Capitulo 5

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Hoy era el día

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Hoy era el día

Hace justamente un año me despedí por última vez de la persona que más me apoyó en toda mi vida

Sigo manteniendo la idea de que nadie, nadie, merece ver la imagen de una persona a la que quiere apagarse por completo. Sigo pensando que quizás hubiésemos tenido más tiempo, que quizás podíamos haber aplazado aquella despedida

Me arrodillo frente a la lápida apartando con las palmas de mis manos las hojas resecas por el tiempo que impiden ver el nombre

Felix Spellman
Hijo, Padre, Abuelo de una maravillosa nieta
1953-2023

—No sabía lo que era extrañar la sonrisa de alguien hasta que la tuya desapareció por completo. Lo siento por no venir tan seguido como te gustaría, es duro que a pesar de que no estás conmigo hace 1 año, no logre asimilarlo por completo. Anoche estuve pensando en las cosas que hubiesen sucedido si no te hubieses marchado, probablemente seguiríamos viajando cada domingo a la playa y mientras tu intentas pescar yo buscaría una buena ola con la tabla de surf que me regalaste en mi cumpleaños número 14. Todavía la tengo guardada, incluso la pequeña dedicatoria está ahí.

Dejo el ramo de rosas blancas en el antiguo jarrón situado en la esquina de la lápida y sonrío con tristeza

Eran sus favoritas

Me quedo a su lado contándole las cosas que han sucedido durante el último año, por momentos me quedaba en silencio esperando su respuesta, continuaba , cayendo en cuenta de que esta "conversación" no era más que un monólogo donde ya el no podía contestar con un " todo estará bien pequeña"

Y ha sido duro sentir el gélido impacto contra la realidad, ha sido realmente duro comprender que ya no iba a existir un último abrazo

Esos fueron los peores días de mi existencia, acostumbrarme a no verlo cada mañana en el desayuno y no recibir sus buenas noches antes de dormir. Luego le siguieron los cambios, irme de los Ángeles significó decir adiós para siempre a todos mis recuerdos,aquellos que había creado junto a él

Leí una vez que todos tenemos derecho a rompernos, al menos una vez en la vida

Bien

Yo tuve que romperme dos veces

La primera fue cuando un día en el instituto de forma imprevista fui conducida fuera del salón con el director, recibiendo la noticia de que mi abuelo había sufrido un paro respiratorio, seguido de uno cardíaco, y que no había logrado superarlo

La segunda

La segunda fue la más cruel y directa

Los sueños de Sahara BakkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora