Capitulo 6: Huir

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Los abuelos habían llegado y para nuestra sorpresa estaban en la sala oyendo la radio, supe que algo había pasado al ver a mi abuela llorando.

— Abuelos que paso?!

— Los militares han tomado el país, se a declarado dictadura militar.

— Hijos de puta! — Mauro patea a un costado molesto.

— Y que va a pasar ahora? Es decir mientras no hagamos nada malo supongo que estaremos bien — luego recordé que habíamos matado a un oficial.

— No es tan fácil hijos... Están tomando los pueblos ahora porque las ciudades ya las tomaron, comienzan por el sur... No queda de otra que, se vayan al norte.

— Se vayan?— lo mire confundido —  Abuelo de que hablas?

— Queremos que huyan... que se vayan ustedes.

— Abuelos no los dejaremos y menos luego de lo que hicimos. — ambos ancianos se miran desconcertados, sentí la mano de Mau sobre la mía y tuve que hablar — Vino un oficial... Un hombre que me conocía el... Trato de sobrepasarse...

Mauro apretó mi mano dándome fuerzas y contesta — Y yo lo golpeé con la escopeta, lo dejo noqueado pero... Luego lo mate.

Mi abuela se tapa la cara, parecía que le faltaba el aire y mi abuelo nos miró seriamente y suspiró.
— Enseñenme dónde está...

Mauro lo acompaño al granero mientras yo fui por agua para mi abuela. La veía muy preocupada desde antes y sabía que algo más pasaba.

— Perdón abuela...

— No, hicieron bien, el los habría matado... Ahora quiero que olvides eso tan duro que viviste... Y te concentres en el ahora — me acaricia el rostro — no mires hacia atrás nunca más okey? Ahora lo importante es que... Ustedes deben huir.

— Abu no me pidas que los dejemos solos porque no lo haré! Son todo lo que tengo ... Son mis papás abuela... No.

— Han comenzado a desaparecer personas aquí y en la reunión desaparecieron los Ocampo la familia que había levantado la voz desde un inicio. Ellos saben que nosotros organizamos reuniones antimilitares....

— Abuela entonces huyamos por favor, no los dejaré.

Ella suspiro y me acaricio el rostro, no podía dejar a mi única familia. Cuando mi abuelo y Lit llegaron, ellos comentaron que iban a llevarse el cuerpo lejos y volverían antes del amanecer. Me dejaron un arma por si pasaba algo y agradecíamos que el oficial no había venido en transporte.
Dormí con mi abue y cuando oí la camioneta llegar me acerque a la ventana viendo a Mauro y mi abuelo hablar mientras entraban a la casa.

Los días que siguieron no pudimos estar juntos con Mauro, había momentos que el me robaba uno que otro beso y me hacía sentir en la nubes, pero no podíamos decirle a los abuelos lo que pasaba entre nosotros además pasaban muchas cosas. Mis amigos habían desaparecido y sus familias los buscaban pero estaba claro que los militares los habían desaparecido.

Los abuelos tocaban el tema de huir más seguido pero incluso Mauro me apoyaba en que no estaba de acuerdo. Un día estaba cosechando las uvas cuando ví a mi abuelo y Mauro subir a la camioneta e irse. Le pregunté a la abuela durante la comida pero respondió que iban por víveres.

No esperaba lo que pasaría más adelante.




Narradora

— Han llegado noticias de otras partes. Los militares están secuestrando a jóvenes y saludables para obligarlos al ejército. Están matando los en entrenamiento y de hambre. 

Eterno ♾️- LITIAGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora