Hannibal contempló la forma dormida de su esposo. Sus rizos oscuros rodeaban su cabeza como el halo de un ángel caído.
Si tuviera su cuaderno de bocetos, estaría grabando la imagen de su esposo en las páginas como lo había hecho varias veces antes.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Míralo" dijo Hannibal en voz baja en su dormitorio y el de Will.
Hannibal sonrió ante la posición de Will, ambas manos estaban sobre su cabeza mientras que su cabeza estaba ligeramente inclinada hacia su derecha.
"Moriría por él" declaró Hannibal. "Mataría por él"
Hannibal sonrió ante su afirmación.
Había matado por Will antes y con gusto volvería a hacerlo. Él haría lo mismo a cambio sin dudarlo.
"De cualquier manera, ¿qué felicidad?"
El lituano se encogió de hombros y miró brevemente alrededor de la habitación antes de volver su atención a su esposo.
Casi como si hubiera escuchado a Hannibal, los ojos de Will se abrieron.
"¿Infeliz, cariño?" preguntó Hannibal.
"Oh, sí. Sí, por completo" respondió Will.
Will tenía la voz ronca al despertarse. Su sonrisa era suave pero sugerente mientras miraba a su marido de arriba abajo.
Hannibal se sentó en la cama y se inclinó hacia la mano que Will le había colocado a un lado del rostro.
"Hannibal"
Will levantó la otra mano para proteger sus ojos verde claro de los rayos del sol que comenzaron a traspasar sus oscuros cuartos.
La luz brillante parecía iluminar solo su piel pálida que brillaba como el brillo plateado de la luna.
"El sol... Il me perce comme un poignard"
Hannibal se inclinó aún más hacia Will mientras agarraba su mano que antes descansaba sobre su rostro.
"Oh, William. Eso es francés"
"Oui"
Will le sonrió a Hannibal mientras acercaba la mano a su rostro.
"Mylimasis"
Hannibal besó la mano de Will antes de levantarse de la cama y agarrar uno de sus sables de esgrima de su lugar de descanso.
"¡En garde, Monsieur Soleil!" exclamó Hannibal dramáticamente antes de usar el sable para cerrar las persianas que permitían que el sol cegara a su amado.
Hannibal se volteó hacia Will brevemente antes de colocar el sable en su lugar.
"Hannibal" Will recuperó su atención.
"¿Meile?"
"Anoche estabas desquiciado. Eras como un demonio desesperado y aullador. Me asustaste" admitió Will.
Hannibal se acercó más con una mirada preocupada.
Entonces, Will sonrió y Hannibal sintió que sonreía en respuesta.
