Capitulo 5: Me Gustas

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Narra Tiago


Me aleje de su tacto con algo de molestia.

- Con todo el respeto que se merece señor... No permitiré que use su autoridad por sobre mi persona - lo mire molesto.

El hombre suspiro sonriendo y de un momento a otro me empujó contra la pared.

- Y quien te crees campesino?! Crees que puedes hablarme así?

- Déjeme!

- Fui amable contigo! Trate de llevarme bien y solo recibo desprecio de tu parte! - saca su arma y lo pone en mi cabeza - Serás amable conmigo... Me trataras bien y comeremos juntos.

Comencé a largar lágrimas en silencio y asenti, necesitaba pensar que hacer con el. - Maldito psicópata...

- Ah psicópata... Mira vos, demostré que estaba interesado en ti y solo recibí desprecio, maldito infeliz - me tomo del pelo y me llevo a la cocina para soltarme - Termina de cocinar! Quiero comer.

Lo mire molesto y desvíe mi vista hacia la ventana donde se veía el granero, desee con todas mis fuerzas que Mauro no venga, que se quede allí. Corte las verduras y terminé de poner todo al horno. Mire hacia todos lados tratando de encontrar algo para defenderme.

- Vení sentate a mi lado pibe... - el hombre ya se había hecho un cigarro con el tabaco que tenía y le hice caso.

- Señor... Porque yo?.. hay muchos chicas lindas en el pueblo y si acaso usted no le gustan las mujeres, también hay muchos chicos...

- Quien te dió permiso de hablar de mi sexualidad?... Me gustan las mujeres... De hecho ya me levanté a varias aquí... Es solo que sos lindo de una manera muy particular.

Temí cuando dijo aquello, era sabido que los militares se aprovechaban de las mujeres, mire hacia la puerta que daba al patio de la casa y Vi a Mauro llegar caminando tranquilamente.

-.. Está dictadura no es una guerra, y solo nos encargamos de la gente que está contra nuestro... Los desaparecemos...

Me estaba poniendo muy nervioso mirando a mauro llegar, deseaba que no hiciera ruido, que viera a lo lejos, que estaba este sujeto y huyera.

- Imagínate... Si tú me complaces - el tomo mi mentón y me hizo mirarlo. - Yo cuidaría de tu familia, tus abuelos y tu primo, no dejaría que está dictadura militar los afecte.

Mis lágrimas comenzamos a salir, al caer en cuenta que no me liberaría de este hombre y que Mauro estaba a punto de abrir la puerta.

- A dónde miras?... - el hombre se da vuelta, pero rápidamente tome su rostro y lo bese, cerrando mis ojos en desagrado. Cuando lo sentí mover su asquerosa boca, abrí los ojos mirando a Mauro parado antes de entrar por la puerta, viendo toda la escena, mis ojos pedían ayuda y con mi mano le hice señal para que se fuera, el pareció reaccionar y se escondió.

Me separé mirándolo y casi temblando del pánico, casi vio a Mauro.
- .. Me gustaría... Que usted cuide de mi familia.... - mis lágrimas caían y él las limpio - y le entregaré lo que quiera.

- Ooww pequeño... No tengas miedo, soy suave y delicado con las primeras veces. -

Asentí, debía distraerlo hasta que mauro esté lejos - M.mi habitación está arriba.

- Sh...sh... Yo te diré dónde... - Se levantó tomando mis hombros y ayudándome a ponerme de pie. Me dió la vuelta contra la mesa y me hizo tocar el pecho contra ella, comencé a sollozar fuerte me tomaría allí. - Tranquilo... No dolerá...

Eterno ♾️- LITIAGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora