regalado en su quinto aniversario. Ya había pasado casi la mitad de su tiempo, y aún tenía que considerar cómo transportaría el oro de regreso una vez que terminara.
¿Por qué ahora, de todos los tiempos, su magnífica mansión con todos sus adornos extraños y maravillosos tenía que defraudarlo?
Volvió a maldecir y pateó la puerta, ganándose un dedo del pie roto en el proceso. Una voz débil a su lado lo llamó de vuelta al presente, y Hannibal se volteó hacia Mischa mientras hablaba, mirando al suelo, bastante aterrorizada por la mirada en sus ojos.
"Hannibal... ¿qué puedo hacer?"
"¿Tú? ¡Ja! ¡Ya has hecho suficiente!" Hannibal se paseaba de un lado a otro, gesticulando salvajemente mientras la rabia y el miedo que habían estado creciendo dentro de él durante la última hora salían a borbotones. "Apareces en mi casa, afirmas ser mi hermana perdida hace mucho tiempo, ¡hechizas a toda mi familia! Te digo ahora, mi hermana, la verdadera Mischa, nunca traicionaría a la familia Lecter de esta manera. ¡No eres una Lecter! Ahora, gracias a ti y a tus retorcidos amigos, mi esposo está en peligro y no puedo darles a sus captores lo que me piden a cambio de su seguridad. ¡Todo esto por TÍ!"
Como siempre sucedía cuando se exaltaba, el acento lituano de Hannibal era ahora más fuerte que nunca, y sus ojos brillaban con una ira desenfrenada mientras sus gritos de rabia resonaban por la caverna. Mischa se quedó inmóvil, retorciéndose las manos, con los hombros encorvados, haciendo que su enorme vestido marrón pareciera aún más grande, con sus ojos cetrinos parpadeando para contener las lágrimas.
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The Lecter Family
FanfictionLas extrañas aventuras de Hannibal y William Graham-Lecter junto con las desventuras de la macabra familia Lecter.