Capitulo 14

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La zona del tatuaje me producía cierta picazón producto al sudor, pues creo que me tomé muy en serio aquello de que debía protegerlo de la luz solar

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La zona del tatuaje me producía cierta picazón producto al sudor, pues creo que me tomé muy en serio aquello de que debía protegerlo de la luz solar

Llamada entrante

Miro extrañada el número en la pantalla, pues a pesar de ser un número desconocido lo conocía bastante bien, ya que era ese número que era mi 911 cada madrugada

Becca...

Ni siquiera intentó contactarme cuando sucedió lo de Saul.

Supongo que nunca llegué a sentirme realmente mal porque ella hubiese estado con saul, mi ex novio,lo que realmente me dolió fue que antepusiera un calenton de 3 días con un chico que tenía pareja antes que una amistad de años

Asi que no lo dudo antes de colgar el teléfono

Becca fue parte de una de las mejores etapas de mi vida, aunque el abuelo nunca hubiese llegado a sentirse cómodo con su presencia, antepuse mi amistad con Becca por sobre todas las cosas. Ciertamente cuando él abuelo falleció recibí su apoyo, pero definitivamente aquel apoyo no llegó a ser ni la mitad del apoyo que ella hubiese recibido de mi parte si hubiese estado en mi situación

Llegué a querer a muy pocas personas en mi vida, y la mayoría a la que quise, fue una moraleja más, pues si quieres a alguien no la dañas, y querer a alguien no significa justificarlo, Becca me dañó muchísimas veces solo que quizás justifiqué aquel daño pensando en que todos teníamos derecho a equivocarnos y cometer errores

Cuando, ahora que lo pienso, si todos esos errores los hubiese cometido yo, ella ni siquiera me hubiese justificado una vez

El timbre que avisa el cambio de clase comienza a sonar y al instante los pasillos de la universidad se inundan de gente que busca la forma apropiada de huir de este sitio.

Decidí saltarme la última clase, pues sabía que ese profesor probablemente no asistiese y comencé a andar hacia el área donde se entrena baloncesto

Aaron me confesó que le gustaba venir aquí en sus tiempos libres, que eso le hacía recordar cuando él jugaba en el campo y Anelisse lo animaba desde las gradas. Dijo que aquella era una forma de sentirla cerca y encontrar su calma

Así que no me sorprendió ver como se encontraba en la última fila de las gradas fingiendo leer cuando en realidad miraba con disimulo el campo que ahora empezaba a llenarse de jugadores.

Por un momento me lo imagine con aquel uniforme amarillo y púrpura , me lo imagine con el cabello rubio pegándosele a la frente mientras corría para encestar la pelota en el aro, me lo imaginé buscando desesperando entre la multitud de las gradas a su hermana, solo para volver a sentirse completo

Subi cada uno de los escalones hasta posarme en su lado, y el solo notó mi presencia cuando comencé a leer  una de las frases señaladas en el libro

—Tienes una extraña manía con leer sobre mi hombro rubita

—Tengo una idea, ¿vienes?

—¿Eh?

Sin esperar su respuesta lo tomo de la mano y a toda prisa veo como toma su mochila y se la cuelga del hombro

—¿A donde vamos rubia?

—En los ángeles a menudo solía tener una tarde que calificaba como tres p : pizza, películas y palomitas ; me distraía bastante de todas las cosas que sucedían en mi vida, los problemas entre papá y mamá, las discusiones, los conflictos en el instituto. Así que vas a venir conmigo para que tengamos esa tarde de tres p

—¿Me estas proponiendo una cita rubia?

—¿Puedes dejar de hacer preguntas Morgan? ¿Quieres venir o no?

—Depende, si no eres tú quien cocina no podría negarme a tan atractiva
propuesta - le propicio un pequeño golpe en el hombro y el finge que ha sido lo suficientemente fuerte como para dislocarlo

Escapamos del último turno de la mañana, y cuanto antes,emprendemos camino hacia mi casa

****

El auto aparcó justo frente al porche de la enorme mansión, pero a pesar de que el motor se detuvo de forma definitiva ninguno de los dos se bajó

Desabroche el cinturón de seguridad y me acomodé sobre el asiento de manera que pudiese mirarlo

Hoy en especial veía a Aaron mucho más desanimado, sus rizos dorados que mayormente se encontraban perfectamente ondeados hoy estaban desaliñados, y tenía dos grandes bolsas bajo sus ojos

Quería pensar que aquellas bolsas oscuras eran a causa de un buen libro que lo había desvelado durante muchas horas, aunque en el fondo sabía que no era así

La radio seguía sonando con una nueva canción que ni siquiera reconocía, pero que al parecer Aaron si, pues sus dedos comenzaron a marcar el ritmo de la melodia sobre el volante

—¿Estás bien rubito? - intente animarlo con aquel apodo y pensé que lo había conseguido cuando sus comisuras se elavaron hacia el cielo. La sonrisa no llegó a sus mejillas, Aaron no estaba bien

—Si, claro

No, no lo estás

¿Seguro?

—Si

—¿Sabes que puedes contar conmigo? ¿no?

—Ahora eres tu la que no deja de hacer preguntas, bonita

—Touché

—Y bien... ¿empezaremos ya esa maravillosa cita de la que me hablaste?-rodeo los ojos y eso hace que vuelva a sonreír

—No te hablé de ninguna cita

—Ya lo creo que si

Comienzo a buscar entre mis contactos el número de una pizzeria que quedaba bastante lejos pero que sin dudas valía muchísimo la pena, además de que por un precio extra te la traían hasta la puerta de tu casa

—¿Pizza con piña o sin piña?

—Sin, dios mio, ¿a quien se le habrá ocurrido la estúpida idea de echarle piña a una pizza

—Eheh, que a mi me encanta la pizza con piña

—Querida Sahara si pides pizza con piña no me conquistarás

Casi sonrió, pero cualquier atisbo de sonrisa ante su broma anterior desaparece al notar una figura recostada frente a uno de los árboles frente a la mansion

Mi ex novio estaba ahí

Saul estaba en Londres

****

Una historia mía sin drama, no es una historia mía

¡Autora libre de parciales!

Doble actualizacion>>>>
Gracias por leerme

Los sueños de Sahara BakkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora