Sahara Bakker estuvo 17 años de su vida creyéndose invisible. Hija única de padres divorciados :su padre cayó sin aviso en el abismo del alcohol, su madre se consideraba un alma libre;una hoja siendo movida por el viento del hermoso otoño. Su padre...
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Descolgué la llamada incorporándome en mi asiento y mirando en su dirección
Un atisbo de sonrisa le invadía el rostro y ví como en el silencio de la línea se sentaba con calma en el suelo, flexionando una rodilla y estirando la otra pierna, recostando su cabeza a la pared y sosteniendo el teléfono contra su oreja
—Hola- fue lo primero que le escuché decir
Su voz se encontraba más ronca de lo normal, así que entendí su mensaje
tu música lleva toda la tarde taladrando mis oídos y empiezo a preocuparme de que te quedes sorda
Probablemente el estuviese dormido cuando yo llegué del cementerio, y en el momento en que puse la música se hubiese despertado, teniendo desde entonces cortos intervalos de descanso
—¿Estás bien? Pensaría que me has colgado si no fuera por que te estoy viendo en este momento
—Sigo aquí
—Lindas zapatillas rubita
Entonces caí en cuenta de que así como solo había salido con un pijama, también llevaba unas pantuflas con la carita de un conejito sobresaliendo
Senti mis mejillas calentarse lentamente
-¿Te gustan? Podría prestártelas si quisieras - su sonrisa divertida se amplió de tal manera que sus ojos se achinaron y sonreí
Era sumamente extraño hablar con él cuando ciertamente era un desconocido, pero aún así me encontré a mi misma esperando pacientemente a que el sonido de su voz invadiera otra vez la línea
-¿Sáhara estás bien?
Esa fue la primera vez que escuché mi nombre salir de sus labios, en una lenta pronunciación permitiendome notar su definido acento americano
Miles de preguntas surgieron entonces
¿Quién era él ?
¿Cómo había conseguido mi número hace algunos días?
¿Cómo se sabía mi nombre cuando yo ni siquiera sabía el suyo?
—¿Cómo te llamas?
—¿Empezamos ligando tan pronto rubita?
—Tú también eres rubio y no por eso te digo rubito
—Tú llamame como quieras rubia, pero si quieres llamarme "futuro novio"no tengo quejas al respecto - ante este último comentarios no pude evitar sonrojarme , y miré en su dirección dándome cuenta de que me observaba sonriente y lanzaba un beso para mi hacia el aire
Idiota
—Pero si insistes, te prometo que si logras aguantar al menos dos horas hablando conmigo, al final de la llamada te responderé esa pregunta
